Ciudad de México, 2 octubre (SinEmbargo) Podría pensarse que la suerte ha cambiado para el veterano actor Bryan Cranston: su colega Jeff Daniels le arrebató el Emmy en la reciente entrega del galardón a lo mejor de la televisión estadounidense y para colmo de males este domingo terminó Breaking Bad, la serie que tras cinco temporadas lo convirtió en un astro global.
Sin embargo, el horizonte laboral para el entrañable “Walter White” se presenta más que promisorio, con el regreso por dos capítulos a How i met your mother, donde volverá a dar vida a Hammond Druthers, el ex jefe de Ted Mosby (Josh Radnor) en esta última temporada de la serie protagonizada por Neil Patrick Harris.
Cranston, de 57 años, encarnará también al guionista Dalton Trumbo en el biopic a cargo de Jay Roach, en lo que se convertirá en el primer trabajo como protagonista del actor de Breaking Bad en el cine.
Trumbo, guionista de El sol sale cada mañana y 30 segundos sobre Tokyo fue perseguido y enviado a prisión por el macarthismo que causaba estragos en la sociedad estadounidense de los años 50 y tras su liberación se exilió en México desde donde, con seudónimo, escribió los guiones de Éxodo, Espartaco, Vacaciones en Roma y El bravo, entre otros.
En el cine, también veremos a Cranston en la comedia junto a Anna Hendricks, Get a job, en el thriller Cold Comes the Night y en la nueva versión de Godzilla, junto a Aaron Taylor-Johnson, Juliette Binoche y Ken Watanabe, entre otros.
Sin olvidar, por supuesto, que nuestro admirado Bryan no se pondrá en la piel de Lex Luthor, como se había apresurado a anunciar la Warner intentando con ello calmar las iras causadas entre los nerds por la elección de Ben Affleck para calzar el traje de Batman.
Al menos, así lo ha descartado el propio actor en una entrevista otorgada al periódico Boston Globe, donde dijo que nadie lo había contactado para ofrecerle el rol que en el pasado estuvo a cargo del legendario Gene Hackman.
Lo cierto es que al actor favorito de los televidentes del siglo XXI no le falta chamba. Ya era hora de dejar las malditas drogas.
