CRÓNICA | Los politécnicos muestran su fuerza y, en paz, obligan a Osorio a dialogar

01/10/2014 - 12:19 am
Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
El titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Miguel Ángel Osorio Chong, salió de su oficina para, en la avenida Bucareli, hablar con los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

Mayela Sánchez y Shaila Rosagel

Ciudad de México, 1 de octubre (SinEmbargo).– El Instituto Politécnico Nacional (IPN) sacó el músculo, mostró la fuerza de su movimiento y consiguió lo que parecía improbable: hacer que el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, saliera de su oficina en el Palacio de Cobián y acudiera a dialogar con ellos a la calle.

Para ello fue necesario que decenas de miles de estudiantes politécnicos, junto con profesores y trabajadores de la institución, padres de familia y alumnos solidarios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), salieran a las calles en una marcha que, además de multitudinaria, fue pacífica y ordenada. El contingente avanzó del Casco de Santo Tomás hasta Bucareli y, durante un par de horas, abarrotó el Paseo de la Reforma, la principal avenida de la Ciudad de México.

Desde el mediodía, en la Unidad Profesional “Lázaro Cárdenas”, en el Casco de Santo Tomás, comenzaron a congregarse los contingentes de los distintos centros de estudios que integran al IPN. Aún faltaba una hora para que comenzara la marcha, pero ya se veían desfilar por ahí a los alumnos de la ESIME Azcapotzalco, la UPIIICSA, la ESCA. A los de la Escuela Superior de Medicina y de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas se les reconocía por sus batas blancas, aunque también varios portaban desde ese momento sus credenciales escolares, para acreditar –por si hubiera alguna duda– que sí eran estudiantes.

Conforme se iban formando los contingentes, comenzaban a aparecer pancartas y cartulinas con leyendas como “Zacatenco, aguanta, el Casco se levanta”, en alusión a la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura (ESIA) Unidad Zacatenco, que fue el primer centro de estudios del IPN que paró labores en repudio a la aprobación de un nuevo Reglamento Interno para el Instituto y a un nuevo plan de estudios, que abrogaría el vigente desde 2004.

Pero aún con el paro en ese centro de estudios desde el 17 de septiembre, una semana después el Reglamento fue aprobado en una sesión extraordinaria del Consejo General Consultivo del IPN.

Y eso encendió la mecha en otras escuelas politécnicas, que se han sumado al rechazo al nuevo Reglamento Interno. La nuevas reglas no han entrado en vigor, pues no ha sido publicado en la Gaceta Politécnica, el órgano oficial de difusión del IPN. Sin embargo, los estudiantes que se oponen a la nueva normativa esperan que eso no ocurra y por ello demandan que se cancele definitivamente.

Lo mismo piden respecto a los nuevos planes de estudio “que tecnifiquen la educación superior y reduzcan la calidad educativa de las escuelas de nivel medio superior en el Instituto”.

El reclamo en contra de que se les vuelva cada vez “más técnicos” también fue recordado en los carteles que portaban, como aquél que rezaba: “IPN no es mano de obra barata”.

En el caso del plan de estudios de la ESIA Zacatenco, su aplicación finalmente fue aplazada un año; pero los estudiantes buscan que no sólo se postergue, sino que también se cancele.

MARCHA DE LOS POLITÉCNICOS

Miles de estudiantes de diversas escuelas del IPN marcharon ayer en el DF. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
Miles de estudiantes de diversas escuelas del IPN marcharon ayer en el DF. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

Han pasado casi dos semanas desde que la ESIA Zacatenco se declarara en paro y menos de una semana de que la comunidad politécnica realizara una primera marcha contra el nuevo Reglamento Interno y los nuevos planes de estudio, el pasado 25 de septiembre.

Pero lo que pasó después de esa primer protesta multitudinaria sigue calando en el ánimo de los politécnicos. Y es que al día siguiente, durante una entrevista con la periodista Carmen Aristegui, en la Primera Emisión de Noticias MVS, la directora del IPN, Yoloxóchitl Bustamante Díez, aseguró que dentro de la marcha había identificado a sujetos enmascarados, lo que le hizo pensar que eran “agentes externos” y no estudiantes.

Al domingo siguiente, alumnos del Politécnico le respondieron a través de un video en el que aparecieron mostrando sus credenciales estudiantiles.

Por ello es que en la marcha de ayer los estudiantes no dudaron en mostrar sus credenciales escolares: las llevaban sostenidas entre sus dedos o colocadas en un lugar visible, las levantaban al cielo cuando un helicóptero de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina sobrevolaba el numeroso contingente, las empuñaban cuando coreaban los “Huelum” y hasta hubo quienes se las pegaron en la frente con orgullo. Una chica incluso la llevaba pegada en el cartel que portaba.

Otra joven levantaba una cartulina en la que se leía: “Aquí están tus ‘algunos muchachos’ Yolo”, en referencia a las descalificaciones de Bustamante Díez sobre la afluencia en la primera marcha. Según la directora del IPN, las manifestaciones de los estudiantes politécnicos nunca había pasado los mil 500, y por eso dudaba que la protesta del pasado 25 de septiembre hubiera convocado a 17 mil alumnos.

Un par de estudiantes de la ESIA Zacatenco, que no accedió a identificarse, calculaban que a la marcha pasada habían llegado alrededor de 20 mil alumnos. Luego, hacían un nuevo cálculo y estimaban que esta vez ese número podría triplicarse, o incluso cuadruplicarse…

Lo cierto es que cuando la vanguardia de la manifestación arribaba a la calle de Bucareli, el último contingente apenas rodeaba la glorieta de la “Diana Cazadora”, a donde desembocó tras su paso por Circuito Interior.

Sin duda eran muchos más que “algunos muchachos”.

Y todos en completo orden.

Sus miles de voces resonaban al unísono lo mismo cuando lanzaban consignas en contra de la directora del IPN que cuando coreaban su clásica porra: “¡Huélum, huélum, gloria. A la cachi cachi porra, a la cachi cachi porra, pim pom porra, pim pom porra, Politécnico, Politécnico, Gloria!”.

A su paso por Circuito Interior, los automovilistas mostraban su solidaridad con los estudiantes haciendo sonar los cláxones de sus vehículos. Ya sobre Paseo de la Reforma, distraídos oficinistas detenían su marcha y les sonreían, o atravesaban la calle con el mayor cuidado para no irrumpir entre los contingentes y alterar sus cuidadas formaciones. Unas señoras que paseaban por el turístico camellón, les aplaudieron al pasar.

Los politécnicos, a su vez, les recordaban –a ellos y a quien los quisiera oír– que su movimiento era genuinamente estudiantil. “No somos porros, somos estudiantes”, “No somos porros, somos estudiantes”, gritaban levantando sus credenciales, como en señal de victoria.

***

Alan Giovani llegó corriendo a la marcha. Se salió del trabajo que tiene como becario para venir a apoyar a los politécnicos. Este pasante egresado de UPIICSA, que cargaba entre sus manos su credencial y bromeó preguntando si era necesario también mostrar su boleta, dijo que apoyaba el movimiento por lealtad a la institución y a sus compañeros.

“Es mi institución, y ya que me dio estudios, me dio conocimientos y forma para enfrentar al mundo laboral. Y más que nada también por mis compañeros y por mis hijos, por si también quisieran estar en el Politécnico, que tengan una institución que en verdad se enfoque a educarlos, no nada más a hacerlos mano de obra barata”, expresó.

Para Elizabeth García, de 16 años y estudiante del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos (Cecyt) 10, la protesta fue para hacerse escuchar: “Creo que merecemos que nos escuchen y que sepan que es lo que realmente pensamos los estudiantes. Que no solamente agarren a hacer cosas sin pedir opinión de lo que somos nosotros: la comunidad politécnica”.

También estuvieron presentes profesores como María Moreno Altamirano, Aurora Aguilar Silva y Raúl Ladrón de Guevara Posadas. Él, al frente del contingente del Cecyt 4, expresó: “Las instituciones se deben a los alumnos, no a los maestros ni a nadie, ni siquiera a partidos políticos, se deben a los alumnos. Por lo tanto los apoyos lo merecen los alumnos”.

“¡Va a caer, va a caer, Yoloxóchitl va a caer!”, coreaban los estudiantes mientras iban acercándose a la Secretaría de Gobernación (Segob). Ahí, una valla metálica, tras la cual se encontraban decenas de granaderos, marcó el final de la marcha.

El viernes pasado, Osorio Chong ofreció a los estudiantes un diálogo para solucionar el problema en el Politécnico, y los estudiantes decidieron llegar hasta el Palacio de Cobián para buscar ese diálogo… pero en la calle. Congregados en un sencillo templete, los representantes de los distintos centros escolares del IPN anunciaron que no aceptarían la propuesta del Secretario de que una comisión entrara a las oficinas de la dependencia a hablar con él. Por el contrario, llamaron al encargado de la política interna del país a que saliera de su oficina y dialogara con todos los estudiantes congregados.

“El señor Osorio Chong no tiene por qué tener miedo. Somos estudiantes, no delincuentes”, dijo uno de los representantes al micrófono. El resto de los politécnicos respondió coreando: “¡Que salga Chong, que salga Chong!”.

Alrededor de las 18:20, el subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda Nava, salió con la intención de ser él quien fungiera como interlocutor, pero los estudiantes pidieron, una vez más, a Osorio Chong.

Finalmente, el Secretario bajó. Lucía nervioso y con el rostro enrojecido; el gesto serio que intentaba parecer amable. Miranda Nava no disimulaba su molestia.

Osorio Chong subió al templete en un encuentro inédito con manifestantes. A los politécnicos les dijo que reconocía su movimiento, que sabía de sus exigencias y que había toda la apertura para encontrar una solución. Les propuso hablar, ahí en la calle, con algunos de ellos durante 30 minutos y luego subir de nuevo al templete.

Los estudiantes congregados se negaron y fue entonces que pidieron al Secretario leer ante el micrófono su pliego petitorio. Cuando el funcionario pronunció mal el nombre de la directora del Instituto, algunas burlas alcanzaron el templete, pero los propios alumnos las acallaron. Le habían dicho a Osorio Chong que habría respeto y lo cumplieron.

“Me pongo a las órdenes de lo que ustedes decidan para poderlo solucionar”, les dijo, afable, a los alumnos que llevaban más de una hora esperando del otro lado de la valla metálica.

Les propuso un nuevo encuentro para proponer soluciones, y tras acordar una próxima reunión –en el mismo lugar y en el mismo formato–, para el próximo 3 de octubre a las 15 horas, uno de los representantes le recordó al funcionario que ellos no habrían llegado ahí si desde el principio se hubieran atendido sus demandas.

Antes de que Osorio Chong se retirara, uno de los representantes aclaró que la entrega del pliego petitorio no implica que las actividades estudiantiles cesen ni que el paro en los centros escolares del IPN se levante, pues eso quedará a consideración de las asambleas de cada escuela.

Cuando el Secretario regresaba a su oficina, un último “huélum” resonaba en la calle.

LO QUE PIDEN LOS ESTUDIANTES

El pliego petitorio de los politécnicos, que los estudiantes hicieron leer a Osorio Chong en voz alta antes de entregárselo formalmente por escrito, plantea lo siguiente:

1. Cancelación total y no posposición momentánea, disfrazada de consulta del reglamento impuesto por la directora Yoloxóchitl Bustamante Díez. La comunidad estudiantil politécnica no se niega al análisis y discusión del reglamento de manera que convenga, beneficie y no trastoque los derechos de los estudiantes.

2. Cancelación de los planes de estudio que tecnifiquen la educación superior y reduzca la calidad educativa de las escuelas de nivel medio superior en el Instituto. La comunidad politécnica propone una negociación consensuada hasta que se consolide un nuevo plan con unas reestructuración que cumpla con las necesidades auténticas de cada especialidad.

3. Destitución y desconocimiento de Yoloxóchitl Bustamante Díez como directora general del IPN con la correspondiente democratización del proceso de elección del nuevo director del IPN por parte de la comunidad politécnica.

4. Salida de los elementos de la Policía Bancaria e Industrial del IPN, y que no sea sustituida por ningún otro organismo del Estado o sector empresarial.

5. Cese de pensiones vitalicias de ex directores del IPN.

6. Democratrización del IPN iniciando un proceso hacia la representación equitativa de estudiantes, docentes, trabajadores de apoyo y autoridades de cada uno de los consejos, escuelas, centros y unidades, y en el Consejo General Consultivo para la toma de decisiones que determine el futuro del IPN.

7. Se garantice que no se tomarán represalias académicas, administrativas ni legales hacia ningún miembro de la comunidad politécnica participante o no del movimiento.

8. Aumento del presupuesto federal otorgado al IPN y a los sectores educativos públicos y de investigación científica y tecnológica nacional con un monto mínimo equivalente al 2 por ciento del PIB.

9. Dar a conocer todas las formas de injerencia del sector privado en el IPN, tanto en los planes de estudio, programas de investigación y proyectos de colaboración, de manera que sea posible valorar la subordinación de la técnica al servicio de la patria y no la técnica al servicio de los intereses privados nacionales y transnacionales, pues en el nuevo reglamento se especifica que la formación de estudiantes en nuestra Institución, responderá a la solución de problemas en áreas estratégicas, prioritarias y otras de interés general.

10. Fuera grupos porriles del IPN.

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