No nos equivoquemos. Si José Alfredo Jiménez viviera ahora formaría parte de Café Tacvba. Así de sencillo, así de rockero.
Al menos así lo entendió Camilo Lara, que lejos de producir un disco como el que también acaba de salir, Sandro Dúos, donde rescataron la voz del ídolo argentino y la pegaron con las voces de las figuras pop, lo que hizo fue primero pensar en el sonido.
“Es como si la música mariachi hubiera evolucionado a la par que el rock y tuviera este lado indie, alternativo, conservando la potencia y fuerza”.
El disco se llama Un mundo raro, en que los temas icónicos del intérprete mexicano son cantados en voces de artistas como Pau Donés, Enrique Bunbury, Ximena Sariñana, Andrés Calamaro, Lila Downs, Carla Morrison y Celso Piña, entre otros.
Comienza el disco con “Te solté la rienda”, en la voz de Julieta Venegas, aunque no con su cantar habitual sino con un dejo de bar y de mariachi, casi masculino, que nos conmueve.
“Un mundo raro”, de Carla Morrison, enternece por esa voz frágil, como si cantara al final de la noche, casi sola, de la cantante de Tecate.
Sorprende Adrián Dargelós en “No me amenaces”. No es fácil identificar la voz del cantante de Babasónicos: todos los sonidos de la música de José Alfredo se pliegan al decir bailarín de un intérprete que tiene todas las posibilidades. Hay que reconocer aquí que Camilo Lara lo conoce más que bien a Dargelós, por haberle producido Jessico, en el 2001, un disco que resultó trascendente en la historia de Babasónicos, sobre todo porque marcó la fuerte alianza que aún perdura entre la veterana banda argentina de rock y el público mexicano. Entonces la banda no era nada conocida aquí.
Unir a Andrés Calamaro con Lila Downs no es novedad. Él tiene la voz amarga como densa tiene la garganta Lila y unidos con los instrumentos de Caléxico (que tocan a lo largo del disco) fue una jugada espectacular.
Todos los cantantes “tienen un poco el espíritu rebelde de José Alfredo”, cada uno en su género, afirma Lara y es esa la pasión por este disco que marcará historia.
