Los 2 años de PRI en Los Pinos aceleraron el declive del PRD, afirman analistas

01/12/2014 - 12:03 am
El PRD se desdibujó en dos años del PRI en el poder. Foto: PRD
El PRD se desdibujó en dos años del PRI en el poder. Foto: PRD

Ciudad de México, 1 de diciembre (SinEmbargo).- Durante los dos primeros años de Enrique Peña Nieto en la Presidencia de la República, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) vivió un acelerado declive que culminó con la renuncia de su fundador y líder moral, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.

No es que el PRD iniciara su caída con Peña Nieto, porque con él los perredistas “llegaron domesticados”, pero con la firma del Pacto por México, “Los Chuchos” o Nueva Izquierda, (NI) la “tribu” más fuerte al interior del partido liderada por Jesús Ortega Martínez, subordinaron totalmente a la fuerza política al Partido Revolucionario Institucional (PRI), dijo Telésforo Nava Vázquez, investigador y experto en la izquierda mexicana de la Universidad Autónoma Mexicana (UAM).

“Los Chuchos se adueñaron desde hace mucho del partido. El PRD, cuando surge, fue objeto de una persecución terrible que hizo Carlos Salinas de Gortari; asesinaron a más de 300 militantes del PRD y había un golpeteo diario en contra de Cárdenas. Pero en 1994-1995 Porfirio Muñoz Ledo, [René] Bejarano y Los Chuchos empiezan a pactar con el PRI y a entrar a ese régimen de los partidos y subordinarse al gobierno. Con Peña Nieto llegan ya muy domesticados, Los Chuchos se subordinan y Peña les sabe corresponder porque desde el poder los ha estado protegiendo”, explicó el investigador.

Nava recordó que la subordinación del PRD al PRI no es responsabilidad completa de Jesús Zambrano Grijalva, ex presidente del partido y quien firmó el 2 de diciembre de 2012 e Pacto por México con los priistas y panistas.

La sumisión del partido al poder forma parte de un proyecto político que inició desde el interinato de Guadalupe Acosta Naranjo y que tomó fuerza entre 2008-2011 con Jesús Ortega Martínez, el líder de “Los Chuchos” o corriente Nueva Izquierda (NI), dijo.

“Ya no es el PRD que se fundó en 1989. Si se leen los documentos de su fundación y lo que se planteaba y se ve en la práctica de hoy, la lucha por una democratización del país hace rato que se dejó y no sólo son ‘Los Chuchos’ y los bejaranistas, todos andan tras el billete, los elevados salarios, el glamour del poder. A ellos no les interesa que el partido elabore un programa para llevar al pueblo a la lucha para cambiar la situación que significa el PRI”, explicó.

Nava indicó que el PRD se convirtió en un botín que las diferentes “tribus” pelean y se reparten y donde hoy el PRI juega un papel importante.

“Se instituyó la frase ‘acuerdo mata estatuto’, la ley en el PRD no sirve para nada, las bandas se ponen de acuerdo, pasan sobre el estatuto e imponen la ley de las bandas. La dinámica del partido es de subordinación absoluta a la política de Peña Nieto”, comentó.

Salvador Mora, profesor investigador de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo hace unos meses, en vísperas de que Zambrano dejara la dirigencia del PRD, que el partido negociador se agudizó con Acosta Naranjo.

“Desde la presidencia de Acosta Naranjo se vio a un PRD negociador, un partido con un acercamiento al poder por una cuestión política y electoral para obtener beneficios políticos. Triunfos electorales que han tenido una aprobación por el gobierno en turno”, dijo.

Héctor Quintanar, especialista de la Facultad Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), coincidió que fue el Pacto por México el rasgo distintivo que selló el proyecto político de “Los Chuchos” para el PRD.

“Hacer pactos con sus enemigos históricos, olvidándose que una buena parte del PRD nació como una incisión del PRI [Partido Revolucionario Institucional], olvidando sus propios orígenes se fueron a los brazos de los priistas y se desdibujaron, hay bastantes signos que lo confirman”, indicó Quintanar.

Para el especialista de la UNAM el PRD se perdió en un afán de “quedar bien con todos” y se olvidaron de su misión de defender su posición ideológica.

Virgilio Bravo Peralta, director del Centro de Negociación, Mediación, Conciliación y Arbitraje (CENCA) del Instituto Internacional de Estudios de Derecho y Jurisprudencia (IIEDJ), la crisis del PRD y su debacle viene por las malas prácticas al interior del partido y culpar al Pacto por México de lo sucedido, no es del todo justo.

“La debacle del PRD empezó cuando hay un pleito entre Andrés Manuel López Obrador y otros dirigentes. Se da la renuncia de Obrador y el arribo de Los Chuchos, un liderazgo identificado con ciertas prácticas políticas del pasado. Luego la hecatombe de Iguala y la secuela es la renuncia de Cárdenas”, dijo.

Luis  Miguel Pérez Juárez, profesor Investigador de la Escuela de Graduados en Administración Pública y Política Pública del Tecnológico de Monterrey, el problema se generó al interior del PRD.

“Ha sido un concurso de torpezas, estupideces y errores. Hoy hay un perredismo anulado”, dijo.

EL PARTIDO SATÉLITE

Desde el Pacto por México, el PRD se convirtió en un partido satélite: analistas y perredistas. Foto: Cuartoscuro
Desde el Pacto por México, el PRD se convirtió en un partido satélite: analistas y perredistas. Foto: Cuartoscuro

Durante los primeros meses del Pacto por México, la división interna alrededor de la participación de Zambrano en el acuerdo, se dio principalmente por el desacuerdo de la tercera fuerza más importante al interior del partido, Izquierda Democrática Nacional (IDN) que lidera René Bejarano Martínez y otras más pequeñas como Movimiento Progresista del ex Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubón.

Marcelo definió a mediados de 2013 al PRD de Jesús Zambrano como un partido “satélite” del gobierno de Peña Nieto y en crisis con su identidad.

“Todo es control, todo lo están cerrando, porque es más importante el control que el desempeño electoral. Es más importante el control de un partido que ganar las elecciones presidenciales de 2018”, sostuvo Marcelo en entrevista con SinEmbargo.

“Ellos tienen una idea de continuidad que para explicarlo como debe ser, se piensan como una especie de coalición con el PRI, como si fuéramos un gobierno de coalición, están atrapados por un lado. Si le va razonablemente bien al PRI y sobre todo al Presidente de la República en lo que está haciendo, pues en la elección va a ser el PRI el Presidente de la República, no el PRD”, dijo.

Para Ebrard el PRD estaba tan cerca del PRI, que era difícil diferenciarlo y la continuidad de la dirigencia de Nueva Izquierda o “Los Chuchos”, sólo atraería una marginación política como ocurrió el 7 de julio de 2013.

“Se nos olvida pero, este año Veracruz, zona de desastre, Quintana Roo. Veracruz ya perdió más de un millón de votos de 2012 a 2013 por una serie de decisiones que se tomaron por parte de la dirigencia del PRD nacional. Entonces va haber un declive muy fuerte. El PRD, como principal fuerza de la izquierda, si sigue con esta línea estratégica de continuidad de acuerdos con el PRI va a marginarse, va a estar debajo del 10% en el año 2015. Digo esto porque en 2009 estuvieron en 12% y así, si te vas a cada elección, te vas a dar cuenta de que se les cae la votación, entonces con un PRD pegado al PRI se va acelerar la caída”, indicó.

Carlos Sotelo García, cuando era candidato a la presidencia nacional del partido, aseguró que “Los Chuchos” tomaron al PRD de un tamaño y lo entregan de otro.

“En un tramo de cinco años hemos perdido las gubernaturas de Zacatecas, Michoacán, Chiapas, Baja California Sur, el ayuntamiento de Cancún, Quintana Roo, hemos perdido al principal líder de las izquierdas en México, Andrés Manuel López Obrador, que decidió separarse e irse a formar otro partido político. Hemos perdido en estos cinco años la confianza de varios sectores de la sociedad, de movimientos, liderazgos, sindicatos. El PRD vive una crisis muy severa, que nos ha dañado, deteriorado de forma importante –frente a otras crisis que el partido ha vivido– es muy seria y grave”, aseguró.

Pero Jesús Zambrano siempre negó los señalamientos que sus compañeros del partido le hicieron en torno al acercamiento de la fuerza política con el PRI.

En abril de este año, ya aprobada la Reforma Energética y el Pacto por México concluido, Jesús Zambrano Grijalva defendió el acuerdo que firmó en diciembre de 2012 con los panistas y priistas y se definió como un “revolucionario reformista”.

Zambrano Grijalva participó en una mesa de debate con representantes de República Dominicana, España e Italia, sobre si es posible o no acceder al poder pactando con sus adversarios electorales, en el Encuentro Nacional la Izquierda Democrática que organizó la dirigencia nacional apoyado en Jesús Ortega Martínez, líder de Nueva Izquierda (NI) o “Los Chuchos” en el World Trade Center (WTC).

“Todo lo que  fue nuestra participación durante un año en el Pacto por México, fue siempre cuestionado por otro sector del partido y de la izquierda, diciendo que le estábamos haciendo el caldo gordo a la derecha, a [Enrique] Peña Nieto, que estábamos ayudando a que incluso sacara las reformas estructurales y energéticas, cuando nosotros nunca aprobamos absolutamente nada que le hiciera mal a la población”, dijo Zambrano.

El perredista siguió: “Como yo lo he dicho en otros momentos cuando me lo han preguntado, la última en una  reunión donde había muchos empresarios que me preguntaban: ‘¿Y qué sacó el PRD? ¿Y que ganó el PRD por su participación en el Pacto por México?’, y yo les dije: ‘Yo creo que está mal formulada la pregunta, porque hay que preguntarse más bien ¿Qué gano el país con acuerdos que se pudieron construir con distintas fuerzas?’. Creo que ganó mucho, y justamente cuando no hubo acuerdos, que fue con lo de la Reforma Energética, es cuando creo le  puede ir mal al país”, dijo Zambrano.

El perredista, acompañado sólo de algunos representantes la academia y con la ausencia de otros liderazgos del PRD distintos a la corriente Nueva Izquierda, reconoció que el Pacto por México se quebró porque el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Acción Nacional (PAN) decidieron impulsar la privatización de los hidrocarburos.

Zambrano dijo que tanto el PAN como el PRI traicionaron lo que “habían firmado” en el Pacto: la necesidad de una Reforma Energética sobre la base preservar la propiedad absoluta del Estado mexicano sobre los hidrocarburos.

Sin embargo y a pesar de ese quiebre, Zambrano puso de ejemplo al acuerdo que firmó con el PRI, PAN y gobierno federal, para sacar adelante las reformas estructurales, que según él, le hacían falta al país.

“Yo creo que siendo la vía de las reformas el único camino  para transformar la  vida de un país, hoy se puede ser revolucionariamente reformista, hoy se puede ser radicalmente reformista para propiciar reformas que vengan a modificar de fondo situaciones intolerables para la vida de un país”, dijo.

Zambrano Grijalva justificó la participación del Sol Azteca en el Pacto por México con la Reforma Fiscal y Hacendaria que aprobó en el Congreso de la Unión, así como la Reforma en Telecomunicaciones, donde aseguró se incluyó la voz de la izquierda mexicana.

El presidente del PRD dijo que abandonó la idea de una “revolución con las armas”, como en la que participó hace 40 años y donde se ganó el apodo de “El traga balas”, debido a un balazo que recibió en la boca, y se convirtió en un “revolucionario reformista”.

“En mi caso concreto, que provengo de una experiencia  en la que hace más de 40 años nos jugamos la vida con las armas en la mano pensando que ese era el camino, el de la confrontación y de la lucha armada para transformar al país; hoy igualmente soy me declaro radicalmente reformista, revolucionariamente reformista”, dijo.

Antes de dejar la presidencia nacional, Zambrano aseguró que no dejaba un partido en crisis.

“Yo no me voy dejando un partido en crisis. Sostengo que el PRD no está en crisis: sostengo que el PRD vive una complicada situación en un escenario muy complejo del país en el debemos tener una estrategia que nos permita enfrentar sumando todas las formas que se puedan de la sociedad para echar abajo la reforma energética. Nos critican y llenamos dos veces el Zócalo en noviembre y en enero y nosotros estuvimos al frente encabezando esas movilizaciones. ¿Qué movilizaciones encabezan los críticos? Por cierto, a algunos de ellos no los vi ni en noviembre ni en enero en el Zócalo”, dijo.

Zambrano aseguró que su partido no vivió un proceso de desdibujamiento, sino de “dibujamiento” de una nueva forma de ser oposición en el país.

“Me parece que, insisto, que quienes critican y quieren ver solo la parte negativa para decir: “la única salvación soy yo”, se están equivocando. Yo digo que ese tipo de críticas de las más atroces son una especie, una forma de patear el pesebre””, indicó.

Un mes después de su salida, el fundador del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano se fue y su renuncia dejará la puerta abierta para que líderes y cuadros abandonen también al partido, dijeron hace unos días analistas políticos y perredistas de distintas corrientes internas.

CÁRDENAS DESPUÉS DE DOS AÑOS DE LUCHA

Después de 25 años de lucha, el líder moral Cuauhtémoc Cárdenas renunció. Foto: Cuartoscuro.
Después de 25 años de lucha, el líder moral Cuauhtémoc Cárdenas renunció. Foto: Cuartoscuro.

Hace una semana, el martes 25 de noviembre por la noche, después de advertencias y llamadas a enmendar el camino a los dirigentes el PRD, el líder moral de la fuerza política decidió hacerse a un lado: Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano envió su carta de renuncia al partido que fundó.

Fueron innumerables las ocasiones que Cárdenas, el hombre que nació en Los Pinos y que heredó el legado del ex Presidente Lázaro Cárdenas del Río, advirtió en el último año y medio que el PRD había perdido el rumbo.

En noviembre del año pasado, Cárdenas se presentó en el Congreso Nacional de Oaxtepec Morelos donde se modificaron los estatutos y ahí, dio uno de los discursos más encendidos que recuerdan hasta hoy los perredistas. Ese día se plantó frente al entonces presidente nacional Jesús Zambrano Grijalva y le dijo que el partido que dirigía apoyó al “entreguismo” durante los últimos años.

Después de que los abucheos en contra de Zambrano se calmaron, Cárdenas tomó la palabra para decir que las divisiones al interior del partido podrían contribuir a que “la representación de la izquierda mexicana, que la gente reconoce, quede en fuerzas que han venido trabajando sin definición ideológica, sin verdadero proyecto nacional consciente o inconscientemente, apoyando al entreguismo”.

Cárdenas prosiguió: “estas contradicciones nos desacreditan, nos debilitan, nos desdibujan. Ninguna ventaja ha sacado el PRD, salvo alguna posición burocrática y no política y por cierto menor”.

El día del 25 aniversario del partido, el 5 de mayo de este año, antes de subir al estrado para dar su discurso a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano le llovieron las porras.

Ese día Cárdenas fue el único líder de masas del PRD que acudió a la ceremonia, después de que durante los últimos años ignoró el cumpleaños del partido que fundó en 1989.

Pero Cárdenas no acudió a la cita en vano. Ese día lo aprovechó para decirle a los dirigentes del PRD que se estaban equivocando.

Cuauhtémoc habló y lo hizo para hacer declaraciones que el propio Zambrano Grijalva negó una y otra vez en el pasado: que el PRD es un partido desdibujado, que nada tiene que ver con aquel que se fundó en 1989. Incluso el ingeniero criticó a quienes pactan y hacen alianzas basándose en el discurso de una izquierda “moderna” y “alejada del radicalismo”.

“A 25 años de distancia es oportuno preguntarnos, qué tan cerca o que tan lejos estamos de nuestro propósito original. Yo respondería que nos encontramos más lejos que cerca de lo que nos propusimos y nos comprometimos hace 25 años, son responsables los poderes fácticos y todos los que formamos parte de nuestra organización”, dijo.

Cárdenas prosiguió: “El ciudadano común nos ve hoy, como una buena parte de nosotros mismos, igual que los demás partidos políticos, iguales que todos los políticos. Los partidos, los representares populares, lo que la gente llama la clase política está inmersa en una crisis de credibilidad y enfrenta un enorme desprestigio; el PRD ha caído en la distorsionante práctica de tomar sus grandes decisiones en base a cuotas, el debate de ideas no es una práctica cotidiana y los principios se hacen a un lado para hacer alianzas con los que piensan y actúan en contra de los principios del PRD”.

Cuauhtémoc aseguró que para que el Sol Azteca recupere su credibilidad perdida, deberá recuperar la ética en su vida interna.

“Solamente al régimen entreguista y neoliberal le sirve ese discurso que dicen que hay que ser una izquierda moderna y alejada del radicalismo. Los principios no son una moda, es mejor pasar por anticuados, que ceder ante los vende patrias”, dijo Cárdenas.

Algunos de los asistentes aplaudieron y celebraron el discurso de Cárdenas, mientras que otros gritaron: “¿Oyeron chuchos?”.

Antes de su renuncia Cárdenas escribió una misiva a la dirigencia del PRD: dijo que el partido estaba en un proceso de descomposición, podrido por la corrupción y pidió la renuncia de Navarrete y del resto de los dirigentes.

“Está a punto de disolverse o de quedar como una simple franquicia político electoral, subordinada a intereses ajenos a los de su amplia base militante, a partir de encontrarse inmerso en un ya largo proceso de pérdida de autoridad moral como institución y de pérdida de autoridad moral de sus dirigentes; de disminución creciente de su militancia en toda la República”, sostuvo en la misiva.

Pero Navarrete rechazó el llamado de Cárdenas y calificó la solicitud de su renuncia como un sin sentido, pues sólo es válida al menos que se busque que el PRD no participe en las elecciones de 2015.

El dirigente indicó que era la tercera vez que Cárdenas pedía la renuncia de la dirección: en 2000, 2004 y 2014.

Hace unos días Navarrete contestó a los medios de comunicación que los liderazgos que evalúan su salida del partido, no renunciarán, pues hace mucho no están involucrados en la vida del Sol Azteca.

“No veo una desbandada, quizá algunos estén pensando retirarse, los que ya están ausentes de la vida del partido. Algunos andan en el extranjero de vacaciones, tienen meses, años, nadie se va de dónde no esta”, indicó.

Carlos Navarrete también recordó que los fundadores del partido no fueron cinco personas, sino 349, entre ellos él.

“[Porfirio] Muñoz Ledo se fue del PRD porque Cárdenas le ganó la candidatura en el 2000. Rosarios Robles se fue por los escándalos de 2004, Andrés Manuel se fue a fundar su partido a imagen y semejanza y Cárdenas se va diciendo que no comparte el rumbo del PRD, pero ninguno de  los que se han ido desde 1992 a la fecha, han logrado que el PRD desaparezca, no lo lograrán ahora”,aseguró.

El presidente nacional adelantó que no tiene ninguna intención de renunciar a la dirigencia del PRD y que con la salida de Cárdenas se cierra un ciclo de 25 años de construcción de partido y se abre uno nuevo, donde se renovará y reformará con todos sus funcionarios públicos, gobernadores y dirigentes perredistas.

LA GENERACIÓN DEL MAYOR FRACASO

El sábado pasado en el marco del Segundo Pleno Extraodinario del IX Consejo Nacional del Sol Azteca, Carlos Navarrete Ruiz llamó a los miembros de la fuerza política a dejar las pugnas entre corrientes y reconoció que de lo contrario “seremos la generación del fracaso de la izquierda partidaria”.

“Necesitamos cambiar la dinámica de la disputa entre corrientes. Si no cambiamos, nos iremos debilitando más y nuestros electores cambiarán de preferencia. Es mejor que lo entendamos y actuemos en consecuencia. Este esfuerzo no puede ser de unos cuantos”, dijo Navarrete.

El dirigente lamentó la renuncia del fundador del partido, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y por primera vez desde que Cárdenas planteó la necesidad de la renuncia de la dirigencia actual, Navarrete reconoció que si los dirigentes no pueden con la crisis, no merecen ocupar el liderazgo de la fuerza política.

“Si los dirigentes no estamos a la altura de las circunstancias no tenemos derecho a seguir dirigiendo este partido. Lo digo con claridad, o corregimos el rumbo y recuperamos la ética y la autoridad política lastimadas, o seremos la generación responsable del mayor fracaso de la izquierda partidaria mexicana”, dijo.

René Bejarano Martínez dijo que es necesaria la renuncia de Navarrete para recuperar el rumbo perdido.

“El PRD necesita una nueva dirección provisional de consenso para enfrentar la situación actual, pero junto con el cambio de personas, nuestro partido demanda un cambio de rumbo en su estrategia y línea política para enfrentar la emergencia nacional, y una transformación en su vida interna para cerrarle el paso a la impunidad, las protecciones, y a nuevos casos como el de Iguala”, dijo.

Bejarano indicó que el partido debe ser independiente del régimen, para ser una alternativa para la población.

El perredista agregó que si no hay un cambio de rumbo, los resultados en 2015 y en 2018 “nos van a golpear en la cara”.

La coalición de Izquierda a la que pertenecen los senadores Miguel Barbosa Huerta y Alejandro Encinas, coincidió con Bejarano y solicitaron la renuncia de Navarrete Ruiz y de todo el Comité del PRD, el nombramiento de una dirección interina, una convocatoria a un Congreso Nacional refundacional para la reforma de documentos básicos y elecciones nacionales limpias y confiables en todos los ámbitos de dirección.

“La renuncia del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas representa el mayor golpe que ha tenido el partido en su historia. La respuesta que la dirección nacional dio a las propuestas presentadas por el ingeniero a sus señalamientos, a la iniciativa de trabajar para modificar de fondo los problemas estructurales del partido, fue recibida con oídos sordos, por la sencilla razón de que afecta sus intereses. Es una demostración de que no existe en esta dirección ni interés ni voluntad para iniciar un proceso de transformaciones de la envergadura que se requiere”, señaló la Coalición.

Pero Navarrete y la dirección nacional del partido actual, están resueltos a mantenerse en su puesto. Lo que queda del partido después de los dos últimos años de acuerdos y negociaciones con el PRI, está en sus manos.

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