En el adiós, FCH pide apoyar a EPN, acepta inconformidad electoral, y hace amplia defensa de su guerra

03/09/2012 - 6:00 pm

–Con información de dpa, EFE y Notimex

Ciudad de México, 3 sep – El presidente saliente de México, Felipe Calderón, dijo hoy que la lucha contra el crimen organizado era un “imperativo categórico” en su gobierno y llamó a su sucesor a continuarla “con firmeza”, al hacer el último balance anual de su gestión.

En una de sus frases más aplaudidas, Calderón pidió apoyar a Enrique Peña Nieto. “Deseo al Presidente electo de México éxito en su mandato. Y pido a todos los mexicanos que lo apoyemos en lo esencial”, dijo.

Entre los primeros en felicitarlo por su mensaje fue Peña Nieto. Desde su cuenta de Twitter, dijo:

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El presidente Calderón afirmó que, no obstante que en México la democracia es más fuerte que hace seis años, es menester ajustar normas electorales para poner fin a prácticas y conductas que afectan la calidad de los comicios.

“Si bien uno de los mayores esfuerzos de la clase política ha sido perfeccionar los procesos electorales, éstos siguen estando marcados por la inconformidad y la división”, dijo en su mensaje en Palacio Nacional con motivo de su sexto informe de Gobierno.

Pidió seguir perfeccionando las leyes electorales “para garantizar un equilibrio entre libertad de expresión y equidad. Es indispensable lograr que los resultados de las elecciones se resuelvan por encima de toda duda para ciudadanos y contendientes”, aseveró.

Reconoció que faltan, entre otras cosas, una segunda vuelta y las candidaturas ciudadanas.

“No sólo es cuestión de normas, como decía Carlos Castillo Peraza, para que haya democracia se necesitan demócratas”, dijo.

“Pero también es cierto que se pueden mejorar las leyes e instituciones para poner fin a prácticas y conductas que afectan la calidad de los comicios. Esto es clave para garantizar procesos que generen la mayor credibilidad y el mayor consenso posibles”, agregó.

Calderón dejó una larga agenda de pendientes a su antecesor: El “¿y qué falta?” fue una frase recurrente.

Recordó la pérdida de Juan Camilo Mouriño y Francisco Blake Mora y agradeció a sus colaboradores por su trabajo este sexenio.

Tres meses antes de entregar el poder al opositor Peña Nieto el 1 de diciembre, Calderón defendió su estrategia de seguridad de manera enfática en un discurso pronunciado en el Palacio Nacional.

Los “verdaderos resultados sólo se verán realmente en el futuro”, expresó.

El mandatario mexicano habló ante unos 2,000 invitados, con motivo del sexto y último informe de gobierno, que fue entregado el sábado por escrito al Congreso.

Además del tema de la seguridad, destacó la estabilidad económica y los logros de su gobierno en sectores como salud y educación.

Peña Nieto no estuvo presente en la ceremonia, a la que acudieron miembros del gabinete, representantes de los poderes legislativo y judicial, líderes de partidos políticos y empresarios, como el multimillonario Carlos Slim.

La lucha antidrogas fue la principal marca de los seis años de gobierno de Calderón, pero ha sido cuestionada porque generó una espiral de violencia por la división de cárteles y el surgimiento de nuevos grupos, con al menos 50,000 muertos. Organizaciones civiles estiman unos 60,000.

Calderón afirmó, sin embargo, que “la intervención federal no ha sido el problema, ha sido parte de la solución”. “A nuestra generación le tocó asumir los costos y los riesgos de una transformación impostergable”, agregó..

Según indicó, la evolución de los cárteles, simultánea a la “involución” de las instituciones, fue la que dio origen a “una de las más cuentas luchas de las que se tengan registro”.

El mandatario mexicano elogió el papel desempeñado por las fuerzas armadas, acusadas durante su gestión de violaciones a los derechos humanos, y dijo que fue necesaria la “intervención subsidiaria del gobierno federal” ante el deterioro de los cuerpos policiales por la corrupción.

“Impedimos que los delincuentes tomaran el control del Estado mexicano”, dijo. Calderón añadió que “el Ejército y la Marina están cumpliendo con su deber” y señaló que “por casos aislados” no puede juzgarse a las instituciones.

El mandatario mexicano puso como ejemplo de los avances logrados en su gobierno el caso de Ciudad Juárez, que “llegó a ser calificada como una de las ciudades más violentas del mundo” y “hoy es muestra del trabajo integral por reconstruir el tejido social y vencer a la delincuencia”.

Calderón dijo que en esa localidad, fronteriza con Estados Unidos, el número de asesinatos se redujo un 77 por ciento con respecto a su punto más alto, que se registró también durante su gobierno.

Hacia el futuro, el presidente mexicano dijo que el Estado debe mantener el combate iniciado por su gobierno y continuar con la depuración de los cuerpos policiales, además de “blindar a las instituciones políticas y democráticas contra el poder corruptor del crimen”.

Peña Nieto, de 46 años, que pertenece al Partido Revolucionario Institucional (PRI), ha señalado que no dará tregua a las organizaciones criminales y que centrará su estrategia en reducir la violencia.

Como asesor externo contará con el apoyo del ex jefe de la Policía Nacional de Colombia Óscar Naranjo.

El PRI, partido que gobernó México entre 1929 y 2000, ha sido acusado por sus críticos de haber permitido que creciera el problema del narcotráfico.

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