Si Mancera quiere aumentar salario mínimo, primero necesita realizar una reforma legislativa, coinciden analistas

02/09/2014 - 12:02 am
Foto: Cuartoscuro
El Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, presentó su “Política de Recuperación del Salario Mínimo en México y el Distrito Federal”. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 1 de septiembre (SinEmbargo).– La propuesta del Jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF), Miguel Ángel Mancera Espinosa, de aumentar el salario mínimo de 67.29 a 82.86 pesos, que es lo que supuestamente lo requiere una persona para estar en la línea de bienestar y para no estar en la pobreza alimentaria, causará una mayor inflación y despidos de trabajadores, advirtieron especialistas.

Analistas económicos coincidieron en que para que el proceso del incremento sea positivo se tiene que modificar toda la infraestructura legislativa, debido a que el salario mínimo es un indicador que no sólo se refiere al ingreso de los trabajadores, sino también sirve como referencia para calcular un conjunto de relaciones que el empleado tiene con el gobierno a nivel de sanciones, multas y cuotas.

Manejar de manera arbitraria el aumento del salario mínimo puede provocar que se genere un fuerte incremento en los costos de servicios y productos, destacaron. Así que para poder realizarse y esto a su vez no represente un riesgo en la economía, debe desligarse de todo aquello que dependa de él, de lo contrario se provocaría un grave aumento inflacionario, explicaron a SinEmbargo.

“La primera implicación si no se tiene cuidado al aumentar el salario mínimo es un problema inflacionario muy grave y fuerte, sobre todo porque la propuesta de Mancera es subir de 67.29 pesos a 82.86 pesos; esto puede generar un incremento de 18.89 por ciento”, informó Ángel Iván Olvera Lozano, director de la Carrera de la Licenciatura en Economía y Finanzas del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), Campus Estado de México.

El académico planteó que esto quiere decir que “todo va subir, y lo más grave es que los financiamientos que están ligando el crédito personal y por lo tanto al salario mínimo se van a incrementar a un 18.88 por ciento. Esto generará que deban más y que se incrementen los precios”.

“[El aumento] es factible, pero se tiene que tener mucho cuidado porque el salario en México no sólo mide el ingreso de las personas que trabajan, sino también contempla el financiamiento, por lo que está ligado al dinero que se da a los partidos, multas y demás. Así que antes de subir el salario mínimo, se tiene que desligar todo lo que depende de él”, advirtió Olvera Lozano.

Leticia Armenta Fraire, directora del Centro de Análisis Económico (CIEN) del ITESM, Campus Ciudad de México, expuso que “esto puede ser un perjuicio en dos sentidos. El primero tener un efecto negativo en las empresas, porque igualmente tienen una serie de pagos asociados a este salario mínimo. Del lado de las familias, aumentarlo implicaría un mayor costo, pues gastarían más al pagar cualquier servicio”.

Detalló que para poder incrementar el salario mínimo “tiene que verse lo que pasa a nivel económico con las actividades productivas que están asociadas al salario. El salario nos habla de la remuneración que tiene el trabajador, sobre todo aquel que tiene pocas capacidades, poca instrucción y no tiene especialización, por ello funciona como un salario base”.

Como tal, el salario es la remuneración del trabajo, sin embargo su aumento no necesariamente implica mayores ingresos. “Por la forma en la que se maneja el indicador en México, no es necesariamente sinónimo de mayor ingreso. Al final las familias terminarían pagando servicios mucho más elevados y costosos”, puntualizó.

Tomás Natividad Sánchez, presidente del Comité Laboral de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), coincidió en que la propuesta es desproporcionada. “Con un plumazo no se puede aumentar el salario porque si no quebramos[…]. Tenemos que empezar por desvincular el salario de 289 leyes, debemos hacerlo racionalmente, cuidando la economía”, dijo.

¿ES FACTIBLE LA PROPUESTA DE MAM?

La propuesta de Mancera busca incentivar el consumo, dicen especialistas. Foto: Cuartoscuro
La propuesta de Mancera Espinosa busca incentivar el consumo, dicen especialistas. Foto: Cuartoscuro

Desde 1976, el salario mínimo ha perdido 71 por ciento de su valor adquisitivo, según datos del Inegi. Entre los miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), México cuenta con el menor salario mínimo por hora, incluso comprado con países con ingresos similares per cápita como Turquía. El salario promedio en el país es de alrededor de 5 mil 400 pesos al mes y se ha quedado estancado en términos reales desde 1992.

Es por ello que la propuesta del Jefe de Gobierno, ideada por Salomón Chertorivski, titular de la Secretaría de Desarrollo Económico de la Ciudad de México, tiene como objetivo aumentar el salario mínimo a 171 pesos para el año 2018, superando así el umbral de la pobreza.

Para Ángel Iván Olvera, el aumento es sólo es un incentivo para que se genere  un mayor gasto y así motivar el consumo.

“Justamente esto representa el 61 por ciento de nuestro Producto Interno Bruto (PIB). Mientras más aumente este porcentaje y el consumo, habrá más movimiento en la economía nacional. Esto generará crecimiento del PIB”, informó el académico.

Además se estima que puede haber un crecimiento bueno en el mercado interno como consecuencia de que los consumidores  se ajusten a los nuevos cambios. Aun así, el panorama después de esto es más incierto, ya que de alguna forma “se puede caer en el segundo semestre si continúa en la misma inercia de estancamiento que se manejó en la primera mitad”, alertó Gabriela Siller, directora de Análisis Económico-Financiero de Banco BASE

Recientemente, el Indicador Global de Actividad Económica (IGAE) presentó un 1.4  por ciento de crecimiento anual en mayo, mientras que en abril se tenía 1.5 por ciento. Gracias a esto, Jorge Gordillo Arias, analista Económico de CI Banco, informó que “la actividad económica ha sido bastante baja. Si no mejoran las cosas en octubre, la tasa de crecimiento bajará más.”

Sobre este tema,  Juan Carlos Rivas Valdivia, economista Senior de BBVA Bancomer, declaró que “el mercado interno no tiene mucho desarrollo”.

INCERTIDUMBRE ECONÓMICA

El 2015 representa una gran duda económica para el país, debido a la lenta recuperación que está presentando Estados Unidos, a pesar del reporte ofrecido por el subsecretario de Hacienda, Fernando Aportela Rodríguez, donde se dijo que ha habido una mejoría en la economía estadounidense, ya que se estima que tendrá un crecimiento de 2.9 por ciento para el tercer trimestre y para el año de un 2 por ciento.

Eduardo Ávila, subdirector de Análisis Económico de Grupo Monex, recientemente informó –en su reporte “Perspectivas segundo semestre de 2014 de Monex”– que no se puede dar un pronóstico de crecimiento para el próximo año, “ya que el 2015 dependerá principalmente de la recuperación de EU, la cual es aún incierta”.

Tras el aletargado crecimiento económico este 2014, cercano a 1.9 por ciento, según estimaciones de Monex, el arranque del año que entra está es una incógnita.

“El semestre pasado tuvimos un efecto negativo gracias al decrecimiento de Estados Unidos,” declaró Juan Carlos Rivas Valdivia. “Dicha baja estuvo ligada los problemas climáticos de Estados Unidos que repercutieron en México y que provocó que tuviera menor demanda en el sector manufacturero”.

Por lo que, aseguró, la economía de Estados Unidos necesita activarse para que la demanda de productos mexicanos se reinicie y “nosotros podamos mantener el 2.7 por ciento.”

Además se esperan los resultados de las reformas estructurales, principalmente en materia de energía, que darán beneficios a la economía en general gracias a la atracción de inversiones. Sin embargo, el resultado que éstas darán al país no serán hasta dentro de cinco o 15 años.

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