EL SUR

En el Carrizalillo, Guerrero, hallan fosa y llaman a los padres a buscar a los 43 normalistas

01/11/2015 - 11:06 am

Vecinos relatan que la noche 27 de septiembre del 2014 vieron llegar a sicarios de Guerreros Unidos. También vieron trabajar una retroexcavadora y aseguran que desaparecieron dos montículos de tierra que había afuera del panteón.

los pobladores mostraron a medios de comunicación un montón de huesos y dos mandíbulas que encontraron en una fosa de aproximadamente un metro de profundidad, a unos 20 metros de la carretera, en el lugar conocido como Los Cazahuates. Foto: Cuartoscuro
Los pobladores mostraron a medios de comunicación un montón de huesos y dos mandíbulas que encontraron en una fosa de aproximadamente un metro de profundidad, a unos 20 metros de la carretera, en el lugar conocido como Los Cazahuates. Foto: Cuartoscuro

Por Carlos Navarrete Romero

Ciudad de México, 1 de noviembre (SinEmbargo/ElSur).– Vecinos de la comunidad de Carrizalillo en el municipio de Eduardo Neri, Guerrero, llamaron a los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa a que vayan a ese poblado para buscar a sus hijos, luego de que localizaron una fosa con restos humanos a un costado de la carretera que comunica con los pueblos de Amatitlán y Tenantla.

Ayer en un recorrido, los pobladores mostraron a medios de comunicación un montón de huesos y dos mandíbulas que encontraron en una fosa de aproximadamente un metro de profundidad, a unos 20 metros de la carretera, en el lugar conocido como Los Cazahuates.

Informaron que Modesto Onofre Peña Celso, el presunto halcón que fue detenido con nueve policías federales el miércoles pasado en Carrizalillo, les confesó que en los cerros de esa comunidad hay varias fosas clandestinas, en donde están enterrados cuerpos de las víctimas de los Guerreros Unidos.

Quienes convocaron a los medios para mostrar la fosa pidieron omitir sus nombres por temor a que la delincuencia organizada, concretamente Guerreros Unidos, intenten alguna represalia en su contra. Estas personas forman parte del grupo que defendió al presidente del Comisariado Ejidal, Ricardo López García, a quien el miércoles, policías federales intentaron detener y que finalmente fueron retenidos por los habitantes.

Uno de ellos explicó que ese día, luego de que se tocaran las campanas del pueblo y los habitantes de Carrizalillo retuvieron a los policías federales, Onofre Peña Celso les informó que en los cerros de la comunidad había fosas clandestinas.

“Cuando los policías vieron que nos los dejaríamos ir, nos dijeron que nos iban a dejar a Onofre y que hiciéramos con él lo que quisiéramos, y él al creer que lo íbamos a linchar nos comenzó a dar información para que no le hiciéramos nada, y nos dijo que aquí hay muchas fosas”.

Comentó que el viernes, un grupo de pobladores acompañados de un Ministerio Público federal recorrieron por la carretera que comunica con Amatitlán y Tenantla, y en el lugar conocido como Los Cazahuates encontraron huesos y mandíbulas dentro y fuera de un hoyo de aproximadamente un metro de profundidad.

Dijo que el Ministerio Público regresaría este sábado con forenses para excavar, pero la actividad fue suspendida.

En el lugar se observaba, dentro del hoyo, una mandíbula con dientes, y afuera un montón de huesos y otra mandíbula, todos con un color verdoso ocasionado por la humedad.

Los habitantes de Carrizalillo los dejaron en el lugar donde los encontraron esperando a que las autoridades les informen cuándo subirán para recoger los restos, excavar y seguir buscando fosas.

La familia Peña Celso no fue desplazada por el crimen sino por las autoridades, afirman.

De los desplazados por la violencia en Carrizalillo, que se refugian en Iguala y que pertenecen a la familia Peña Celso, el grupo que respalda al presidente del comisariado informó que estas personas abandonaron la comunidad luego de un operativo implementado por corporaciones de seguridad federal el 21 de octubre del año pasado, y no por presiones de la delincuencia.

A los reporteros mostraron un video que se grabó desde un helicóptero y que presuntamente corresponde a un operativo en el que participaron policías federales, gendarmes, militares y marinos.

En las imágenes, que ellos consiguieron en internet, se observa cómo los uniformados catearon casas que, a decir de los pobladores de Carrizalillo, eran de la familia Peña Celso, mismas que actualmente están abandonadas.

Dijeron que en ese operativo fueron detenidas seis personas y unos 30 miembros de la familia Peña Celso huyeron a Iguala donde, denunciaron, se refugian y se hacen pasar por desplazados por la violencia.

Uno de ellos explicó que el operativo implementado por las autoridades federales se realizó en el marco de las acciones para buscar a los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014.

“Podría decirse que fuimos los únicos beneficiados por los lamentables hechos de Iguala, porque gracias a eso vinieron muchos policías en helicópteros y catearon las casas de estas personas, detuvieron a algunos y otros escaparon a Iguala”.

Explicó que cuando la familia Peña Celso estaba en Carrizalillo, los pobladores vivían con miedo, pues los supuestos desplazados forman parte de los Guerreros Unidos, quienes se encargaban de cobrar derecho de piso y levantar a vecinos de Mezcala.

Comentó que los habitantes de Carrizalillo estaban obligados a participar en los filtros de los sicarios que estaban al servicio de la familia Peña Celso, y quienes se negaban tenían que pagar 400 pesos de sanción o ser castigados “a tablazos”.

A los habitantes de Amatitlán y Tenantla, dijeron que no les permitían bajar a Mezcala para surtirse de alimentos, y a quienes lograban pasar Carrizalillo, de regreso les quitaban sus despensas.

“A nosotros nos aislaron totalmente, no nos dejaban bajar por comida, cuando llegábamos aquí (Carrizalillo) nos regresaban, y no era opcional, teníamos que regresar, y se burlaban de nosotros, decían que con nosotros no gastarían balas porque nos íbamos a morir de hambre”, contó un habitante de Amatitlán.

Recordó también que un niño de esa comunidad enfermó, por lo que su padre intentó trasladarlo a Chilpancingo, pero cuando llegó al filtro de Carrizalillo lo regresaron, y a pesar de que explicaba que el menor iba enfermo no le permitieron el paso, por lo que el niño murió.

Para sobrevivir, contó que los pobladores compartían sus cosechas de maíz, chile y tomate, mientras que algunos se aventuraban a caminar cuatro horas hasta Mezcala, entre las veredas, para conseguir alimentos.

Los pobladores acompañaron a los reporteros a un recorrido por las casas, ahora deshabitadas, de la familia Peña Celso, mismas que fueron cateadas por policías federales y gendarmes en el operativo del 21 de octubre de 2014, según consta en un video.

En al menos cinco de las 10 de casas que están vacías había impactos de bala que, a decir de los pobladores, resultaron de los enfrentamientos entre miembros de la familia Peña Celso y grupos rivales.

Incluso, dentro de la última casa que se visitó se observaron casquillos percutidos de un arma larga; además, en el inmueble hay un túnel que comunica a una barranca, “por ahí se escaparon varios el día del operativo”, contó uno de los habitantes.

De los señalamientos en su contra en el sentido de que quienes respaldan al presidente del comisariado ejidal pertenecen a Los Rojos, dijeron estar en la disposición de ser investigados para desmentir esas acusaciones.

Uno dijo que la noche del 27 de septiembre del 2014 llegó a Carrizalillo un grupo de aproximadamente 30 sicarios de Guerreros Unidos de Iguala, quienes ingresaron a la comunidad a bordo de camionetas de lujo, portando chalecos antibalas, granadas y armas de alto poder. Foto: Cuartoscuro
Uno vecino dijo que la noche del 27 de septiembre del 2014 llegó a Carrizalillo un grupo de sicarios, quienes ingresaron a la comunidad a bordo de camionetas de lujo, portando chalecos antibalas, granadas y armas de alto poder. Foto: Cuartoscuro

BÚSQUEDA DE LOS 43

Ayer en una visita a la comunidad del municipio de Eduardo Neri, algunos pobladores que pidieron a los reporteros que acudieron no revelar su identidad debido al hostigamiento que tienen de la delincuencia organizada, dijeron que hay indicios de que los estudiantes pudieron ser llevados a ese lugar luego de los ataques que sufrieron en Iguala entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre del 2014.

Las personas a las que se entrevistó forman parte del grupo que defendió al presidente del Comisariado Ejidal Ricardo López García, a quien el miércoles policías federales intentaron detener y que fueron retenidos por los vecinos junto a un presunto halcón del grupo criminal Guerreros Unidos.

Uno dijo que la noche del 27 de septiembre del 2014 llegó a Carrizalillo un grupo de aproximadamente 30 sicarios de Guerreros Unidos de Iguala, quienes ingresaron a la comunidad a bordo de camionetas de lujo, portando chalecos antibalas, granadas y armas de alto poder.

Agregó que este grupo de sicarios pertenecen al grupo criminal Los Peques, a quienes identifican como el brazo armado de Guerreros Unidos, que en Carrizalillo está a la cabeza la familia Peña Celso, de la que uno de sus integrantes fue retenido junto a policías federales.

Expuso que esa noche algunos pobladores vieron trabajar una retroexcavadora, que dos montículos de tierra que había afuera del panteón del pueblo, destinados al aplanamiento de una calle, desaparecieron, porque la mañana del 28 de septiembre ya no estaban.

Comentó que el pasado miércoles cuando retuvieron a nueve policías federales y a Modesto Onofre Peña Celso, presunto halcón de Guerreros Unidos, éste confesó que en los cerros de Carrizalillo hay fosas, en donde sepultaron los cuerpos de sus víctimas.

Dijo que la revelación de Onofre Peña, así como los ataques en contra de los estudiantes la noche del 27 de septiembre del 2014, los hace suponer que los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos fueron llevados a Carrizalillo, y probablemente se encuentren en las fosas de las que habló Peña Celso.

Luego de una operación en la que participaron gendarmes, policías federales, militares y marinos en Carrizalillo, el 21 de octubre del 2014, en donde detuvieron a integrantes de la familia Peña Celso, a quienes vinculan con los Guerreros Unidos, éstos abandonaron la comunidad y se refugiaron en Iguala.

El 22 de octubre del 2014 se publicó en estas páginas que una comisión de los padres de los estudiantes se trasladó a ese poblado a buscar a sus hijos, porque recibieron una llamada anónima que les informó que un grupo de jóvenes estaba retenido ahí.

Los habitantes de Carrizalillo explicaron que antes de la operación del 21 de octubre, Guerreros Unidos difundió el rumor de que en cualquier momento llegarían al pueblo los padres de los 43 normalistas y estudiantes de Ayotzinapa, para buscar por la fuerza a sus hijos.

Recordó que los padres de los normalistas no subieron a Carrizalillo, situación que consideró prudente porque en esas fechas aún había presencia de sicarios de pistoleros de Guerreros Unidos, y no fue hasta después de la operación del 21 de octubre del 2014 que los vecinos de esa comunidad dejaron de ser sometidos por la delincuencia, porque se organizaron.

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