Por Miriam Schmidt
Turín, 3 may (dpa) – La Juventus festejó el cuarto título consecutivo de campeón de la Liga italiana, hazaña lograda por última vez en los años treinta, sólo con un sorbo de champán y un breve baile de alegría en el campo pensando ya en el inminente duelo del martes con el Real Madrid por las semifinales de la Liga de Campeones de futbol.
“Lo único que cuenta ahora es es el partido del martes”, afirmó Arturo Vidal, quien con un gol de cabeza para el 1-0 en el campo de la Sampdoria aseguró el “Scudetto” número 31 para su equipo.
“Queremos llegar a la final. La Liga de Campeones es un sueño. Tendremos tiempo para festejar al final de la temporada”, añadió el chileno.
Para la Juventus, el partido de ida es la antesala de la entrada en la final. El once turinés, que también está clasificado para la final de la Copa de Italia contra Lazio, tiene la posibilidad de lograr la triple corona.
“Para nosotros comienza un mes duro con dos competiciones que queremos ganar”, indicó el defensor Andrea Barzagli.
El entrenador Massimiliano Allegri se imagina el próximo duelo: “Jugaremos contra un extraordinario equipo. Necesitamos una excelente actuación”.
Al menos tras el pitazo final en Génova, los jugadores gozaron unos pocos minutos de su triunfo saltando de alegría en el campo, lanzaron vivas a Allegri y en el vestuario brindaron con una copa de champán. Al caer la noche, centenares de entusiastas hinchas saludaron a sus héroes en Turín. “Se nos permitió diez minutos de festejos”, bromeó el capitán Gianluigi Buffon.
La Juve conquistó su título número 31 cuando faltan aún cuatro jornadas, logro inédito desde que se implantó la regla de tres puntos por victoria. El equipo jugó una temporada dominante y, tras la cuarta jornada, se colocó en la cabeza, lugar que ya no abandonaría más.
“Fabuloso Juve. Cuarto Scudetto seguido”, se entusiasmo el “Corriere della Sport”. Incluso, el jefe de gobierno de Italia, Matteo Renzi, aficionado de la Fiorentina, felicitó vía twitter: “Han ganado los más fuertes, Felicidades!”.
Después de la breve fiesta, los jugadores se concentraron en un hotel de las afueras de Turín. “Radiante título pero de momento ninguna fiesta: todos a entrenarse para la misión Real”, comentó la “Gazzetta dello Sport”. El defensor Leonardo Bonucci se lo prometió a los “tifosi”: “Queremos seguir soñando para que la temporada sea inolvidable”.
