México

Los errores del Gobierno ponen en riesgo también la economía, dicen

02/09/2016 - 12:05 am

La administración de Enrique Peña Nieto, a lo largo de estos casi cuatro años, sólo se ha dedicado a poner parches a una bomba que está a punto de explotar, dicen analistas. El gobierno no está garantizando las condiciones necesarias para el desarrollo de actividades productivas. El potencial económico, que generaría empleo y salarios bien remunerados, no se puede implementar porque la corrupción, la inseguridad y un Poder Judicial contaminado no lo permiten, afirman. Además, en lugar de buscar fuentes de ingresos, se recurre al endeudamiento. Y una deuda alta ahuyenta la inversión. Eso, aunque cuenta mucho, el Presidente no lo cuenta. “Prefiere echarle la culpa al entorno internacional”.

 

Ciudad de México, 1 de septiembre (SinEmbargo).– El volcán puede hacer erupción antes de que la administración de Enrique Peña Nieto concluya, dice un analista de varios consultados por SinEmbargo. El “deslucido” y “decepcionante” crecimiento económico de México es resultado de la ausencia de un sistema político basado en transparencia, rendición de cuentas y aplicación de la ley, determinó la calificadora Standard & Poor’s Global Ratings en un artículo publicado previamente al IV Informe de gobierno.

La actual administración se desmorona, parecen coincidir, y está derribando la oportunidad de desarrollo que prometían sus propias reformas estructurales.

“Pensamos que los beneficios para México de una mayor producción de energía, menores costos, mejor crecimiento del PIB y cuentas fiscales más resilientes, dependen de la capacidad del país para mejorar su gobernabilidad y fortalecer la aplicación de la ley”, expusieron Joydeep Mukherji y Sebastián Briozzolos, analistas crediticios de la calificadora.

La necesidad de “mejorar la gobernabilidad” recae en la falta de control a los altos índices de corrupción en todos los niveles, a la inseguridad y al poder judicial contaminado por intereses políticos, de acuerdo con economistas. Estos tres obstáculos, políticos y no económicos, impiden a México crecer.

“Durante este gobierno, y eso lo saben las agencias calificadoras, la corrupción ha avanzado de manera galopante. Para toda inversión o proyecto se pide una mordida. Si vas a hacer una obra, se requiere una mochada. Antes pedían el 10 por ciento, pero ahora el 30 o el 35 por ciento. Si se solicita un permiso, cuesta un millón de pesos cuando antes costaba 200 mil pesos. La corrupción es a nivel municipal, estatal y federal; no hay controles. El ejemplo viene desde la misma Presidencia y eso se generaliza”, aseguró Miguel Reyes Hernández, Director del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Iberoamericana de Puebla (UIAP).

El investigador del Tecnológico de Monterrey, Ángel Iván Olvera Lozano, también detectó que la falta de transparencia y las “comisiones” que los funcionarios públicos cobran a los empresarios alimenta la percepción de corrupción, la cual provoca que los inversionistas extranjeros y nacionales piensen dos veces si invertirán en nuestro país.

 

La inseguridad, por su parte, también ahuyenta la inversión y sin ésta, no hay nuevos proyectos o empresas que generan nuevos puestos de trabajo, explicaron ambos economistas.  Asimismo, los juicios están contaminados por el dinero o por intereses políticos. La corrupción también llega al poder judicial.

El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) ha sido “decepcionante”, determinó S&P. El incremento promedio durante 2011-2015 ha sido solo de un 1.7 por ciento, “lento para una economía emergente”.

Sin crecimiento no se generan empleos y, dijo Reyes Hernández, desde que entró el gobierno de Peña Nieto el poder adquisitivo de los trabajadores no se ha recuperado de una forma significativa y constante. Se crearon 2 millones de empleos, presume el mandatario, de los 4 millones que se requieren.

Lo que todavía está impulsando el crecimiento económico es el consumo interno, aseguró Olvera Lozano. Pero el Banco de México (Banxico) reportó en su último informe que parte de ese consumo se está haciendo a través de crédito personal. Es algo preocupante, alertó. El mexicano se está endeudando para consumir y no tendrá los recursos para pagar.

A pesar de la falta de respuesta a las exigencias productivas para generar desarrollo económico, el gobierno culpa al adverso entorno internacional.

Pero ellos también son responsables, coincidieron los especialistas.

“Es producto del modelo de crecimiento que se ha implementado desde hace 30 años. Esta administración ha empeorado tanto las condiciones de vida de la población como las posibilidades de inversión. Son ellos los responsables. Es muy fácil echarle la culpa al otro. Parece que es una cuestión sociocultural del mexicano: en la crisis de 1994-5 se culpó al entorno externo, la crisis de la década de los 80 también. Total que ellos nunca la tienen”, acusó el economista Miguel Reyes.

Las reformas estructurales son necesarias, añadió Olvera, pero los primeros dos años de gobierno fueron “pura papelería” y se descuidaron otras áreas como la infraestructura o mayor impulso a los emprendedores.

“Es una forma de no hablar que dejamos de producir en este sexenio. Es cierto lo del entorno internacional, pero por echarle la culpa a lo que sucede afuera, dejamos de analizar lo que sucede aquí”, criticó.

REDUCCIÓN DEL PIB Y EFECTOS DE LA DEUDA 

 

Mientras México se indignaba por la visita fugaz del candidato republicano Donald Trump, el Banco de México (Banxico) recortó su previsión de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para 2016 y para 2017. Además, reconoció que la deuda del país se acerca “al límite de los razonable”, por lo que es necesario una política fiscal más prudente. Actualmente se encuentra en 34.5 por ciento del PIB.

El gobierno, en lugar de encontrar fuentes de ingresos públicos como cobrar impuestos más altos a las grandes empresas o reducir el presupuesto a los partidos políticos, lo que está haciendo es endeudarse, afirmaron ambos economistas.

Una mayor deuda del país, una devaluación del peso significativa, un crecimiento en reversa (sin empleos o mal remunerados), un poder adquisitivo sin mejorar, más el entorno político, se tiene una bomba a la que sólo le han puesto parches, comparó Reyes Hernández, de la Universidad Iberoamericana.

Ayer el banco central recortó su estimación de un intervalo de entre 2 y 3  por ciento a uno de entre 1.7 y 2.5 por ciento para este año, y lo atribuyó a la caída en la actividad económica y a un entorno externo más adverso. En el informe correspondiente al periodo abril-junio de 2016, la institución también redujo su previsión para 2017 al dejarlo en un intervalo de entre 2 y 3 por ciento.

El Banco de México atribuyó esta revisión a la baja a una contracción “más pronunciada de lo previsto” en el segundo trimestre del año, luego de una “desaceleración del consumo privado” y la debilidad de las exportaciones y de la inversión extranjera.

Respecto al nivel de endeudamiento, que actualmente alcanza el 34.5 por ciento del PIB, reconoció que las calificadoras ven que ya “no hay mucha flexibilidad” en materia fiscal, por lo que el proceso de fortalecer las finanzas públicas “es un tema muy relevante para el país”, afirmó, y se necesita prudencia.

México creció en 2015 un 2.5 por ciento, una cifra superior al 2.1 por ciento de 2014 y al 1.4 por ciento de 2013.

Y A TODO ESO SE AÑADE: TRUMP

 

El Presidente Enrique Peña Nieto está aterrado de que el republicano Donald Trump llegue a la presidencia de Estados Unidos. Pero no por el muro fronterizo. Teme que el magnate destruya la economía mexicana y hay dos vías en que podría hacerlo, determinó The Atlantic.

Una: quiere cambiar el Tratado de Libre Comercio (TLC) porque, según él, beneficia más a México que a Estados Unidos.

Dos: promete deportar a los 11 millones de indocumentados, quienes envían remesas a México. En 2015 se mandaron 24 mil 770 millones de dólares, cifra que superó los ingresos por exportación de petróleo.

El Presidente mexicano, durante la conferencia de prensa posterior a la reunión privada, enfatizó que el TLC ha permitido que ambas naciones construyan una gran plataforma manufacturera.

“Nuestro país compra más a Estados Unidos que Alemania, España, Francia, Italia, Japón y Reino Unido juntos”, subrayó.

 

 

Dulce Olvera
Reportera de temas de crisis climática, derechos humanos y economía. Egresada de la FCPyS de la UNAM.
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