Al Pacino en su máximo esplendor en la película “Danny Collins”

03/07/2015 - 12:04 am
Una película llena de nostalgia y la actuación magistral de Al Pacino. Foto: Especial
Una película llena de nostalgia y la actuación magistral de Al Pacino. Foto: Especial

Ciudad de México, 3 de julio (SinEmbargo).- El pasado abril cumplió 75 años, una circunstancia que no dejaron pasar las agencias internacionales de noticias que se esmeraron en repasar la vida y obra de uno de los mejores actores del mundo.

Al Pacino, que de él se trata, no está dispuesto por ello a vivir de las glorias pasado y ha regresado a la pantalla grande con un filme que lo muestra en su máximo esplendor y que tiene todo el olor a Oscar, aun cuando sea demasiado pronto para especular acerca de las candidaturas a la codiciada estatuilla dorada.

Danny Collins, que probablemente llegue a fin de julio a nuestras salas, resulta una película hecha a la medida del famoso intérprete, quien se pone en el cuerpo y en las ropas de un célebre cantautor que ha ganado dinero y fama, mientras en forma simultánea perdía a su familia y su inspiración creativa.

¿Cómo se vuelve al esplendor? ¿Cómo se resetea un artista en el otoño de su vida para volver a tocar aunque sea con la punta de los dedos el fuego sagrado de la creación?

Al Pacino en Danny Collins es más Pacino que nunca y logra demostrar su esencia de artista máximo al renovar los votos con su oficio de actor y resistirse a la decadencia, interpretando, precisamente, un creador en su decadencia que va y viene del pozo al suelo y del suelo al pozo, negándose a morir sin antes reconciliarse con su vocación.

EL DEBUT DE DAN FOGELMAN

El filme que trae a nuestro mejor Pacino significa el debut como director de Dan Fogelman, escritor de éxitos como Crazy, stupid, love y está inspirado  en la vida del músico Steve Tilston, quien se enteró en 2005 que John Lennon le había escrito una carta en 1971, ofreciéndole discutir sobre los males del éxito y la fama a la hora de seguir siendo fiel al arte primordial.

Fogelman construye así a Danny Collins, un tipo que debe luchar con la soledad, con sus propios vicios y al mismo tiempo tratar de reconectarse con su hijo al que nunca conoció y al que encuentra enfermo terminal, atribulado por las deudas y la mala salud, pero contenido por un matrimonio idílico junto a su esposa, un encantador personaje encarnado por Jennifer Garner.

Un papel a su medida. Foto: Especial
Un papel a su medida. Foto: Especial

Annette Bening, la mujer de la sonrisa más hermosa de la cinematografía contemporánea, y el siempre genial Christopher Plummer, junto al talentoso Bobby Cannavale, completan un elenco que le llegan a la altura al mítico Al Pacino.

“Cuando tienes un guión como este y el director quiere que tú hagas este papel… conecto con algo, me veo a mí mismo y empiezo a trabajar. Empiezo como una tela en blanco y tengo que pintar algo en ella”, dijo el famoso actor.

“Si soy afortunado empiezo no sabiendo, como si fuera mi primer rol”, agregó a propósito de este personaje al que vio como una especie de “cruce entre Barry Manilow y Rod Stewart”.

“Vi a John Lennon una vez en el Central Park y sonreímos mutuamente, yo estaba tan agradecido de que él me reconociera. Conocí también a Bob Dylan, pasé tiempo con él, eso fue en los ’70, así que no me acuerdo bien”, dice Pacino

“Cuando hice The Godfather supe que iba a actuar en algo grande, supe que iba a hacer esto de verdad, yo estaba aterrado, es una película que amo por todo lo demás”, afirma acerca de la película en la que estuvieron a punto de echarlo en la primera semana de rodaje. Lo consideraban demasiado blando para encarnar al hijo de Don Corleone, pero el director Francis Ford Coppola afortunadamente impuso su deseo de tenerlo entre el elenco.

En la actuación ha encontrado –dijo en el pasado Festival de Cine de Venecia- el amor de su vida y en sus hijos (gemelos de 14 años, fruto de su relación con la actriz Beverly D’Angelo y Julie, la mayor, de 25 años, productora de cine), el sentido de su existencia.

Su padre lo abandonó cuando él tenía 2 años y fue criado por sus abuelos sicilianos en el Bronx. Fue su madre, Rose, la que le contagió el amor por el cine y el teatro, oficios donde peleó con su 1,68 metros de altura y un rostro singular, como de niño asustado.

Cuando se acercaba a los 30 años, Pacino consiguió su primer Tony en los teatros de Nueva York. En la gran pantalla protagonizó su primera película en 1970 dando vida a un drogadicto en The Panic in Needle Park.

El actor de Serpico, de Scarface, se mereció en muchas oportunidades el Oscar, aunque llegó tardíamente cuando hizo de militar ciego en Esencia de mujer, en una remake del filme italiano homónimo, que estuvo a cargo de Vittorio Gassman.

Es shakespeariano hasta la médula y este año regresa a Broadway con China Doll, una obra escrita especialmente para él por David Mamet.

Estrella reticente, modesto como pocos, Pacino, el entrañable Al Pacino, deslumbra en Danny Collins y de paso nos recuerda por qué lo admiramos tanto, tanto.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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