Ciudad de México, 2 de septiembre (SinEmbargo).– El 1 de septiembre era conocido como el Día del Presidente, pues en esa jornada el mandatario en turno  informaba por todo lo alto los avances de su año de gobierno. Sin embargo, en esta ocasión, el día estuvo enmarcado por datos duros económicos de los que no hay nada qué celebrar.

Este miércoles, Enrique Peña Nieto dará un mensaje a la Nación y, además, la Presidencia entregará el documento del Tercer Informe de Gobierno, que ayer no fue liberado por Los Pinos, como ha marcado la tradición por décadas.

En medio de la caída de los precios del petróleo y la turbulencia internacional, el número de analistas consultados por el Banco de México (Banxico) que consideran que las cosas mejorarán disminuyó, mientras los que piensan que las permanecerán igual o empeorarán aumentaron.

Asimismo, aumentaron los especialistas que creen que la economía no está mejor que hace un año.

Las expectativas de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de los analistas se redujeron, mientras las perspectivas para el tipo de cambio y la inflación se revisaron a la alza.

En lugar de un 2.55 por ciento de PIB que se tenía en julio, éste se redujo a 2.34. Para el próximo se año se esperaba un crecimiento de 3.19, ayer quedó en 2.96. En lo que respecta a la inflación, los analistas consultados por el banco central mexicano adelantaron que sería de 3.44 para 2016; sin embargo sus expectativas para el cierre del año en curso se mantuvieron en 2.82.

Por su parte, las reservas internacionales volvieron a verse afectadas debido al mecanismo de subasta que se implementó con el objetivo de contrarrestar la devaluación del peso ante la moneda estadunidense. Al cierre de agosto sumaba pérdidas por 3 mil 933 millones de dólares con relación al corte de 2014.

El dólar, a su vez, cerró seis centavos más que la jornada anterior y quedó en 17.30 pesos a la venta en ventanillas bancarias, su peor caída frente al billete verde desde el 6 de marzo, mientras que el dólar FIX se elevó de 16.7829 pesos a 16.8692.

El único dato positivo del martes se debió al aumento de las remesas que las familias mexicanas recibieron de sus integrantes que laboran en el extranjero. El monto ascendió 11.7 por ciento, es decir 2 mil 232 millones de dólares. En tanto que los ingresos acumulados en el periodo de enero a julio ascendieron a 14 mil 308 millones de dólares.

LAS DEUDAS DE EPN

En cuanto a los compromisos que el Presidente Enrique Peña Nieto se propuso a impulsar para reactivar la economía, analistas consultados por SinEmbargo coincidieron que no ha sido posible cumplir por la caída en los precios del petróleo, la depreciación del peso y la continua corrección a la baja del estimado de crecimiento.

La doctora María Fonseca Paredes, directora de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey, lo atribuyó a la errada política económica.

“Peña Nieto nos sigue quedando a deber. Las cifras que tenemos nos muestran un escenario de constantes movimientos en las perspectivas y siempre quedamos de la mitad de la tabla para abajo. El dólar está casi en 17.50 pesos; puede adjudicarse al desplome de la bolsa en China y otras latitudes, pero en México en comparación con lo que sucedió en 2009, año de una crisis global, se tuvo un mayor grado de confianza, y hoy no sabemos qué pasará […]No sólo hay una economía interna que no se mueve, que muestra parálisis en muchos sectores, el problema es que no se está pensando a futuro, porque en cuatro o cinco años la deuda pública se hará sentir”, sostuvo.

Por su parte, el CIDAC hizo un balance de cara al Tercer Informe de Gobierno del Presidente en el que destacó que aun cuando durante la publicación del Plan Nacional de Desarrolo 2013-2018, no existían las condiciones de volatilidad actuales, el Gobierno Federal en su momento se planteó como línea de acción prioritaria reducir la vulnerabilidad de las finanzas públicas ante la volatilidad del precio internacional del petróleo.

Expuso que con la posterior Reforma Fiscal se buscaba reestructurar la carga fiscal para reducir la dependencia petrolera de las finanzas públicas y para, en palabras del Gobierno Federal, hacer más equitativa la distribución impositiva.

Aunado a esto, “las expectativas de crecimiento iniciales, las cuales en teoría se verían impulsadas por las reformas rondaban en su momento en los 4 puntos porcentuales. Hoy en día, éstas se han recortado a la baja hasta llegar de 2.8 a 3 en las distintas estimaciones de los organismos internacionales”, publicó

LA INESTABILIDAD ECONÓMICA MUNDIAL

De acuerdo con la “Encuesta sobre las expectativas de los especialistas en economía del sector privado”, los principales factores que llevaron a los ajustes fueron, en primer lugar, la inestabilidad financiera internacional, seguido de la debilidad del mercado externo y la economía mundial y la plataforma de producción petrolera.

En ese contexto, nuevos datos económicos de China volvieron a causar un efecto dominó en las bolsas financieras de Asia, Europa y América, entre ellas México. El Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) se ubicó en 42 mil 911.51 unidades, con una pérdida de 810.45 enteros respecto al nivel previo, en una jornada donde gran parte de las emisoras que participan en el mercado operaron con números rojos.

La contracción de la actividad manufacturera china y la disminución de este sector en Estados Unidos también provocaron una ruptura en la racha positiva de los precios del petróleo acumulada desde la semana pasada.

El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cayó hoy un 7.7 por ciento y acabó en 45.41 dólares el barril. En Europa, el barril de crudo Brent para entrega en octubre cerró en 49.28 dólares, un 1.53 por ciento menos que la sesión anterior ante los renovados temores a que una ralentización de la economía china reduzca la demanda del gigante asiático, segundo consumidor mundial de petróleo.

La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, declaró que el crecimiento global para 2015 será “más débil” del 3.3 por ciento estimado previamente.

Entre las razones en las que se basa están la lenta recuperación de las economías de los países avanzados, la desaceleración “no brusca, pero tampoco inesperada” de China y su incidencia en las naciones emergentes.