Reportan primer caso de una persona adicta al krokodil en Puerto Vallarta, Jalisco; se trata de una joven de 17 años

01/12/2013 - 10:13 pm

Ciudad de México, 1 de diciembre (SinEmbargo) .- Puerto Vallarta, centro turístico ubicado en el estado de Jalisco, presentó en los días pasados su primer caso registrado de una adicta a la droga krokodil, conocida por las graves lesiones que provoca en el cuerpo.

El anuncio lo dio José Sotero Ruiz Hernández, funcionario del Instituto Nacional de Migración (INM), quien detalló que una joven de 17 años acudió a las instalaciones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) local con laceraciones en los genitales.

“Hay un caso que nos tocó ver en el Seguro Social: la chava que consumía esta droga, en sus partes nobles tenía una infección y ya tenía podrido; no era por relaciones sexuales, explicó que tenía dos meses consumiendo krokodil. Tiene 17 años de edad. La joven dice que la venden igual que la cocaína en cualquier esquina”, recupera el sitio de noticias local Prensa Global.

“Droga que ya llegó a la Ciudad de México y hay evidencia que también a Vallarta, altamente adictiva y barata y se puede consumir de tres formas como cocaína, heroína y cristal”, dijo el funcionario.

En los últimos meses la sustancia de bajo costo y altos efectos secundarios llamada krokodil ha causado escándalo con su llegada a Estados Unidos y su frontera con México; sin embargo, la alerta se dio desde el año 2010 en Rusia. La llamada “nueva heroína” no sólo mataba a los adictos, sino que prácticamente se los comía vivos.

La alarma se dio desde los barrios más pobres de aquel país, sitios en donde se suelen conseguir las drogas más económicas y peligrosas, y no nada más de Rusia sino de cada nación alrededor del mundo.

En términos muy técnicos el krokodil es desomorfina, también conocida por su antiguo nombre comercial Permonid, la cual se obtiene de la reacción entre el cloruro de tionilo y la codeína, ésta última, sustancia que puede encontrarse en medicamentos como jarabes para la tos.

A partir de estas medicinas, se mezcla con yodo y fósforo rojo -que sale de cajas de cerillos- y se le hace reaccionar con fuego.

La dosis final, que se inyecta al igual que la heroína, puede tener un costo equivalente a un dólar o 10 pesos mexicanos.

Los efectos más visibles que provoca la droga es que “seca y expone la carne viva, y da apariencia escamosa a la piel antes de disolverla”, dijeron expertos de Phoenix al hallar los primeros casos.

Su facilidad para prepararse de manera casera y conseguirse a bajo precio la vuelve una de las drogas más peligrosas, por lo que especialistas y activistas rusos han expresado que es necesario mostrar al público los terribles efectos a los que se expone el consumidor.

 

 

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