Ciudad de México, 1 de diciembre (SinEmbargo).- El dólar cerró en 13.94 unidades a la venta, su mayor nivel en 29 meses, lo que implicó para el peso un retroceso de 3.35 centavos, equivalente a 0.24 por ciento, según infomó el Banco de México (Banxico).
La moneda nacional lleva cuatros sesiones consecutivas a la baja, en las que ha acumulado una caída de 2.14 por ciento y de más de 6 por ciento en lo que va del año.
El dólar libre alcanzó este lunes una cotización máxima a la venta de 14.25 pesos, un incremento de cinco centavos respecto al cierre del viernes previo, en tanto que la menor a la compra se situó en 13.40 pesos, en sucursales bancarias de la capital mexicana.
A pesar de la depreciación que ha mostrado el peso en los últimos días, México es uno de los países mejor preparados para enfrentar la volatilidad de los mercados internacionales, así aseguró el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Luis Videgaray Caso.
“Hoy se reconoce a la economía de México como una de las economías emergentes con un manejo más prudente de sus finanzas públicas, de su política macroeconómica, y sin duda uno de los países que está mejor preparado para enfrentar la volatilidad de los mercados internacionales”, expuso.
En entrevista con Grupo Radio Fórmula, recordó que México cuenta con una línea de crédito flexible con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la cual acaba de ser renovada la semana previa, lo que se traduce en 70 mil millones de dólares adicionales de liquidez, aunados a los más de 190 mil millones que se tienen en las reservas internacionales.
Explicó que se observa una recuperación del crecimiento económico, con perspectivas positivas en sectores como el de la construcción, el comercio y la manufactura de exportación, la cual observa mayores incrementos en los últimos meses, lo que da una mejor perspectiva de crecimiento.
En cuanto a los fundamentos que determinan la estabilidad, el funcionario expuso que el país tiene una deuda pública baja, una cuenta corriente manejable, inferior al de los países emergentes, y un marco de política económica robusto.
Lo anterior, dijo, distingue a México como uno de los países mejor preparados para enfrentar un entorno internacional que será complejo para las economías emergentes en los próximos meses.
El funcionario federal estimó además que si las condiciones lo permiten y así lo aprueba el Congreso, algunos impuestos podrían bajar, lo cual podría darse a partir de 2016.
Ello, aclaró, “siempre y cuando las condiciones de las finanzas públicas lo permitan, siempre y cuando cumplamos las metas de déficit público y de recaudación, que la actividad económica lo permita”.
Argumentó que ya se comienza a ver la llegada de inversiones ante las reformas estructurales aprobadas y ejemplificó el sector de las telecomunicaciones, así como el energético.
“Es un proceso que ya empezó, que está en marcha, la implementación de las reformas es una de las prioridades fundamentales”, argumentó.
Sobre el mercado cambiario, dijo que el peso mexicano ha sido una de las monedas emergentes que se ha depreciado menos en lo que va de este año.
Abundó que al cierre del pasado viernes el peso mexicano se depreció frente al dólar 6.7 por ciento acumulado en el año, mientras que en Brasil se ha perdido 9.0 por ciento y en Chile 15 por ciento.
“Es un fenómeno que está ocurriendo en todos los países emergentes y naturalmente en los últimos días hay cierta correlación en el precio del petróleo, la reducción importante que vimos en el precio del petróleo los últimos días con el peso mexicano; lo importante es que está funcionando el mercado cambiario”.
En ese sentido, continuó, el mercado cambiario funciona bien, tiene una amplia liquidez y absorbe los choques externos que se reflejan en la economía real y mientras el mercado cambiario tenga orden y liquidez las autoridades no lo intervendrán.
“El mercado está funcionando bien, está cumpliendo su propósito, el tipo de cambio flexible nos ha funcionado bien durante los últimos 20 años y este año no ha sido do la excepción, la prioridad de la autoridad a través de la Comisión de Hacienda integrada por el Banco de México es que el mercado cambiario sea ordenado, que tenga suficiente liquidez, lo cual lo tiene”, insistió.
TODO ESTA BIEN: EL FMI
En una declaración difundida en el marco de la reciente aprobación de un nuevo acuerdo de la Línea de Crédito Flexible (LCF), el subdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), David Lipton, dijo que las recientes reformas adoptadas “robustecen el potencial de crecimiento de largo plazo de México”.
“Al mejorar la competencia económica, reducir las fricciones en el mercado laboral y promover la inversión, se espera que las reformas impulsen la productividad y la producción en el mediano plazo”, destacó el directivo.
La línea por 70 mil millones de dólares está diseñada para la prevención de crisis, debido a que ofrece la flexibilidad de una línea de crédito que se puede utilizar en cualquier momento que el país lo requiera.
Lipton hizo notar que aunque la recuperación del crecimiento de México se ha apoyado en una fuerte demanda externa, las políticas macroeconómicas han contribuido a la recuperación y a crear espacios para su aplicación.
Indicó que el reconocimiento de que México ha manejado su economía de manera prudente, con regulaciones transparentes y favorables a la inversión extranjera y con mercados financieros abiertos y líquidos, “ha fomentado los flujos financieros de cartera en los últimos años”.
Lipton apuntó que si bien los fuertes lazos del país con la economía global atestiguan la fortaleza de la economía mexicana, los mismos aumentan su exposición a riesgos externos que pudieran llevar a una reversión de flujos de capital en los mercados emergentes.
Explicó que fue en este contexto, y a solicitud de las autoridades, que el Directorio Ejecutivo del FMI aprobó este nuevo acuerdo bajo la LCF, el cuarto desde que el primero fue aprobado en abril del 2009 y que fue renovado en 2010, 2011 y 2012.
De acuerdo con el número dos del fondo, la LCF continuará desempeñando un papel importante en apoyar la estrategia macroeconómica de las autoridades al proveer un seguro contra riesgos globales y apuntalar la confianza de los mercados.
“Las autoridades continuarán evaluando el entorno global y planean reducir el monto de acceso en acuerdos subsecuentes bajo la LCF. Ello, condicionado a una reducción en los riesgos globales que afectan a México”, enfatizó