En 2009, el seis veces Campeón Olímpico de los 100 y 200 metros planes visitó México; pero el pago de sus honorarios por acudir al Congreso Mundial del Deporte no llegó. Desde entonces se niega a regresar.
Ciudad de México, 3 de junio (SinEmbargo).– Usain Bolt sonreía con sombrero charro y zarape. Bailaba al ritmo de las palmas mexicanas que lo vieron en conferencia, durante el Congreso Mundial del Deporte 2009. Era “parte del show” durante su primera visita al país, como invitado de honor en la segunda edición del evento. Sin embargo, al regresar a Jamaica, el pago por los honorarios de su presencia no se concretaron…y hasta el día de hoy siguen pendientes.
“Desafortunadamente esto da una muy mala imagen de México y afecta mucho en la posibilidad de que más atletas vayan a su país”, comentó Ricky Simms, representante del único hombre en la historia que ha dominado las pruebas atléticas de velocidad, con seis oros olímpicos y cinco oros mundiales.
A mediados de 2009, Simms fue contactado por Mauricio Morales, integrante del Comité Organizador del Congreso Mundial del Deporte 2009. En comunicaciones electrónicas, Morales se presentó como encargado de Relaciones Públicas de la Asociación de Comités Olímpicos Nacionales, lugar en el que no trabajaba y en el que además no existe ese cargo.
Morales escribió a Simms: “El Gobierno Mexicano nos solicita una oportunidad de hacer una cena especial para honrar al Señor Bolt. En ella estarán: el señor Jacques Rogge, el señor Mario Vázquez Raña, el señor Juan Antonio Samaranch y el Presidente de México, Felipe Calderón”.
El Gobierno Mexicano no hizo esa solicitud a los organizadores y si bien, durante su visita en México se hizo una recepción para Usain, ninguna de las personas que nombró Morales en el correo electrónico estuvieron presentes.
Aunque Mauricio Morales contactó a Bolt, el responsable del Congreso Mundial del Deporte fue Alejandro Hütt, quien pese a ser contactado para la realización de este texto no ha dado su versión sobre el tema.
El 3 marzo de 2011, Hütt Valenzuela escribió a Simms para explicar cuál era el seguimiento para consumar el pago: vender su casa, vender su empresa a otra que absorbería la deuda o iniciar un nuevo negocio. En un lapso no mayor de dos meses (mayo de 2011) se comprometió a ofrecer respuestas y dinero, pero esa fue la última ocasión en que entabló contacto con el representante.
“Esto para nosotros es un acto grave de deshonestidad. El Congreso Mundial del Deporte no fue lo que esperábamos, ni lo que nos dijeron, y peor aún es que todavía existen deudas”, agregó el británico. Hoy en día, ni el propio Congreso existe, sólo vivió dos ediciones (2008 y 2009).
UN CASO INÉDITO EN EL MUNDO
La Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF, por siglas en inglés), no ha vivido casos similares a esta situación, según explica César Moreno, integrante del organismo.
“No hay ningún antecedente parecido a esta situación. Lo recomendable sería tomar una acción legal porque es un incumplimiento de contrato. La IAAF reconoce a Ricky como un agente oficial y por ende apoya y protege tanto a él como a Usain Bolt, pero lo realmente grave es que no damos un buen ejemplo en México”, comentó Moreno Bravo, quien asistió a ese Congreso y pagó 4 mil pesos por dos días de unas llamadas “sesiones de trabajo”, una de ellas, con Bolt.
Según Antonio Lozano, presidente de la Federación Mexicana de Asociaciones de Atletismo, después solicitaron su apoyo para resolver la situación. “Ese es un problema entre particulares, en el que la Federación no tuvo qué ver. Entiendo que se le entregó una parte a Usain Bolt y que se le adeuda una cantidad de más de la mitad, pero que además la estancia de Usain Bolt era por cuatro días y sólo estuvo dos. Hay un incumplimiento de ambos”, consideró Lozano.
A principios de mayo, Lozano Pineda expuso la iniciativa de invitar a Bolt para correr en el Campeonato Centroamericano y del Caribe de Atletismo a efectuarse en Morelia, Michoacán, del 5 al 7 de julio. Más allá de los compromisos deportivos (como su participación en el serial Diamond League o la preparación hacia el Campeonato Mundial de Moscú, Rusia), es la experiencia previa en México la que limita su presencia.
Cuatro años después de aquel Congreso Mundial del Deporte, los esfuerzos parecen vanos, para ver de nuevo en México al hombre más rápido de la historia y sus referencias sobre la experiencia en México a otros atletas que sean invitados a venir al país no son alentadoras.
