El dirigente nacional del PRI justificó el alza en el precio de la gasolina diciendo que es parte del “escenario responsable del Gobierno de la República, donde se reconoce el precio real de los combustibles en nuestro País”. Asimismo y de acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, “mantener artificialmente los bajos precios de los combustibles no es una buena política pública ni un buen uso de los recursos públicos”, además de que el ajuste en los precios de las gasolinas y el diésel está relacionado directamente con los precios internacionales del petróleo.

Ciudad de México, 1 de enero de 2017 (SinEmbargo).- Enrique Ochoa Reza, presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), expresó que su partido se “solidariza profundamente” con la ciudadanía mexicana ante el aumento en el precio de la gasolina -que entró en vigencia hoy-, y que ha causado expresiones de repudio e indignación a lo largo y ancho de la República Mexicana.

El priista también justificó el alza diciendo que es parte del “escenario responsable del Gobierno de la República, donde se reconoce el precio real de los combustibles en nuestro País”, según lo que comentó al término de la toma de protesta de Marco Antonio Mena Rodríguez como Gobernador de Tlaxcala.

Asimismo, aseveró que el precio anterior era “artificial” -porque implica un subsidio- y que de mantenerlo por un año más, el Gobierno federal se vería obligado o a incrementar los impuestos o a recortar el gasto público en cerca de 200 mil millones de pesos -monto equivalente, según él, al presupuesto anual del Instituto Nacional del Seguro Social (IMSS)-.

“Pudimos salvar los programas de seguridad social y atención a la pobreza, así como el de construcción de infraestructura que tanto necesita nuestro país y que estaba en riesgo ante la posibilidad de mantener el anterior precio de las gasolinas y el diesel”, profirió.

El presidente del partido Tricolor también explicó que la Reforma Energética trae consigo algo positivo: “ahora se permite la competencia entre los sectores privado y público para extraer petróleo […] lo cual se traduce en mejores condiciones de calidad, servicio y precio para los consumidores del país”.

Además, el priista aseguró que en los comicios que serán celebrados en 2017 el Revolucionario Institucional ofrecerá a los mejores candidatos, por lo que la liberalización en los precios de los combustibles no influirá en los resultados electorales.

Este año, en el Estado de México -donde el PRI (como tal) gobierna desde 1946- estará en juego la gubernatura; en Veracruz algunos ayuntamientos; en Nayarit serán elegidos alcaldes, regidores, diputados y al próximo Gobernador; y en Coahuila habrá elección de ediles, diputados y de jefe del Ejecutivo local, de acuerdo con el Instituto Nacional Electoral (INE).

“Nuestro objetivo es tener a las y los mejores propuestas de gobierno para solicitar el apoyo mayoritario de las mujeres y hombres del Estado de México, Coahuila, Nayarit y Veracruz”, dijo. Por ello, “trabajaremos de manera constante y a puertas abiertas con la ciudadanía para mantener la votación mayoritaria”, ahondó.

HACIENDA JUSTIFICA EL ALZA

De acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), “mantener artificialmente los bajos precios de los combustibles no es una buena política pública ni un buen uso de los recursos públicos”, además de que el ajuste en los precios de las gasolinas y el diésel está relacionado directamente con los precios internacionales del petróleo.

“Hasta antes de 2015, los incrementos en precios se daban por razones políticas o tributarias, y que aunque bajaran los precios internacionales, se seguían dando aumentos mensuales. A partir de 2016, los únicos cambios observados tuvieron que ver con los cambios en los precios del petróleo, que son costos reales en la producción de gasolinas y diésel”, se lee en uno de sus más recientes comunicados.

Según la dependencia federal, en 2017 los precios son el reflejo de los incrementos reales en los costos de producción de estos combustibles.

“Los precios del petróleo WTI y Brent aumentaron en dólares, de septiembre a la fecha, en un 17 por ciento aproximadamente”, refiere la SHCP.

Sin embargo, la institución señala que el incremento en los precios de los combustibles no necesariamente implicará un aumento desbordado en la inflación.

“Por ejemplo, de 2010 a 2013, se observaron incrementos en precios de los combustibles similares al aumento para la gasolina magna en enero. En esos años, la inflación general se ubicó entre 3.5 por ciento y 4.5 por ciento”, explica el comunicado. “Además, como lo ha comentado el propio Banco de México, es un cambio de una vez en los precios que no debería de generar presiones inflacionarias permanentes”, señala.

Para los expertos en la materia, el problema de fondo es el colapso del sistema de refinación de petróleo y la falta de previsión del gobierno. “Quien diga que la gasolina va a subir por la competencia, está loco. Está subiendo por la falta de competencia y la pésima gestión”, sentenció en entrevista con The Associated Press (AP) la académica de la Rice University de Houston, Miriam Grunstein.

El gobierno insiste en que llegó la hora de que los mexicanos compren la gasolina a precio de mercado y no con subvenciones que ya no son sostenibles debido a la caída del precio del crudo (que sólo a partir de 2016 empezó a recuperarse) y a la subida del dólar.

Al respecto, el investigador Jorge Piñón este objetivo tardará en hacerse realidad porque de momento los mexicanos asumirán un “sobreprecio interno debido a las limitaciones de su sistema logístico”.

Las asociaciones de empresarios y los partidos de oposición piden medidas para contener el impacto del “gasolinazo”, pero más allá de problemas políticos o económicos los expertos no son optimistas porque, como dice Piñón, arreglar el problema de fondo no se hace de la noche a la mañana. “No le veo solución a corto plazo”, dijo a AP.