Una agencia inició la campaña de #CacaExpress, cuando un grupo de voluntarios en Brunete, España, se dedicó a vigilar a los dueños irresponsables que dejaran las heces de sus mascotas en la calle para después enviárselas en un paquete directamente a su domicilio. Los voluntarios ponían en una caja los desechos de los animales de compañía, localizaban al dueño, a través de un patrón y enviaban a través de la oficina de correos los desechos.

La campaña fue conocida en las redes sociales como #cacaexpress, pues los voluntarios preguntaban el nombre de la mascota y su raza y accedían a datos de registro de los animales de compañía para obtener las direcciones correctas.

Desde entonces se redujo el 70 por ciento de los dueños que no recogían las heces.

Brunete no es la única localidad en el mundo que enfrenta ese tipo de problemas de convivencia cívica con los animales de compañía, pero sin duda, emprendió una campaña ingeniosa para abatirlo.

Quizá no son las salidas románticas que alguien espera: con heces dentro de una bolsa en una mano y en la otra una correa, pero ellos no van a ocuparse de sus desechos, porque los responsables son las personas.

Hasta que alguien que no sea Jack Black e invente un spray que esfume las heces de las mascotas en la vía pública sin ningún esfuerzo, esta práctica cívica se tendrá que mantener para una sana convivencia (y evitar sanciones económicas).

No es difícil, en serio. Personas innovadoras incluso inventaron un dispositivo de tecnología de punta que consiste en una palita y una palanca para que las personas no se agachen. Aquí unas formas prácticas:

BOLSITA

Probablemente el método más antiguo desde que el plástico está disponible en esta forma. Salir a caminar por la calle con tu perro y una bolsa de plástico en la mano es considerado casi ya como una moda citadina que las personas aplauden. Algunas tiendas para mascotas le añadieron a estos accesibles artículos olores aromáticos para que las manos no mantengan la fragancia de los desechos de los animales de compañía.

PALAS DE PLÁSTICO

Es el dispositivo que ni siquiera requiere que la persona se agache, basta con jalar de una palanca para abrir el contenedor, meter los desechos adentro y listo.

Son fáciles y accesibles de conseguir, además que son ligeros y al finalizar las heces deben terminar en los contenedores respectivos.

PAPEL

Un perro de 15 kilos, en promedio, desecha al menos 600 gramos de excremento lo que al mes significan 18 kilos de heces, según la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y si permanecen en las calles, pueden ocasionar enfermedades a las personas y a otros animales.

Sólo que no sea papel sin usar: los medios impresos nunca tuvieron un mejor uso, mas que para recoger los desechos. Este método sí requiere que la persona se agache y tenga mayor contacto con las heces, pero es un método ecológico y sirve por si alguien olvida la bolsa o la pala.

ASPIRADORA


Ahora que si lo del dueño del perro o animal de compañía es andar con los últimos dispositivos tecnológicos, Auggiedog es una aspiradora y herramienta que recoge las heces.

Funciona con una corriente de aire potente que recoge los desechos y los acumula hasta que la persona pueda llegar al bote para heces más cercano.

DISPENSADOR DE BOLSA

Ni siquiera tiene que obtenerlo, incluso puede realizarlo el propio usuario con este tutorial para usar el material más adecuado, pueden ser personalizados y permite cargar varias bolsas para que nunca se olvide recoger las heces del animal de compañía.

Estos dispositivos son opciones accesibles, mientras llega al continente un diseño suizo que permite convertir los desechos fecales de los animales de compañía en energía. Se llama “Poo Poo Power” y tiene un diseño conceptual, pero con tan sólo depositar los restos de las heces en una bolsa dentro de la máquina se convierte en electricidad que puede cargar baterías, dependiendo de la cantidad de excremento que el animal produzca.