El pulso entre el Gobierno y los profesores se acentuó la semana pasada después de que el Ejecutivo decretara como esencial la educación para frenar así los paros convocados en el sector, una medida que los sindicatos desoyeron y que incrementó el malestar entre el gremio, que denunció atropellos contra sus derechos.

Luego de que el Ejecutivo dejara ayer sin efecto la medida, los paros en el país suramericano continuaron en la jornada de este martes mientras las distintas ramas del gremio de la educación continúan negociando la propuesta del Gobierno, y en función de ello volverán mañana a la huelga o no.

Los reclamos del sector son una mejora salarial para los docentes y una partida presupuestaria para la educación correspondiente al 6 % del Producto Interior Bruto (PIB) del Estado.

La ministra de Educación, María Julia Muñoz, afirmó en una entrevista con la radio El Espectador que no le parece “una decisión acertada” el mantenimiento de la huelga en la jornada de este martes, pues en su opinión “la enseñanza pública se defiende dando clases”.

“Desde el Gobierno lo que pregonamos ahora es que tenemos que tener paciencia (…) para que estén los jóvenes en los liceos y los padres con la seguridad de que sus hijos están en un buen ámbito de docencia, de aprendizaje”, dijo la ministra.

Por su parte, la mayor central sindical del país, el PIT-CNT, se desligó de las negociaciones y dijo que estas ahora corresponden a los “trabajadores de la educación” y al Gobierno.

La central consideró que ya ha cumplido su parte al propiciar el diálogo y al lograr que se haya puesto fin al decreto de esencialidad, dijo a Efe uno de los coordinadores sindicales, Marcelo Abdala.

En tanto, la Administración Nacional de Educación Pública (Anep) emitió hoy un comunicado en el que ratifica su “vocación y voluntad de diálogo” y su apuesta por el “entendimiento” y “reconocimiento respetuoso de las diferencias” entre las partes implicadas.

Acerca de la propuesta planteada por el Ejecutivo, Anep sostuvo que las negociaciones “permitieron elaborar una propuesta de mejoras salariales que incluyen el mantenimiento del poder adquisitivo, aumentos reales, y superación de desigualdades” en la que se prioriza a los docentes y a los funcionarios de la educación pública “en un momento de desaceleración de la economía”.

La titular de la cartera de Educación también aseguró que no habrá sanciones para los docentes que han secundado la huelga, pero dijo que esos días de trabajo no se abonarán.

“El que no trabaja no cobra. Eso lo sabemos todos (…) No es una sanción”, matizó.