Ciudad de México, 3 de septiembre (SinEmbargo).– Los dispositivos para localizar a mascotas cada vez retoman mayor fuerza, pues no sólo se utilizan en caso de extravío, también son necesarios para guardar información importante sobre la salud del animal que puede ser utilizada en caso de una emergencia.

De acuerdo con el sitio web Mundoanimalia, portal español especializado en el cuidado de mascotas, “el famoso microchip es un sistema electrónico de identificación de animales. Éste está formado por dos partes: una es el microchip en sí y la otra es la cápsula por la que está cubierto. Esta cápsula es de un vidrio suave y biocompatible (no provoca alergias) y es tan pequeña como un grano de arroz”.

Especialistas en el cuidado de mascotas recomiendan a los dueños de perros y gatos, principalmente, adaptar este dispositivo a los animales, pues en caso de extravío o robo, el animal cuenta con una ficha de datos sobre su estado de salud y domicilio.

En algunos países, la implantación del chip en mascotas es una ley, por lo que ciertas naciones cuentan específicamente con una base de datos dedicada únicamente al control de los animales, tal es el caso de España, donde se han implementado leyes rigurosas para la identificación y cuidado de las mascotas.

CHIP EN EL DF

En mayo pasado, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) dio a conocer que todas las mascotas de la ciudad de México deberán contar con un dispositivo que las identifique.

Dicha disposición fue anunciada por el Gobierno del Distrito Federal (GDF) luego de que la ALDF aprobó una serie de reformas a la Ley de Protección a los Animales, e incluyó el registro obligatorio, la tenencia responsable, así como la regulación de venta de animales domésticos.

Las reformas fueron parte de la iniciativa de la Ley para la Protección y Tenencia Responsable de Animales de compañía así como la iniciativa de Ley de Salud, Control, Cuidado y Transmisión de Perros y Gatos. Sin embargo, hasta la fecha la iniciativa que obliga a los capitalinos a poner estos dispositivos en sus mascotas no ha sido publicada aún, por lo que permanece en análisis en la Asamblea Legislativa.

Parte de la tenencia responsable recae en la obligación que tienen los dueños de las mascotas en colocarles un chip que contenga datos como el nombre del dueño del perro o gato, domicilio, si está esterilizado, así como el historial de vacunas del animal.

Asimismo los capitalinos quedarán obligados, una vez que la ley entre en vigor, a registrar a sus mascotas en un padrón de animales que manejará la Secretaría de Salud del Distrito Federal.

Por su parte, José Ramón Amieva, Consejero jurídico del Gobierno Distrito Federar, detalló que los dueños de mascotas de compañía podrán acudir a los 52 juzgados cívicos de la capital por una constancia de tenencia responsable.

Por su parte, la directora de Locatel, Karina Moreno Ocampo, dio a conocer en marzo pasado que los capitalinos deberán informar sobre las características de la mascota, el estado de salud, historial de vacunación, con estos datos se elaborará un número de registro que los propietarios podrán incluir en su placa de identificación.

Si los dueños de las mascotas no llegan a completar este trámite podrán ser sancionados por las autoridades con una multa de hasta 20 salarios mínimos. La ley también aplicará para los veterinarios privados, quienes también están obligados poner el dispositivo a las mascotas que atiendan.

Sin embargo, algunos defensores de animales se opusieron a la nueva ley, ya que argumentan estas disposiciones evitarán que las personas adopten a animales pequeños que se encuentren en la calle, por las implicaciones que tiene el registro y las obligaciones a las que los capitalinos deben responder por la tenencia responsable.

PROCESO DE IMPLANTACIÓN

De acuerdo con Mundoanimalia, el proceso de implantación del chip lo tiene que llevar a cabo un veterinario. El médico zootecnista “debe introducir la cápsula en el cuerpo del animal, a la altura de la nuca, mediante un inyector (similar a un trocar) que, por medio de un émbolo, la empuja una vez atravesada la piel. Cada chip almacena un código de números único”.

El dispositivo permanece dentro del cuerpo del animal para siempre y se coloca sólo una vez, a menos de que se hagan modificaciones en la información que el dueño de la mascota deberá notificar de forma inmediata al veterinario, lo mismo si el animal fallece.

El microchip se puede implantar en animales con uno o dos meses de edad en adelante.

Asimismo el portal español Eroski Consumer, señala que “este método se implantó con el objetivo de recuperar al perro en caso de pérdida, pero también como forma de frenar y controlar el abandono de animales”.