La firma Rasmussen Reports difundió este lunes un sondeo telefónico en el que el magnate inmobiliario Donald Trump obtuvo 41 por ciento de los votos frente al 39 por ciento alcanzado por la precandidata demócrata Hillary Clinton.
Ciudad de México, 2 de mayo (SinEmbargo).- Donald Trump, precandidato republicano a la Presidencia de los Estados Unidos, superó por primera vez a su rival demócrata, Hillary Clinton, en un sondeo realizado a nivel nacional, en el que se hace una proyección rumbo de las elecciones que serán celebradas en noviembre próximo.
La firma Rasmussen Reports difundió este lunes un sondeo telefónico en el que el magnate inmobiliario Donald Trump obtuvo 41 por ciento de los votos frente al 39 por ciento alcanzado por la precandidata demócrata Hillary Clinton.
Asimismo, el sondeo arrojó otros datos, entre los que destacan que el 16 por ciento de los encuestados preferiría votar por otro candidato que no sea ni Trump ni Clinton, aparte del cinco por ciento que se mostró indeciso al respecto. Y que Trump cuenta con el 73 por ciento de respaldo entre los votantes republicanos, mientras que Clinton cuenta con el 77 por ciento de los demócratas.
Además, según el mismo, el magnate lograría captar al 15 por ciento de los votantes que se identifican de manera tradicional con el Partido Demócrata, en contraste con el ocho por ciento que Hillary atraería de los votantes tradicionalmente demócratas.
Este sondeo, sin embargo, contradice a las demás encuestas publicadas hasta el momento en los Estados Unidos. Por ejemplo, según el centro de sondeos políticos RealClearPolitics, la otrora Secretaria de Estado vencería al empresario por 6.7 puntos porcentuales, es decir, una diferencia entre un 47.4 por ciento para Hillary y 40.1 por ciento para Trump.
Cabe destacar que la semana pasada Rasmussen efectuó otro sondeo, en el que a diferencia del actual, ambos precandidatos resultaron empatados con el 38 por ciento para cada uno.
El sondeo fue realizado dándole tres opciones a los encuestados, ya sea que votaran por Clinton, Trump, o se quedaran en casa durante el día de las elecciones. Dato curioso, sólo el seis por ciento mencionó tener preferencia por quedarse en casa.
Por otro lado, en otra encuesta realizada por Rasmussen en la que se pregunta acerca de las probabilidades de ambos precandidatos para ser designados como los representantes de sus respectivos partidos, el 91 por ciento de los demócratas confía en que Clinton resultará nominada, mientras que el 89 por ciento de los republicanos le apuesta a Trump.
Además, los hombres resultaron apoyar más a Trump que a Hillary, con una diferencia de un 48 por ciento frente a un 35 por ciento, respectivamente; en cambio las mujeres prefieren a la demócrata, con una diferencia de un 44 por ciento frente a un 34 por ciento, respectivamente.
En el caso de la población afroamericana, cabe mencionar que un 71 por ciento apoya a Hillary Clinton; todavía, el 45 por ciento de “otras minorías” la apoyany, en el caso de la población caucásica, sólo el 33 por ciento se muestra a favor de ella. En contraste, únicamente el nueve por ciento de los afroamericanos encuestados apoya a Trump, a su vez que el 33 por ciento de “otras minorías” y el 48 por ciento de caucásicos lo hacen.
La nominación presidencial republicana podría estar a la vista, sin embargo, Donald Trump ha desatendido hasta ahora los cruciales preparativos necesarios para una rápida y eficaz transición a la elección general.
El empresario neoyorquino ha recabado poca información sobre las decenas de millones de votantes que necesita que se presenten a las urnas en noviembre. Ha enviado muy pocas personas a los estados disputados, en comparación con su posible rival, la demócrata Hillary Clinton, y tiene poca o nula investigación sobre Clinton, además de que no ha dados los pasos necesarios para construir una red capaz de recaudar los casi mil millones de dólares necesarios para manejar una campaña electoral general moderna.
“Tal vez pueda sobrevivir con bravuconerías y personalidad durante las primarias, pero la elección general es un juego completamente distinto”, dijo Ryan Williams, un veterano de las campañas presidenciales de Mitt Romney. “Ellos prácticamente están comenzando de cero rumbo a la elección general”.
Los esfuerzos iniciales de campaña de Trump — impulsados por la fuerza de su personalidad y la cobertura mediática gratuita durante las primarias — desafiaron a todos los que pronosticaron que no tendría lo necesario para obtener la nominación.
Sin embargo, los auxiliares del multimillonario reconocieron que aprovecharán los recursos del poder del partido — especialmente el Comité Nacional Republicano — conforme crece exponencialmente la escala de la contienda 2016. Eso pese a que a diario llama corrupta a la dirigencia del partido, y pronostican que su éxito rendirá frutos nuevamente en noviembre.
“Nuestra capacidad de hacer una campaña completamente distinta contra Hillary Clinton en la elección general es única respecto al éxito que el señor Trump ha demostrado en las primarias”, dijo Corey Lewandowski, jefe de campaña de Trump.
El lento inicio de Trump marca un contraste con las campañas republicanas previas y con la de la misma Clinton, quien ya comenzó a enfocar recursos a la elección de noviembre. Las desventajas organizativas del empresario son una nueva señal de alerta para la dirigencia republicana, quienes ya temen que no tenga las cualidades para ser electo en noviembre, incluso si estuviera bien preparado.
Trump ha tomado medidas en las últimas semanas para sumar personal con experiencia política para expandir su organización. Sin embargo, el equipo está concentrado en su rival republicano, Ted Cruz, y prácticamente no enfocan energía ni planeación en la siguiente etapa. Trump espera obtener un triunfo el martes en las primarias de Indiana, y así prácticamente ponerle fin a las esperanzas de Cruz.
– Con información de AP
