La alianza con Elba Esther se dio sin debate; de ése tamaño era el consenso al interior del PAN, recuerda Corral

01/03/2013 - 12:03 am
El Senador Corral junto con Ríos Piter y Gil Zuarth. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 1 de marzo (Sinembargo).– Era tal el consenso que generaba Elba Esther Gordillo en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN en 2008, que cuando Javier Corral Jurado –el único de 41 miembros del consejo nacional– votó en contra de las alianzas con el Partido Nueva Alianza (Panal), perteneciente a “La Maestra”, se sintió equivocado y renunció.

“Sin debate alguno se autorizó explorar la posibilidad de una alianza total con la profesora Elba Esther Gordillo para las elecciones de 2009. Cuarenta a favor, uno en contra, fue la votación”, decía, entre otros motivos, su carta de renuncia al CEN, entonces encabezado por Germán Martínez Cázares.

Eso fue en agosto de 2008, y el tiempo le daría la razón. Pero entonces su decisión fue marcada por la soledad.

Así lo recuerda el ahora Senador del PAN, una de las pocas voces críticas contra Gordillo Morales dentro de Acción Nacional en los 12 años en que el blanquiazul ocupó la Presidencia de la República, mismo periodo en que se consintió a la hoy ex lideresa del magisterio nacional Gordillo Morales, detenida en Santa Martha Acatitla.

De acuerdo con Corral, el Presidente Vicente Fox reoxigenó a “La Maestra”, y su sucesor Felipe Calderón Hinojosa le dio apoyo, porque la necesitó para ganar las disputadísimas elecciones del 2006. Dicho acuerdo con Gordillo, que se tradujo en puestos para sus cercanos y en la firma de alianzas electorales que no siempre fueron rentables, al grado de que “se pagó con el tercer lugar en las elecciones del año pasado”.

“Las alianzas con el Partido Nueva Alianza (Panal), todas en el CEN las he votado en contra y en otros casos me he abstenido”, sostiene el Senador Corral.

–¿Por qué?

–Porque nos desprestigiaba mucho más de lo que nos daba, porque aliarnos con el Panal era reconocer y fortalecer el poder de la profesora.

CORRAL LE DIJO NO

En entrevista con SinEmbargo, el Senador por el estado de Chihuahua recuerda que en 2004, siendo “La Maestra” aún Secretaria del Partido Revolucionario Institucional, ya negociaba apoyos para los candidatos del PAN a gobiernos estatales.

Fue ese año cuando se convirtió en candidato a Gobernador de su estado, y el único que no aceptó el apoyo de Gordillo.

“Hubo intentos para que pudiéramos entrar en una negociación, pero realmente no estuve dispuesto a entrar en la lógica y dinámica de esas negociaciones, porque en realidad lo que ella quería era negociar con ella misma, pedía casi todo”, dice.

Y añade: “Pertenecíamos a mundos distintos”. Entonces el apoyo de “La Maestra” se decantó por el representante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), José Reyes Baeza, quien resultó electo.

No obstante, hubo quienes criticaron la postura de Corral. “Se me acusó de no hacer todo lo que tenía hacer para ganar la gubernatura de Chihuahua y a lo mejor en el modelo de competencia política no hice lo que ahora se hace o ya se hacía antes, de hacer para ganar a como diera lugar. Yo no entré al planteamiento de negociación de ella y entonces apoyó al licenciado Reyes Baeza. Pero en otros estados el magisterio estuvo apoyando a candidatos del PAN”, apunta.

Ese año compitieron, además de Corral por la gubernatura a Chihuahua, Gerardo Buganza (Veracruz), Andrés Galván Rivas (Durango), Gabino Cue Monteagudo (Oaxaca, en alianza con el PRD), Francisco Fraile (Puebla), Francisco López García (Zacatecas), Heriberto Félix Guerra (Sinaloa), Gustavo Cárdenas Gutiérrez (Tamaulipas), y Luis Armando Reynoso Femat y Héctor Ortiz Ortiz, los dos únicos que sí ganaron por Acción Nacional los estados de Aguascalientes y Tlaxcala, respectivamente.

COSTO PARA EL PAN

En julio de 2012, el PAN perdió la Presidencia de la República por múltiples factores, pero uno de los más claros fue el descrédito del partido en el poder en términos de lucha contra la corrupción, contra los cacicazgos, contra los monopolios, y que habían sido banderas de Acción Nacional.

“Nos cobró la gente el no haber actuado frente a los poderes fácticos en lo económico y lo político”, considera el legislador, quien actualmente forma parte de la Comisión de Educación en el Senado.

Corral ve en la falta de firmeza contra la corrupción, así como la guerra contra el narcotráfico, los dos factores decisivos para caer en las preferencias del electorado. En su opinión, el balance puede ser positivo en políticas económicas, de programas sociales o infraestructura, en términos administrativos.

“Pero no llegamos sólo para administrar, sino para ordenar al país y tocar intereses de estas estructura y no lo hicimos”.

MANOTAZO, SÓLO CONTRA GORDILLO

Corral Jurado es escéptico en cuanto a las motivaciones del Gobierno de Enrique Peña Nieto por acabar con el reinado de Elba Esther Gordillo Morales al frente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Cree que es una medida aislada, inscrita en la antigua cultura priista, comparable al “quinazo” en contra del líder petrolero Joaquín Hernández Galicia “La Quina”.

Pero, en contraste con el golpe dado a “La Maestra”, ve el actuar del Gobierno federal en otros asuntos y no observa la misma preocupación por atacar la corrupción.

“Es una medida aislada, no puedo considerar que esta decisión se enmarque en una política anticorrupción, porque veo actuación del gobierno en distintos ámbitos y cómo se empieza a meter en asuntos delicados, en la Suprema Corte, en los institutos Federal Electoral y de Acceso a la Información, en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Es una medida que tiene dos motivaciones. Peña quiere abrirse espacio frente a los poderes fácticos, quiere recuperar cierto poder del Presidente frente a estos poderes fácticos, pero no necesariamente para transformar, sino recuperar él un control político que le permita tomar otras decisiones en su ámbito de competencia”.

Y va más allá, considera que este golpe podría ser para fortalecer el presidencialismo.

Su escepticismo no acaba ahí.

“Enrique Peña Nieto viene de encabezar uno de los gobiernos (el del estado de México) más corruptos, de encabezar una hipoteca mercantil con Televisa, de generar una triangulación financiera en campaña a través de una montaña de recursos ilícitos y oscuros con empresas dispersoras de dinero con las que el PRI negó vínculo alguno”, dice en alusión al Caso Monex, que él reabrió, afirma.

Todo lo anterior hace pensar que es inviable un Presidente como alguien caracterizado por sus prácticas democráticas. Para rematar, no olvida que en la pasada elección sí hubo trabajo conjunto del PRI con la profesora Gordillo, no jurídico, reconoce, pero sí de facto, aclara.

Ya en el poder, los priístas detectaron que “La Maestra” venía a armarles la resistencia, indica.

“Peña Nieto quiere generar un proceso de consolidación de su legitimidad  y está en búsqueda de credibilidad que sabe que no tiene, a pesar de la diferencia de votos con los que ganó, sabe que no tiene credibilidad porque ésta no se compra, pero el voto sí”, explica.

“No podemos regatear la medida, el golpe a la hasta hace poco aliada, pero no debemos darle un significado que no tiene. No es una decisión política de combate a la corrupción. No lo veremos no sólo en casos de Humberto Moreira (ex Gobernador de Coahuila, durante cuyo mandato la entidad se sobrendeudó) o de Carlos Romero Deschamps (líder del sindicato petrolero), lo veremos en el caso Monex, la gran triangulación de recursos de manera ilícita y acreditada ante el Instituto Federal Electoral”, concluye.

en Sinembargo al Aire

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