Ciudad de México, 1 de abril (SinEmbargo).– La Procuraduría General de Justicia del estado (PGJE) de Tamaulipas informó esta noche que el Servicio Médico Forense (Semefo) del Hospital Universitario de Monterrey, Nuevo León, confirmó tener en su poder los cuerpos sin vida del ex Presidente Municipal de Nuevo Laredo, Benjamín Galván Gómez, y del empresario Miguel Ángel Ortiz.
El ex Alcalde de Nuevo Laredo, quien terminó su gestión hace cinco meses, fue reportado como desaparecido la noche del jueves 27 de febrero del año en curso, cuando salía de una farmacia ubicada cerca de su domicilio particular.
De acuerdo con las autoridades, en ese momento el ex Edil era acompañado por Miguel Ángel Ortiz.
El Servicio Médico Forense del Hospital Universitario informó que los cuerpos sin vida de ambos personajes fueron encontrados en el municipio de García, Nuevo León, y posteriormente fueron llevados al Semefo, donde el 31 de marzo pasado los revisaron para establecer si correspondían a los del ex Presidente Municipal y su acompañante.
Una vez confirmado que se trataba de ambos, se notificó a la Procuraduría General de Justicia del Estado de Tamaulipas para que se hiciera cargo de los cuerpos y continuara con las investigaciones.
Galván Gómez era también propietario de los periódicos Primera Hora y Última Hora.
Fungió como Alcalde de Nuevo Laredo del 1 de enero de 2011 al 30 de septiembre de 2013, cuando en su lugar asumió el panista Carlos Canturosas.
Durante su gestión se desencadenaron una serie de hechos violentos que impactaron a la población de ese municipio:
–El 17 de abril de 2012, sicarios de Sinaloa-CDG ejecutaron a 14 presuntos miembros del grupo delictivo de Los Zetas, que fueron abandonados frente a la Alcaldía en bolsas negras.
–El 29 de junio de 2012, también bajo la gestión de Galván, estalló un coche bomba en la Presidencia Municipal a un lado del cajón de estacionamiento del entonces Alcalde, cuyo auto no estaba en el lugar.
–El 2 de febrero de 2011, con apenas 33 días en el cargo, el General Manuel Farfán, secretario de Seguridad Pública en el equipo de Galván, y dos de sus colaboradores, fueron asesinados por un comando armado.
