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Westworld la serie de ficción basada en teorías científicas de los 70 (VIDEO)

02/12/2016 - 4:28 pm

Para explicar el despertar de los robots en la popular serie de HBO, el personaje de Anthony Hopkins se sirve de una teoría que se hizo popular en los 70: la mente bicameral. Aunque la ficción creada por Jonathan Nolan la aplica a los androides, esta controvertida hipótesis trataba de explicar el origen de la conciencia humana. Su creador, el psicólogo Julian Jaynes, defendía que nuestro monólogo interior empieza a escucharse cuando la voz de dios deja de oírse en nuestra mente.

Por Cristina Sánchez

Ciudad de México, 30 de noviembre (SinEmbargo/ElDiario.es).- Un parque de atracciones ambientado en el Salvaje Oeste y habitado por futuristas robots que se parecen inquietantemente a los humanos, que visitan las carísimas instalaciones para disfrutar de una experiencia sin límites. Aunque las duras escenas de violencia y las orgías explícitas sean lo más comentado sobre Westworld, la serie de HBO aspira a ser mucho más que un espectáculo de tiros, sexo y muchos efectos especiales, por mucho que los tres ingredientes formen parte del menú.

De hecho, los dilemas que plantea la sucesora de Juego de Tronos son bastante trascendentales. La ficción producida por J.J. Abrams (“Perdidos”) y dirigido por Jonathan Nolan (coguionista de “Interstellar” o “El caballero oscuro”) pone sobre la mesa una de las grandes preocupaciones sobre la inteligencia artificial: ¿qué ocurriría si los androides fueran inteligentes y, para remate, lo supieran?

Pese a que los espectadores no conocen aún todos los detalles del alzamiento robótico que se presagia violento, el presidente de programación de la cadena ha reconocido que las teorías de los fans (foros como Reddit están plagados de ellas) van por buen camino. No en vano, Robert Ford, uno de los creadores de ese cruel universo de ficción en el que los robóticos anfitriones han de satisfacer cualquier deseo de sus huéspedes humanos, ya ha dejado caer alguna pista después de que algunos de los androides comenzaran a sufrir alucinaciones.

El excéntrico inventor explica sucintamente a Bernard Lowe, el programador jefe, por qué los robots comenzaron a escuchar voces en su cabeza en el tercer capítulo. El personaje encarnado por Anthony Hopkins justifica que se debe a un antiguo intento por despertar la conciencia de los robots basado en la teoría de la mente bicameral. Pese a que el parque es ficticio, los creadores de la serie se han basado en hechos reales: esa teoría se hizo popular hace cuatro décadas.

LA TEORÍA DE LA MENTE BICAMERAL

La teoría del psicólogo norteamericano Julian Jaynes (1920-1997) sugería una "ruptura" de la mente, es decir, una asimetría interhemisférica que para Jaynes suponía la preexistencia de dos cerebros en vez de uno. Foto: Especial.
La teoría del psicólogo norteamericano Julian Jaynes (1920-1997) sugería una “ruptura” de la mente, es decir, una asimetría interhemisférica que para Jaynes suponía la preexistencia de dos cerebros en vez de uno. Foto: Especial.

“Esta conciencia que es yo mismo, que lo es todo y no es nada en absoluto — ¿Qué es? ¿De dónde viene? ¿Y por qué?” El fallecido psicólogo y profesor de la Universidad de Princeton Julian Jaynes se hacía estas preguntas en “El origen de la conciencia y la ruptura de la mente bicameral”, un libro publicado en 1976 en el que presentaba la polémica teoría por la que aún hoy es recordado.

Para entonces, hacía tres años que se había estrenado Westworld ( “Almas de metal” en España), el film escrito y dirigido por Michael Crichton en el que se inspira la serie de HBO. Así que el autor de Jurassic Park no siguió las tesis de Jaynes: en su película, era un virus informático lo que causaba el extraño comportamiento de los autómatas.

Sin embargo, Nolan ha decidido recurrir a una vieja teoría coetánea al ficticio origen del parque. En esencia, Jaynes creía que nuestro cerebro no siempre había funcionado igual. Entre el 9 mil y el mil 400 a.C., la mente humana habría tenido dos cámaras: el hemisferio izquierdo producía el lenguaje y el derecho las voces de los dioses diciéndonos qué debíamos hacer.

Por entonces, el hombre desconocía que el Pepito Grillo era él mismo (carecía de capacidad introspectiva), por lo que convivían los dos “yos”. “A veces siento que algo me está llamando, diciéndome que hay un lugar para mí”, confiesa la dulce Dolores, la anfitriona más antigua de Westworld, en un guiño a la teoría.

Para Jaynes, la mente de los protagonistas de “La Ilíada” aún se encontraba en fase bicameral: sus acciones estaban dirigidas por los dioses que creían escuchar y sin ellas carecían de iniciativa. “La guerra de Troya fue dirigida por alucinaciones”, afirmaba el psicólogo en su libro. A su juicio, no fue hasta la aparición de la escritura en la antigua Mesopotamia cuando se rompió la mente bicameral, los dioses se callaron y emergió la conciencia.

Teddy y Dolores, dos de los anfitriones del parque temático 'Westworld'. Foto: Especial.
Teddy y Dolores, dos de los anfitriones del parque temático Westworld. Foto: Especial.

TAN SÓLO “UNA CONJETURA”

Ahora bien, ¿tiene sentido esta anticuada y extraña teoría en el siglo XXI? ¿De verdad éramos zombis hasta hace solo 3.000 años? El propio Bernard comenta en la serie que creía la hipótesis “desacreditada”. Ford le replica que lo fue para explicar la conciencia humana, pero no para hacer emerger la artificial.

“A día de hoy la comunidad científica no acepta las premisas de la hipótesis de la teoría bicameral de Julian Jaynes”, asegura Anibal Monasterio Astobiza, doctor en Ciencias Cognitivas e investigador colaborador en el Instituto de Filosofía del CSIC, a HojadeRouter.com. “Es más una conjetura que una prueba empírica de que así es como emergió la conciencia del ser humano”, detalla el investigador, que tacha la teoría de “controvertida” y “polémica”.
“Jaynes rechaza la conciencia como un fenómeno biológico”, ha criticado Christof Koch, reputado neurocientífico y presidente del Allen Institute for Brain Science creado por el cofundador de Microsoft. “No distingue el hecho de que ha habido una evolución en la conciencia, en la complejidad de los sistemas nerviosos en el ser humano”, coincide Monasterio Astobiza.

No es la única laguna de la teoría de Jaynes: este investigador nos explica que en realidad el psicólogo confundía la conciencia (“actividad mental de propio sujeto que permite sentirse presente en el mundo y en la realidad”, según la RAE) con la metaconciencia, la capacidad que tenemos los seres humanos de ‘hablar’ sobre nuestros pensamientos.

Pese a ello, la originalidad de la teoría de Jaynes y el hecho de que abordara una pregunta que aún hoy no tiene respuesta gozó de éxito en aquella época. La revista Time, The New York Times y algunas publicaciones científicas hablaron de su obra e incluso fue nominado al Premio Nacional del Libro en Estados Unidos.

Sin embargo, ya en aquella época surgieron los primeros detractores. Ned Block, profesor de Filosofía, Psicología y Neurociencia de la Universidad de Nueva York, escribió un artículo calificándola de “absurda”.

“Esos tipos supuestamente sin conciencia planeaban ciudades sofisticadas, monumentos, edificios y guerras, e inventaron la escritura, el embalsamiento y todo tipo de máquinas. Incluso los textos antiguos a los que Jaynes apela están llenos de enfados, venganza, planes, deseos y engaños”, señalaba este profesor.

Otros reputados pensadores no opinaban lo mismo . Daniel Dennett, uno de los filósofos que se han centrado en el estudio de la conciencia, publicó en los años 80 un artículo reformulando la teoría, y aún hoy asegura que “había un montón de ideas buenas acechando entre la basura completamente salvaje” de aquel libro.

"¿Cómo podríamos hacer un robot consciente?", se pregunta el filósofo Daniel Dennett. Foto: Especial.
“¿Cómo podríamos hacer un robot consciente?”, se pregunta el filósofo Daniel Dennett. Foto: Especial.

“Uno de los modos de formular esta pregunta (la forma en que yo suelo pensar en ello) no es ‘¿cómo llegaron los santos, las amebas y luego los monos a nosotros?’, sino ‘¿ cómo podríamos hacer en algún momento un autómata consciente en el mundo, cómo podríamos hacer un robot consciente?’”, se preguntaba Dennett. “La respuesta creo que no se encuentra en las hipótesis sobre el ‘hardware’ en particular, sino en el ‘software’”.

A juicio de Marcel Kuijsten, director de la Julian Jaynes Society, la metáfora de que la evolución a la conciencia es de ‘software’ y no de ‘hardware’ que ideó Dennett serviría para justificar al psicólogo, ya que la ruptura bicameral no sería una brusca modificación biológica, sino un “proceso aprendido”.

De un modo u otro, da la impresión de que los creadores de Westworld se han inspirado en las palabras de Jaynes y Dennett al hacer que algunos robots de la serie escuchen extrañas voces. Eso sí, Nolan y Abrams no son los únicos fans de la oscura teoría del fallecido psicólogo estadounidense. La Julian Jaynes Society cuenta con medio millar de miembros y en 2013 organizó un congreso sobre su obra.

Scott Greer, profesor de Psicología en la Universidad del Príncipe Eduardo (Canadá), es uno de los miembros de esta organización. Aunque admite a HojaDeRouter.com que, obviamente, las investigaciones neurocientíficas no han encontrado pruebas de una mente bicameral previa al desarrollo de la conciencia, defiende que tampoco se sabe aún cómo funciona la conciencia o “incluso qué es”. Afirma que Jaynes planteó algunas de las preguntas más importantes sobre nosotros mismos. De hecho, cree que hay una parte del pensamiento del psicólogo “más fuerte” que la “infame” mente bicameral.

“Jaynes defendería que la conciencia es como ‘martillear’: se necesita un martillo, un clavo y una madera (o lo que sea), pero ‘martillear’ no se encuentra en ninguna de esas cosas. De forma similar, usamos nuestros cerebros (neuronas, neurotransmisores) para permitir la conciencia como una actividad, pero también usamos el lenguaje y formas particulares del lenguaje (como la metáfora) para comunicarnos”, detalla Greer. Jaynes defendería así que la conciencia no es una ‘cosa’, sino una actividad que se desarrolla a través de las metáforas.

Al igual que Jaynes, Bernard Lowe parece pensar que el lenguaje metafórico es una de las herramientas de la introspección en Westworld. El jefe de programación hace que Dolores lea un fragmento de “Alicia en el País de los Maravillas” en el que la niña se pregunta si habrá cambiado durante la noche. Eso sí, no sabemos si la ingenua Evan Rachel Wood, rubia y ataviada con un vestido azul a semejanza del personaje creado por Lewis Carroll, capta el mensaje.

Dolores (Evan Rachel Wood) rodeada de cadáveres en una escena de "Westworld". Foto: Especial.
Dolores (Evan Rachel Wood) rodeada de cadáveres en una escena de “Westworld”. Foto: Especial.

“Este aspecto de las ideas de Jaynes no parece exagerada ni obsoleta en absoluto. Por el contrario, parece muy pertinente y aplicable a estas observaciones y por supuesto a Westworld, señala el miembro de la Julian Jaynes Society. “Es un recurso de ficción o de dramatismo […] que puede enganchar a la gente a aproximarse al estudio de la mente, pero también está ese riesgo de que perpetúen determinados clichés sobre el conocimiento de las cosas que es equivocado“, discrepa Anibal Monasterio Astobiza.

NUESTRO MUNDO (NO) SERÁ COMO EL DE “WESTWORLD”

¿Tendrán conciencia las máquinas en el futuro? Más allá de la polémica teoría de la mente bicameral, han sido mucho los esfuerzos por responder a esta difícil pregunta. “Si construyes el ordenador de forma adecuada, como un ordenador neuromórfico, podría ser consciente”, ha afirmado Christof Koch , director del Allen Institute for Brain Science y uno de los mayores expertos sobre la conciencia. Este investigador pronostica que construiremos máquinas inteligentes en los próximos años, y que podrán llegar a suponer un peligro, pero no termina de entender por qué razón decidiríamos hacerlas conscientes.

“Es importante entender que el riesgo no viene de máquinas superinteligentes convirtiéndose espontáneamente en conscientes o intrínsecamente malvada y odiando a los humanos”, coincidía el profesor Stuart Russell en declaraciones a HojaDeRouter.com.

Primer firmante de una carta abierta, apoyada por personalidades como Stephen Hawking o Steve Wozniak, que reclama asegurar que las máquinas respeten los valores humanos, este experto en inteligencia artificial considera que los escritores de ciencia ficción han propugnado esas ideas “innecesarias” y “sin motivo”. A su juicio, el problema real de la superinteligencia (que no tendrá cara de vaquero del Salvaje Oeste ni pistola) es que perdamos el control sobre ella.

Cuando se trata de televisión, parece lógico considerar más atractivo un mundo misterioso y cruento en el que los robots comienzan a hacerse preguntas. ¿Llegará algún androide de Westworld a decir aquello de “existo, porque pienso” que afirmaba uno de los autómatas del mítico Isaac Asimov? Los fans de la serie, que aún no tiene fecha de estreno para España, tendrán que esperar para comprobarlo.

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