Ciudad de México, 1 de julio (SinEmbargo).– En un mundo en el que los deportistas cada vez están más protegidos con equipamiento especial, a muchos les sorprende que aunque en el fútbol la cabeza sea un punto de contacto frecuente, esta se encuentre totalmente desprotegida. Obviamente no se trata de un deporte de contactos tan fuertes como otros; pero, de que se usa la cabeza constantemente, de eso no hay duda.
Ahora un grupo de investigadores de la Escuela Médica de Harvard y la Universidad de Ludwig-Maximilian en Munich se hicieron esta pregunta y observaron que los futbolistas pueden ver afectada su atención y memoria debido a su profesión publicó Journal of the American Medical Association.
Los científicos emplearon tensores de difusión de imagen para comparar los cerebros de doce futbolistas con los de ocho nadadores. La técnica del difusor de imagen da información sobre la difusión de moléculas de agua en el tejido biológico, por lo que puede revelar detalles acerca de su arquitectura microscópica.
En la materia blanca del cerebro, responsable de la transmisión de mensajes entre neuronas, la difusión de moléculas de agua refleja la coherencia, la organización y la densidad de las fibras, lo que hace que esta técnica de imagen sea altamente sensible a los cambios en su arquitectura.
El comparativo se realizó precisamente con nadadores, ya que la natación es un deporte con baja exposición a golpes en la cabeza.
Los resultados revelaron diferencias en la materia blanca en varias partes del cerebro responsables de la atención, del procesamiento visual y de la memoria. “En el estudio hemos incluido a personas sin diagnóstico de síntomas de conmoción cerebral”, dijo Inga K. Koerte, autora del trabajo. “Aún así, hemos encontrado cambios en el cerebro de los jugadores similares a los que se producen en pacientes con lesiones traumáticas leves“.
“El origen de estos cambios no está claro”, dijo Martha Shenton, una de las autoras. “Una explicación podría ser el efecto de un trauma cerebral, aunque otros aspectos como el estilo de vida también pueden contribuir a los resultados observados”. Los científicos destacan la importancia de seguir investigando en esta línea para entender el significado de los cambios producidos en el cerebro de estos atletas.
Recientemente, ciertos golpes presentados en el Mundial que actualmente se juega en Brasil, han ocasionado que muchos noten la falta de protección de la que hacen gaña los futbolistas durante los encuentros.
El caso más sonado fue el del defensor uruguayo Alvaro Pereira, que durante el encuentro entre la selección charrúa se llevó un golpe en la cabeza con la rodilla del inglés Daniel Sturridge, sufriendo una conmoción cerebral. La sorpresa vino apenas unos segundos, ya que el jugador regresó al campo apenas recobró la conciencia. Sin embargo, para muchos aficionados al balompié este contacto sólo fue uno de tantos que se pueden presentar durante un partido. No obstante, algunos medios (sobre todo estadounidenses) hicieron un llamado al respecto.
Tal es el caso de Business Insider que propone como solución a estos casos que la FIFA “permita sustituciones temporales cuando exista la sospecha de una lesión cerebral”. De acuerdo con el sitio web, al permitir este cambio de jugadores se aplicaría también un periodo de prueba (12 minutos, según la sugerencia) para el lesionado, que –en caso de no estar listo para regresar al campo al cabo de este lapso– sería reemplazado de manera definitiva.
Para evitar fingir lesiones, se propone también limitar estas “sustituciones especiales” a tres por equipo. Sin embargo, se antoja difícil que alguna vez pueda llegar a aplicarse este recurso de manera formal en una competencia internacional. A lo mucho a nivel local.
Estas advertencias son vistas por muchos como actitudes alarmistas, de la misma manera en la que algunos piensan de igual forma con la llamada “pausa de hidratación” instituida oficialmente en esta Copa del Mundo. No obstante, hay que tomar en cuenta que como cualquier otro deporte de contacto, el fútbol no está exento de conmociones ocasionadas por golpes.
