México

Mancera: le dan más dinero a Edomex y menos a la CdMx; huele a electoral

03/10/2016 - 7:00 pm

La Ciudad de México está frente a un problema que podría durar un año completo y dejar estragos por muchos más. Ese problema tiene nombre: es el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2017. En él, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público previó para la capital un recorte de 95 por ciento. Desde el pasado 8 de septiembre, la administración encabezada por Miguel Ángel Mancera Espinosa enfatizó en que habría una reacción contra esa propuesta federal. Hoy, ante la realidad presupuestal, pone en duda la cooperación la capital del país para la construcción y puesta en marcha del proyecto más importante del sexenio de Enrique Peña Nieto: el NAICM.

Por Alejandra Padilla y Daniela Barragán

Ciudad de México, 3 de octubre (SinEmbargo).– En el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2017, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) propuso disminuir en 95 por ciento el gasto de la Ciudad de México. Este recorte fue otro golpe a la relación ya erosionada entre el Gobierno capitalino y la administración federal de Enrique Peña Nieto. Ahora, Miguel Ángel Mancera Espinosa dice que encuentra “sospechosas casualidades” en la decisión de dejar a la capital del país prácticamente sin dinero.

Casualidades que, de acuerdo con el Jefe de Gobierno capitalino, apuntan a tareas políticas y generan sospechas al surgir cerca un proceso electoral, el de 2017. Es por eso que hoy se citó con José Antonio Meade Kuribreña, Secretario de Hacienda, para medir su voluntad política y “ver si se corroboran algunas de estas suspicacias”.

Horas antes de sostener el encuentro con el titular de la SHCP, Miguel Ángel Mancera dijo a SinEmbargo que la Ciudad de México es su prioridad: “Es lo primero que me va a importar siempre; si hay esa voluntad, qué bueno, pero si se pretende atacarla, la voy a defender”.

¿Incluso si eso significa oponerse a la obra más importante de la administración de Enrique Peña Nieto: el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México?, se le pregunta.

El Jefe de Gobierno no titubea: “Sí, claro”.

La construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NAICM) es considerada la obra más importante de la actual administración federal, pero a dos años de haber sido anunciada registra un avance que no supera 3 por ciento del total. Su correcto funcionamiento involucra la construcción del Arco Oriente, para comunicar a la capital con el aeropuerto. El viernes pasado, Mancera aseguró que el recorte presupuestal presentado por la SHCP significaría cancelar esta vialidad.

Al detener este segundo piso, la comunicación entre la Ciudad de México y el Nuevo Aeropuerto resultaría afectada. Esto, de acuerdo con el Jefe de Gobierno capitalino, “sería un golpe muy importante”, porque la movilidad es uno de los dos pilares de la obra y al no garantizarle a la población cómo llegar, la infraestructura resultará insuficiente para un aeropuerto como el que la administración de Peña Nieto planteó construir.

Para Mancera, el presupuesto es injusto con la Ciudad de México y aunque no lo califica de erróneo, sí piensa que “cada quien tiene sus líneas de acción: ellos [la Secretaría de Hacienda] lo deben haber planteado en una línea de acción y eso es lo que queremos discutir”.

Aunque José Antonio Meade ha asegurado que la capital del país recibirá 9 mil 500 millones de pesos más que en 2016 por concepto de participaciones y aportaciones federales, Mancera Espinosa asegura que este monto “no es algo que nos esté dando Hacienda, no es ningún acto gracioso del Gobierno federal”. El Jefe de Gobierno explica que este monto lo podría obtener la capital del país como consecuencia de su posible recaudación, pero no es algo concreto. La reunión de hoy, expone, estará enfocada en los fondos que están seguros y que la CdMx tiene derecho a recibir.

Los problemas de la Ciudad de México, los principales, están ya en una situación de crisis. La inseguridad y la violencia se han desatado en zonas que eran consideradas “burbuja” y los asaltos en el transporte público son experiencias a las que los capitalinos se enfrentan a diario, algunos con experiencias desafortunadas.

El tema de la movilidad ha afectado la calidad de vida de las personas. El transporte público es ya insuficiente y está lejos de brindar un mejor servicio, pues sólo hay dinero para mantenimiento. Todos son problemas que requieren de inversión para solucionarse.

Miguel Ángel Mancera. Foto y video: Cri Rodríguez
Miguel Ángel Mancera. Foto y video: Cri Rodríguez

Aunado a esto, la crisis ambiental que la Ciudad de México ha padecido en el último año provocaron medidas federales que fueron más duras con los habitantes de esta urbe que con los del resto de la Zona Metropolitana del Valle de México.

La Ciudad, entonces, tendría que sobrevivir con 95 por ciento menos del presupuesto que ejerció en 2016 en caso de que el Presupuesto de Egresos que propuso la Secretaría de Hacienda sea aprobado como está ahora.

De ser así, la ciudad más poblada del país y una de las más habitadas del mundo se olvidaría de recibir dinero de los fondos de capitalidad, de fortalecimiento de infraestructura y para la accesibilidad de personas con discapacidad. También de los rubros para proyectos de desarrollo regional, Ampliaciones de Cultura, para Ciudades Futuro, para la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) y para todo lo relacionado con el Transporte Colectivo Metro, específicamente las ampliaciones de la Línea 12, Línea 9 y Línea A.

La afectación financiera recaería fuertemente en el subsidio para administrar el agua residual y potable, y los subsidios agrícolas, donde la SHCP propuso un recorte de cerca del 70 por ciento. Además también afectará a las instituciones de cultura, que recibirían 19 millones de pesos menos, de los 34 millones que ya se les destinaban.

En palabras del Jefe de Gobierno se afectaría por completo la proyección de lo que hoy es la Ciudad de México. Y aunque se esperaba el recorte, no se pensó que éste vendría en temas como salud, agua e infraestructura.

De 20 plantas potabilizadoras proyectadas, por ejemplo, se tendría que reajustar el plan para lo que alcance; en tanto, las cámaras de seguridad que hoy ya no sirven esperarán más tiempo para ser reemplazadas. Otra obra que entraría en crisis es la regeneración del paradero de Chapultepec .

Entre las prioridades del Gobierno local están garantizar los fondos para salud, educación y de varios de los programas sociales, como Adultos mayores, Personas con discapacidad, Madres jefas de familia, las Becas para estudiantes.

Mancera Espinosa tiene objetivos claros que defender ante Meade: el Fondo de Capitalidad, el dinero para mantenimiento e inversión del Metro, el Fondo Metropolitano y las coberturas de otras tareas específicas que tiene la Ciudad de México.

La sorpresa no fue que hubiera menos dinero, dijo Mancera luego de conocer los números de Hacienda, sino que la ciudad sería la más afectada entre todas las entidades de la República Mexicana.

La afectación presupuestal de la Ciudad de México –que aporta el 17 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y el 10 por ciento de las participaciones federales– es mayor comparada con los estados que le siguen en niveles de recorte y que son Campeche, Veracruz, Hidalgo y Tabasco.

UNA CIUDAD SIN PROYECCIÓN

–¿Cuál es la magnitud del recorte que Hacienda prevé en su Proyecto de Presupuesto para 2017?

–Es un recorte muy, muy fuerte, porque hay una parte que es nacional: el 10 por ciento menos en el seguro popular y en el Fondo Metropolitano que es muy importante, ya que de 10 mil millones baja a 3 mil millones de pesos.

Eso en el plano nacional y de la gran bolsa del Fondo Metropolitano. La expectativa de la Ciudad de México para ese fondo siempre es de más o menos mil 200 o mil 300 millones de pesos y para 2017 estaría bajando a 300 millones.

Están también los temas específicos, que son de proyectos especiales de la Ciudad de México. En todos los que son los proyectos locales, los que están en el Ramo 23, estamos con una reducción de poco más del 95 por ciento, lo que quiere decir que están en ceros los proyectos de ampliación de la Línea 12, de Línea 9, Línea A. También otros fondos que tienen que ver con la aportación que hace la Ciudad de México para poder tener competencia de fondos federales, conocidos como los “Paripaso”.

Es muy, muy fuerte, hablar del 95 por ciento de recorte en este tipo de fondos porque sí afecta a todo lo que es la proyección de lo que hoy es la Ciudad de México, y delas diferentes tareas a realizar.

–¿Lo esperaba?

–Se había hablado de que habría un recorte presupuestal, pero no que sería de esta magnitud y en temas tan sensibles como son la salud, el tema del agua –básicamente todos los paripasos– y la infraestructura, donde está parte de la operación y desarrollo de la Ciudad de México.

–¿De cuántos proyectos estamos hablando en específico y cuáles son?

–De entrada todos los que tienen que ver con el Metro. Todo. Serían la Línea 12, Línea A y Línea 9. Después todo lo que tiene que ver con infraestructura hidráulica: si estábamos hablando de 20 plantas potabilizadoras, pues ahora tendríamos que hacer una reducción proporcional muy importante; las plantas de rebombeo, las combinadas, las plantas de inyección, todo lo que son los pozos de perforación. Es toda la parte del agua. Luego, los proyectos específicos de infraestructura, que tienen un punto muy importante de toque en la ciudad y, obviamente, quedarían afectados. Si queremos hacer una mejora de las cámaras de seguridad del C4, hoy estaríamos pensando en una restricción del alcance de esos proyectos. Es básicamente todo lo que es la proyección; hoy incluso tendríamos afectada una parte de la regeneración de Chapultepec.

–Y todos esos proyectos, ¿se cancelan?

–Estamos buscando cómo compactar o cómo reorganizar, y darle prioridades a los proyectos. Prioridades número uno: la salud, la educación y el tema muy sensible de varios de los programas sociales como Adultos mayores, Personas con discapacidad, Madres jefas de familia, las Becas para estudiantes. Todo eso estamos viendo que tenga garantía. Hoy la Ciudad, financieramente, tiene algunos seguros. Nos ocupamos de crear un fondo para emergencias que va en dos sentidos: uno, la emergencia como tal, por alguna catástrofe o estado de emergencia derivado de algún fenómeno natural, está un fondo de reserva que hoy está en mil 800 millones de pesos. Eso se creó y está en el fideicomiso. No se puede tocar, pero está para eso. Hay, además, una reserva para poder soportar proyectos específicos que en dado caso se tendrían que utilizar estratégicamente.

–¿Cómo va a reaccionar la Ciudad de México frente a los temas en los que claramente hay crisis, como seguridad, movilidad y medio ambiente? Ya que más que asegurar el dinero que ya reciben, también se requiere de inversión.

–Hoy tenemos proyectos, como las estaciones de policía, al que ya le hemos dado soporte presupuestal. Eso lo vamos a ejecutar de cualquier manera. El pago de nuestra policía también lo vamos a cuidar para que esté consistente con todo lo que tenga que ver con el Capítulo 1000, que es el pago de nóminas de los trabajadores. Ese lo vamos a garantizar en todo el Gobierno y obviamente de manera extensiva en la parte de la policía preventiva y de investigación. El impacto será en lo que tenga que hacerse más allá, como sustituir algunas cámaras que están cayendo hacia la frontera de la obsolescencia y pues eso le llevará más tiempo a la ciudad aunque lo hubiéramos querido hacer de manera directa, pues se hará de manera programada.

–Respecto a las expectativas, el Secretario de Finanzas, Edgar Amador, ha dicho que hay optimismo en una negociación con Hacienda pero, ¿cuáles son las expectativas del Jefe de Gobierno?

–Yo quiero hablar del Fondo de Capitalidad , que es una exigencia constitucional. Si la idea del Gobierno federal fue dejárselo a los siputados y que ellos lo decidan, pues nada más que me lo diga el Secretario de Hacienda: ¿cuál fue la idea que se planteó este año que no fue igual a los años anteriores? Sé que está en la Constitución y sé que se tiene que atender, y por eso el Fondo de Capitalidad es uno de los objetivos, después el Metro, a fin de que no se detenga y frene la inversión en este rubro. Luego ver qué vamos a hacer con los otros proyectos especiales: qué pasará con el Fondo Metropolitano y con las coberturas de otras tareas específicas que tiene la Ciudad de México. Pero si se aprueba como se turnó será muy grave para la ciudad y sus habitantes.

NO ES UN ACTO GRACIOSO

–ElSsecretario José Antonio Meade dijo hace un mes que la CdMX está recibiendo 9 mil millones de pesos más y que este monto haría sonreír a cualquier Gobernador.

–Yo he reiterado que no estamos en el momento de tener sonrisa ni mucho menos de estar alegres. Un recorte de este tamaño nos preocupa a todos. Por más que se busque de dónde compensar, es un recorte muy fuerte. Son miles de millones de pesos que va a dejar de disponer nuestro país en aras de varios objetivos. Se tendrá qué ver en dónde hay menor afectación y eso es lo que yo quiero discutir. El Secretario de Hacienda habla de las participaciones. No son ningún acto gracioso del Gobierno federal, no es algo que nos esté dando Hacienda, es algo que está en el derecho de la Ciudad de México recibir por la capacidad de recaudación que se tiene. Esa bolsa se diseñó precisamente para eso: para tener reglas claras de una participación común que después se entrega a los estados, pero ese es un derecho que tiene esta ciudad. El otro es el Impuesto Sobre la Renta (ISR). El reembolsable de ISR que tiene la Ciudad de México es el más alto, pero además los 9 mil millones de los que está hablando él es algo que es presupuestado, que pudiera tener, no es algo seguro. Nosotros de lo que queremos hablar es de los fondos que están seguros que se van a poder ejercer. Él está hablando de un proyecto, de la posible recaudación que tenga la CdMx y nuestra participación de acuerdo con la recaudación fiscal, pero no es nada concreto.

–¿Cómo se imagina una Ciudad de México con un recorte de esa magnitud?

–Desde el punto de vista del Gobierno tendrá que ser una actuación muy cuidadosa para presupuestos de delegaciones y de la propia ciudad, para la labor que tendría que hacer la Asamblea Legislativa. Tendría que ser algo muy cuidado, muy estratégico y detallado. Para el trabajo de la ciudad –desde el punto de vista de sus órganos de gobierno– vamos a atender primero las tareas sociales y después todo lo demás que se requiere , dando garantía de funcionamiento. No podemos pensar en que no va a funcionar el Metro o que no vamos a tener agua, o que no va a haber movilidad o seguridad en la ciudad.

–A usted como gobernante de una ciudad como ésta y para sus expectativas de administración, ¿qué significa un recorte así?

–Para nosotros es una situación muy complicada y yo creo que va a ser nacional. Va a haber una gran preocupación nacional sobre el ejercicio de Gobierno porque va a haber un freno de muchos de los proyectos. El riesgo es que nos lleve a una desaceleración. Entonces, hoy tenemos que buscar que se incentive la inversión, que haya más expectativas y que los negocios no vayan a tener un freno, porque si tuviéramos un freno de los negocios y de la inversión, o una salida de capitales, entonces sí estaríamos en un problema muy serio.

–Entonces, ¿puede considerar que el presupuesto de Hacienda es por completo erróneo?

–Yo no sé, cada quién tiene sus líneas de acción y ellos lo deben haber planteado en una línea de acción, que es lo que queremos discutir. Creemos que no está siendo justo con la Ciudad de México. Es un presupuesto injusto para la capital del país.

–En los últimos días usted ha tratado el tema del Nuevo Aeropuerto. Ha dicho que el segundo piso que conectaría a la Ciudad de México se cancelaría por completo. Al decir esto, ¿analizó las consecuencias que tendría eso tanto para el aeropuerto como para la ciudad?

–El proyecto del segundo piso, que es el arco oriente hacia el NAICM, es una de las vías de conexión más potentes que puede llegar a tener la ciudad: tomar el segundo piso y llegar directamente al aeropuerto, pasando por avenida Tláhuac, Zaragoza, etcétera. Se ha platicado con las autoridades federales, pero requiere de un par de componentes: la concesión, que es inversión privada, y una participación federal. Si se quiere hacer el NAICM y se quiere tener colectividad, hay que meterle dinero ahí también, y si no se tiene en este presupuesto o no se tiene la expectativa de inyectarle, al menos en este Gobierno tendría totalmente cancelada esta posibilidad.

–¿Sería una realidad el NAICM sin ese presupuesto?

–Yo no veo cómo. Eso es lo que queremos discutir porque, por ejemplo, dotaron de cerca de 18 mil millones de pesos, un poco más, a la construcción del tren México-Toluca, y dejan el Metro totalmente descobijado.

–Mucho se ha dicho del distanciamiento entre usted y el Presidente, además se vienen dos procesos electorales importantes. ¿Usted ve relación entre estas tres cosas?

–Pues hay casualidades que se están presentando con este recorte y vamos a ver en la voluntad política ahora en la reunión. Vamos a ver si no se corroboran algunas de estas suspicacias que se generan, porque nos llaman mucho la atención. Es como cuando se modificó la Ley de Coordinación Fiscal, donde casualmente una de las entidades más afectadas fue la Ciudad de México, en conjunto con el estado de Tabasco. Estas casualidades a final de cuentas apuntan a tareas políticas. De repente encuentras una afectación mayor en la Ciudad de México ligada con la cercanía de un proceso electoral como el que se va a vivir hacia el 2018. En proyectos tan estratégicos e importantes como el Metro.

–Entonces el ánimo de cooperación parece que disminuyó con el paso de los años.

–Yo siempre voy a poner en el primer plano a la Ciudad de México. Con quien tenga que hablar o me tenga que coordinar lo primero que me va a importar siempre es la ciudad. Si hay esa voluntad, qué bueno, pero si se pretende atacar a la Ciudad de México también la voy a defender.

–¿Incluso oponiéndose a la obra más importante de esta administración?

–Pues sí, claro.

–¿Cómo afecta a la ciudad el retraso del segundo piso hacia el NAICM?

–El retraso de la comunicación sería un golpe muy importante, porque lo que se ha dicho y lo que se ha trabajado en las mesas de discusión del aeropuerto es que primero, antes que cualquier otra cosa, debes tener resuelta la parte hidráulica, que no haya inundaciones, que no haya afectación por drenaje. Es una inversión de cerca de 20 mil millones de pesos, que sé que se ha venido haciendo algo pero no está concluida. Lo segundo es la movilidad, porque si no le puedes dar garantía a la gente de que va a llegar al aeropuerto, y la única vía que van a tener es una que hay ahora hacia el lado de Texcoco, se me hace muy poco para un aeropuerto como del que están hablando, se me hace muy pobre para un aeropuerto como el que hoy se plantea.

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