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Sinaloa: el narco se llevó a su hijo y ella no sabe que hacer, rodeada por la pobreza

03/07/2016 - 6:30 pm

La señora María Guadalupe no supo de la desaparición de su hijo hasta el 4 de abril, cuando su nuera le habló para preguntarle por él, y fue entonces cuando comenzó su búsqueda. La zona serrana de Durango forma parte del llamado Triángulo Dorado del Narcotráfico, conocido así por ser un lugar donde se ha desarrollado una actividad importante para la producción y tráfico de droga.

Foto: Noreste
La señora María Guadalupe no supo de la desaparición de su hijo hasta el 4 de abril, cuando su nuera le habló para preguntarle por él, y fue entonces cuando comenzó su búsqueda. Foto: Noreste

Por Marcos Vizcarra

Culiacán, 3 de julio (SinEmbargo/Noreste).- No era la primera vez que se iba a la sierra. Al menos tres temporadas de siembra y cosecha subió para instalarse en campamentos donde empaquetaba droga. Después bajaba a la capital de Durango y se encontraba con Sarahí, su mujer, quien el 2 de abril de 2011 lo vio por última vez.

Fue a las 23:00 horas de ese día cuando recibió una llamada de emergencia. Tenía que irse sin preguntar. Entonces se arropó un pantalón negro, una camisa color café de mangas largas y unos zapatos del mismo color, salió, se subió a una camioneta y ya no volvió. Desde ese día está desaparecido.

Su nombre es Óscar Fernando Barrón. Tenía 21 años cuando se fue en esa camioneta, según contó su madre, la señora María Guadalupe Barrón Cabanillas.

“Mi hijo estaba en casa de la mujer que tenía allá él, porque cuando él bajaba de la sierra venía con la mujer esa y de hecho el día 2 de abril estaba en su casa, me dijo la muchacha, que a las 11 de la noche le hablaron por teléfono y él salió porque le hablaron, y cuando él salió se fue… ya no regresó”, expresó.

Óscar vivía en Culiacán, en la colonia Francisco Villa, donde conoció a otras personas de su edad, y en su misma condición académica, sólo con la primaria terminada, quienes le invitaron a subir a la Sierra Madre Occidental a trabajar para el crimen organizado.

“Supuestamente él me decía que iba a trabajar en un taller, pero no, después supe con unos compañeros de él que se iba a trabajar a la sierra… a la pisca, a cada temporada”, narró.

La zona serrana de Durango forma parte del llamado Triángulo Dorado del Narcotráfico, conocido así por ser un lugar donde se ha desarrollado una actividad importante para la producción y tráfico de droga.

La señora María Guadalupe no supo de la desaparición de su hijo hasta el 4 de abril, cuando su nuera le habló para preguntarle por él, y fue entonces cuando comenzó su búsqueda.

“Me fui con el apoyo del papá de él, me fui ese día porque yo supe por la muchacha que me habló por teléfono preguntándome por él”, recordó.

“El día 2 de abril a las 11 salió y como el día 4 me habló ella, que ya tenía dos días mi hijo desaparecido, fue al mediodía cuando ella me habló, me preguntó por mi hijo y me dijo ‘¿señora, su hijo no está ahí en su casa?’, y le dije ‘no, mi hijo no ha venido para acá'”, cuenta.

Llegó a las 04:00 horas del 5 de abril a Durango, Durango, donde se encontró con Sarahí para ir a la Fiscalía del Estado, donde se levantó una denuncia y le dieron razón de cuerpos de personas que habían sido asesinadas.

“A mí me dijo la muchacha que acababan de encontrar unos cuerpos, que si los quería ver y yo le dije a Sarahí que me acompañara a verlos, porque ya estaba muy nerviosa, y ya fue cuando yo me metí con ella y ya nos los enseñaron, pero no, no era ninguno, eran tres”, indicó.

Le practicaron pruebas de ADN para un registro que tiene la Fiscalía, que sirvió para cotejarlo casi un año después, cuando se encontraron 300 cuerpos en fosas clandestinas.

“Cuando encontraron 300 cuerpos ahí yo vi los dos tráileres que estaban ahí, 150 en uno y 150 en otro, de hecho me dijeron a mí que volviera en 6 meses porque iban a analizar 150 y cuando yo fui los analizaron, pero no era ninguno de ellos”, expresó.

“Después me dijeron que volviera, que iban a analizar otros 150, y fue cuando ya no pude ir, porque ya no pude, ya el papá de mi hijo me dijo ‘ya a qué vamos, cada vez que vienes llegas muriéndote de por allá de no encontrar a Fernando, a qué vas'”, comentó.

En 2012 volvió la mayoría de las personas que se fueron con Óscar Fernando a la sierra, pero ninguno le dio razón de su hijo. De hecho, esa información probablemente no la pueda saber la señora, porque de cinco personas que regresaron, tres fueron asesinadas y dos más huyeron a otros estados desde 2013.

La búsqueda es en Durango, aseguró la señora María Guadalupe, pero desde 2012 dejó de hacerlas porque no tiene dinero para transportarse y volver a preguntar en la Fiscalía por los muertos que ha dejado el narcotráfico en ese Estado, porque tal vez así lo pueda encontrar.

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