Ciudad de México, 2 de octubre (SinEmbargo).–México se ubicó este año como el país número 21 (de 40) con el mayor número de multimillonarios, es decir, que cuentan con una riqueza individual superior a los mil millones de dólares, al sumar 27, cinco más que el año pasado, de acuerdo con el censo Wealth and UBS Billionaire 2014 (Riqueza y Billonarios 2014). Juntos acumulan activos por 169 mil millones de dólares.

Según esta medición, que se publica cada año, el número de multimillonarios mexicanos subió 23 por ciento, al pasar de 22 a 27 de 2013 a 2014. Sus activos repesentan 32 mil millones más con respecto a los 137 mil millones de 2013, lo que ubica a México en el lugar 21 de 40 países con el mayor número de magnates. De ellos, 21 de los 27 viven en la ciudad de México.

Aunque el censo no revela los nombres del privilegiado grupo, en la lista estarían los cinco hombres más ricos de México: Carlos Slim Helú (Carso), Germán Larrea Mota-Velasco (Grupo México), Alberto Baillères González (Peñoles y Palacio de Hierro), Ricardo Salinas Pliego (TV Azteca) y Eva Gonda Rivera (Grupo Femsa). En su mayoría, la fortuna de los billonarios mexicanos se debe a que sus negocios son principalmente familiares y la mayor parte se dedican al comercio, manufactura y alimentos procesados.

Según la medición, la ciudad de México ocupa el lugar 16 como la capital con el mayor número de multimillonario y el segunda a nivel Latinoamérica.

Este estudio refleja que, en el caso particular de México, el patrimonio neto de los multimillonarios que habitan en la ciudad de México es la más alta del mundo. Sin embargo, esto es impulsado sólo por una persona, Carlos Slim Helú, cuyo patrimonio neto [79 mil 600 millones de dólares] es equivalente a casi la mitad de la riqueza total de los multimillonarios del país.

Los resultados del censo, elaborado por la firma Wealth-X y el banco suizo UBS reveló que el mundo cuenta con 155 nuevos multimillonarios, quienes mueven capitales por  2 mil 325 millones de dólares, lo que representa el 4 por ciento de la riqueza mundial.

El multimillonario promedio, según el reporte, tiene un capital promedio que ronda los 3 mil 100 millones de dólares, tiene 63 años de edad y alcanza este estatus después de los 40 años. Casi el 90 por ciento están casados y entre su grupo de amigos se encuentran otros multimillonarios.

La mayoría de los billonarios hombres [60 por ciento] construyó su riqueza por sí sólo, es decir, no fue heredada; el 27 por ciento la construyó parcialmente. En el caso de las 236 multimillonarias mujeres, únicamente el 17 por ciento crearon su riqueza y el 65 por ciento la heredó.

Un dato que revela el estudio es que 35 por ciento de los multimillonarios no tiene un título universitario, la mayoría posee un promedio de cuatro casas y uno de cada 30 es dueño de algún equipo deportivo o caballos de carreras. Más de la tercera parte tiene fundaciones filantrópicas

LOS CONTRASTES EN MÉXICO

El ranking reveló que en el país aumentó el número de multimillonarios al tiempo que las cifras oficiales revelan que también ha crecido el número de personas en situación de pobreza.

Mientras que en 2010 existían 52.8 millones de personas en pobreza para 2012 esta cifra subió a 53.3 millones. Aunque el nivel de pobreza extrema se redujo en los mismos años, de 13.0 a 11.5 millones, es decir, de 11.3 por ciento a 9.8 por ciento de la población.

Diversos diagnósticos han recalcado que la brecha tan marcada entre ricos y pobres se debe a que la riqueza está concentrada en muy pocas manos. En México existen 118 millones 397 mil habitantes, de los cuales hay un multimillonario por cada 4 millones 385 mil 74 habitantes.

María Fonseca Paredes, Directora  del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México, señaló a SinEmbargo que “las reformas [recientemente puestas en marcha] afectan a los que no están dentro de estos grupos y todavía afectan más a los que no tienen empleos o tienen malas remuneraciones.”

En su último estudio sobre la medición de la pobreza el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), resaltó que sólo en dos años (2010-2012) aumentó la población en situación de pobreza.

De acuerdo con el mismo estudio del Coneval, en 2010, el 42.9 por ciento de la población era pobre, cifra que aumentó a 45.3 por ciento en el año 2012.

“Lo que es la pobreza y sus condiciones, no hemos visto avance desde el 2005 a la fecha. Las acciones que se han llevado a cabo no repercuten de manera importante para hacerse cargo de los diferentes factores que determinan los niveles de pobreza en nuestro país”, aseguró la académica.

Agregó que a los empresarios les hace falta responsabilidad social para ayudar a combatir esta problemática. “Estas personas que se encuentran favorecidas no les afectan tan directamente las políticas públicas que implementan.Esto corresponde a que los que alargan la lista tengan menos dificultad para enriquecerse”.

Fonseca expresó que “los números bajan y suben conforme sólo se pasan a los pobres de un grupo menos vulnerable a uno más vulnerable y viceversa, dependiendo de la condición, si se agrava por la falta de empleo o en caso de un desastre natural que influye de manera natural.”

¿EL GOBIERNO EN CONTRA DE LA POBREZA?

En los últimos 26 años, el gobierno federal se ha dedicado a crear programas sociales para combatir la pobreza. De “Solidaridad”, estrategia anunciada durante la administración federal de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994); pasando por “Oportunidades”, implementado en el gobierno del panista Vicente Fox Quesada (2000-2006) y continuado por Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012).

Ahora, el principal programa gubernamental para abatir la pobreza se llama “Prospera”, según lo anunció el Presidente Enrique Peña Nieto durante el mensaje emitido por su Segundo Informe de Gobierno.

Fonseca Paredes aseguró que “de nada sirve si están cambiando de nombre a un programa que no está combatiendo la pobreza y si no se generan empleos ni las condiciones para mejorar la calidad de vida. Sobre todo si el gobierno no hace su parte en generar esto gracias a la infraestructura que se necesita  para acercar todos los recursos básicos.”

De acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación 2015, dicho programa contará el próximo año con un presupuesto de más de 75 mil millones de pesos, cifra con la que se pretende impulsar el proyecto Territorios Productivos con el objetivo de contribuir a reducir la población rural en condición de pobreza extrema, a través del aumento de su productividad e ingresos.

La académica agregó que la verdadera miseria social es que “no se han sabido desarrollar políticas publicas que motiven al desarrollo económico, más que al crecimiento. Que vayan incrementando la calidad de vida de la población y de las clases más vulnerables y regeneren la brecha entre los que más tienen y los que menos tienen”.

Agregó que “los programas para combatir la pobreza no han funcionado, ya que si no ataca este problema de raíz lo único que se hace es dar paliativos a esas personas en esa condición crítica y sin acceso a los servicios básicos.”

Se considera que las principales fallas por las cuales dichos programas sociales para combatir la pobreza han fracasado es la falta de seguimiento que tienen. “Lo que ha pasado es que se terminan con el sexenio o sólo se cambian de nombre. Más allá de esto se deberían de cambiar las acciones que se están llevando a cabo”, concluyó.