Fuentes policiales confirmaron hoy las informaciones difundidas el sábado por los diarios “Express”, de Colonia, y “Süddeutsche Zeitung”, de Múnich, según los cuales fue precisa la intervención de las fuerzas de seguridad para reducir al solicitante de asilo.

El presunto agresor, de 23 años, se había atrincherado en una planta superior del centro de acogida, después de haber provocado heridas de arma blanca a otro residente.

Los agentes trataron de convencerle de que se entregara, pero la situación se agravó cuando el guineano trató de huir por una ventana, aún armado con el cuchillo, a lo que siguieron seis tiros de la policía al refugiado, que ingresó grave en un hospital.

El incidente se produce tras otros altercados registrados este fin de semana en distintos centros de Alemania, entre ellos una trifulca entre residentes de un campamento provisional de Dresde (este).

La policía acudió al lugar con hasta catorce vehículos y sus correspondientes agentes antidisturbios para frenar una pelea entre unos 50 sirios, armados con cuchillos, y un grupo de afganos.

Asimismo se reportaron situaciones parecidas en otro centro de Múnich, aunque de menor intensidad.

Estos incidentes se producen entre las crecientes advertencias de los “Länder” y los poderes locales, desbordados por la llegada de inmigrantes, a los que se acoge en campamentos improvisados o antiguos cuarteles.

Alemania registró en julio una cifra récord de peticionarios, 79.000, según datos del Departamento de Migración y Refugiados, que ha anunciado una corrección al alza de su pronóstico de solicitantes para este año: 450.000, un máximo histórico en el país.

Los nuevos solicitantes proceden mayoritariamente de regiones sacudidas por conflictos armados, como Siria, Irak y Afganistán, aunque también hay un notable cómputo de peticionarios de los Balcanes, a lo que teóricamente no asiste el derecho de asilo.

Mientras tanto se han disparado asimismo los atentados contra albergues y residencias de asilados, en construcción o ya habitados, y las condenas desde el ámbito político contra toda xenofobia.

En el primer semestre del año se registraron 199 ataques a centros de refugiados, según un informe interno del Departamento de Investigaciones Policiales de lo Criminal (BKA) difundido por el semanario Der Spiegel, que reconoce un “drástico aumento de los ataques” y un alto grado de “incitación a la violencia”.

Alemania recibió ya en 2014 un récord de refugiados, más de 200.000, lo que coincidió con un incremento de los actos violentos ultraderechistas, un total de 990, un 24 % más que en 2013.