Este año, la afluencia de migrantes ha disminuido por la aplicación del Programa Frontera Sur, sin embargo, la Casa del Migrante en Saltillo reporta un mayor trabajo por la gran cantidad de violaciones a derechos humanos que vive esa población en todo el país y en Coahuila.
Ciudad de México, 1 de diciembre (SinEmbargo/Vanguardia).- El 80 por ciento de las personas migrantes que llegan a Saltillo sufrieron violación a sus derechos humanos por parte de la ciudadanía y de autoridades municipales, estatales y federales, señaló el director de la Casa del Migrante de Saltillo, Alberto Xicoténcatl Carrasco.
“Aproximadamente el 80 por ciento de la población migrante ha sufrido algún tipo de violencia. La violencia entendida desde un arco amplio: gente que apedrea el ferrocarril, hasta casos de violencia por parte de las autoridades”, dijo Xicoténcatl Carrasco.
El año pasado recibieron a alrededor de 6 mil personas en el albergue de migrantes, mientras que este 2015, según señaló Xicoténcatl, calcula que pueden ser aproximadamente 4 mil, pero recalcó que todavía no se cierra la estadística.
También informó que este año la afluencia de migrantes ha disminuido por la aplicación del Programa Frontera Sur, aunque reconoció que el trabajo sigue siendo mucho más que antes por la gran cantidad de violaciones a derechos humanos que vive la población migrante en todo el país y en Coahuila.
“Lo que tenemos en la Casa del Migrante es menos afluencia de gente, pero la mayoría con proceso de trámites ante la autoridad judicial, porque son sujetos de delitos como la trata de personas, intentos de homicidios, robos, extorsiones o amenazas”, puntualizó.
Aunque también explicó que no todas las personas que llegan a la Casa del Migrante tienen la posibilidad de compartir o quieren poner una denuncia judicial por la violación a los derechos humanos de que fueron objeto, por lo que el porcentaje puede ser mayor.
“Estamos teniendo un observatorio de violencia ahorita donde estamos dialogando de forma directa sin empezar una denuncia judicial, sino meramente para detectar qué es lo que está pasando en el recorrido”, detalló.
EN SALTILLO CRIMINALIZAN A MIGRANTES, MEXICANOS Y MUJERES
El Gobierno del Estado no ha encontrado la estrategia adecuada para erradicar las violaciones a los derechos humanos tanto de migrantes como de mujeres, niños y adolescentes, señaló Alberto Xicoténcatl Carrasco.
Consideró que las pláticas de sensibilización que se realizan son dirigidas únicamente a funcionarios de medio y alto nivel, sin embargo, la “gente de a pie” no recibe estas pláticas y es ahí donde se arruina todo, pues son ellos quienes violan los derechos humanos de la población.
Recordó que la Secretaría de las Mujeres realizó un diálogo directo entre sociedad civil, organismos de Procuración de Justicia y policías estatales, para abordar el tema de mujeres migrantes.
Aunque reconoció que fue una buena práctica, Xicoténcatl se pudo dar cuenta de la diferencia que hay entre un funcionario de nivel medio o alto a la gente que día a día se enfrenta con la población que atienden.
“Nos encontramos que tristemente la Policía del Estado sigue teniendo la idea de que una mujer es agredida por cómo se viste, de que una mujer permanece en la violencia porque quiere que la sigan manteniendo.
“El Estado no ha encontrado la fórmula estratégica e ideal para que sean, no únicamente los altos funcionarios los que tengan un discurso perfecto e impecable, sino que en la práctica, la gente de a pie: el policía estatal, municipal que lleva el arma, el que está en las calles o el personal de las ventanillas es el que debería tener ese tipo de capacitaciones”.
Lo anterior, consideró, debido que desde su propia mentalidad criminalizan a las víctimas, independientemente de si son migrantes, mexicanos o si son mujeres o adolescentes.
Dijo que son las poblaciones migrantes, mujeres, niños y adolescentes las más vulnerables y con quienes más se ensañan en la violación de sus derechos.
“Los trabajadores de las dependencias que conviven directamente con esta población son los que traen en su práctica cotidiana este tipo de pensamientos irracionales, que puede tener cualquier persona, pero no un servidor público”, concluyó.
