Autodefensas de El Ocotito viven días de tensión: los criminales amenazan con volver a tomar el pueblo

04/02/2014 - 12:05 am
El Ocotito, un pueblo que teme por sus habitantes en cada segundo. Foto: Antonio Cruz, SinEmbargo
El Ocotito, un pueblo que teme por sus habitantes en cada segundo. Foto: Antonio Cruz, SinEmbargo

El Ocotito, Guerrero, 4 de febrero (SinEmbargo).– En el pueblo de El Ocotito nadie puede negar que hay tensión y que la muerte amenaza a sus pobladores a cada minuto.

La Policía Comunitaria tomó el poblado, ubicado a 80 kilómetros del puerto de Acapulco y a 50 de Chilpancingo, hace poco más de una semana. Lo convirtió en el centro de operaciones de la Unión de Pueblos y Organizaciones del estado de Guerrero (UPOEG).

Hoy, El Ocotito vive uno de los momentos de tensión más graves de su historia, pues el crimen organizado que opera en la región mantiene la amenaza de regresar por lo que cree que es suyo y abatir a los líderes de la Policía Comunitaria que tienen su campamento a la entrada del pueblo.

Aunque el Gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, declaró que en el estado la violencia está controlada y que el atentado a Pioquinto Damián Huato, presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) de Chilpancingo, donde murió su nuera y resultaron heridos su hijo y el empresario, es un “hecho aislado”, no le quedó más que anunciar un “plan emergente”, para bajar los índices de violencia en la entidad, con prioridad en Chilapancingo.

Sin embargo, a pesar de que la capital guerrerense está inmersa en la violencia y la población pide la presencia de los comunitarios, es El Ocotito, el poblado que “pende de un hilo”, amenazado con perecer bajo el fuego de las armas de grueso calibre de los delincuentes.

Fue en ese lugar donde Pioquinto y el Alcalde de Chilpancingo, Mario Moreno Arco, coincidieron el martes pasado en un mitin, donde el empresario lo encaró y acusó de nexos con la bandas delincuenciales.

A días del ataque se sabe que el líder de la Canaco responsabiliza al Alcalde del atentado que sufrió justo cuando viajaba a Chilpancingo, después de que concluyó el mitin en El Ocotito.

Pioquinto asegura que Mario Moreno está detrás del crimen organizado que opera en la capital guerrerense y en los pueblos aledaños.

Pero no es solo Pioquinto quien lo dice. En el pueblo los comunitarios aseguran y hasta apuestan su cabeza a que el Alcalde está detrás de los crímenes que se cometen en la región.

“Yo lo responsabilizo que tuvo que ver en el atentado sobre el señor Pioquinto. Está amañado con los mafiosos, puedo apostar mi cabeza a que es uno de los más implicados aquí y si empezamos a agarrar peces gordos en Chilpancingo, uno de ellos va a ser él, eso téngalo por seguro. Los mañosos se están escondiendo detrás de todos los políticos y de todos los cabrones que tienen dinero”, dice “José”–quien solicitó a SinEmbargo no revelar su nombre real–, un policía comunitario mientras hace un rondín a bordo de una camioneta por las calles de El Ocotito.

“José” está amenazado de muerte y sabe que lo pueden matar en cualquier momento. Las guardias comunitarias del poblado cuentan con armas de pequeño y mediano calibre.

Sus escopetas son viejas y por ningún lugar se observan armas como las que utiliza el crimen organizado.

El vehículo avanza por los callejones y las cuestas de ese pueblo enclavado en el cerro y los habitantes se asoman por las ventanas y sonríen a los comunitarios.

“Los criminales tienen puras cuerno de chivo, granadas y hasta bazucas. Llegaron a matar gente, a levantarla nada más porque los miraban a los ojos cuando se paseaban por las calles del pueblo. También secuestraban a las personas que tenían algo de dinero, pedían un rescate y si no lo juntaban, los mataban”, dice.

El comunitario es originario de El Ocotito, está casado, tiene hijos y trabaja en un empleo común en el pueblo. Desde que decidió levantarse en armas, pide permisos para intentar proteger a los pobladores de los delincuentes con su escopeta.

El vehículo avanza un poco más y una niña de cinco años detiene su marcha por uno de los callejones para saludar con una sonrisa a los comunitarios.

“¿Cómo es que una niña los saluda así?”, se les pregunta.

“José” responde: “Pues hay una guerra que empezó pequeña con una persona en la Montaña. Aquí la gente está cansada, muchos perdieron la vida, muchos desaparecieron, algunos están en el panteón, a otros no los encontraron. Dice un dicho que ‘el valiente vive, hasta que el cobarde quiere’, aquí los cobardes ya no quieren a los valientes y ahora sí, los patos le tiran a las escopetas”.

El movimiento de la Policía Comunitaria busca extenderse y sus líderes han anunciado que de no resolverse el problema de inseguridad en el estado, pronto tomarán Chilpancingo.

QUIEREN ENTRAR A CHILPANCINGO

Foto: Antonio Cruz, SinEmbargo
En el pueblo los comunitarios aseguran y hasta apuestan su cabeza a que el Alcalde Mario Moreno Arco está detrás de los crímenes que se cometen en la región.Foto: Antonio Cruz, SinEmbargo

Octavio Maganda Gallardo, promotor de la Unión de Pueblos y Organizaciones del estado de Guerrero (UPOEG), asegura que si la población de Chilpancingo, lo pide, entrarán a la ciudad.

“La gente nos comenta que en Chilpancingo andan los narcos tirando balazos por todas las calles, después del atentado que sufrió Pioquinto”, dice Maganda.

Maganda dice que es la mafia la que está detrás del atentado al líder de la Canaco, y asegura que fue un mensaje para ellos.

“Es un mensaje, una amenaza, para que no nos atrevamos a entrar a Chilpancingo. Quieren que nos retiremos, pero la gente quedó mucho más prendida. Vamos un paso adelante y ni un paso atrás”, dice.

El domingo, pobladores de ocho comunidades del valle de El Ocotito marcharon vestidos de blanco por la carretera federal de Acapulco para respaldar a sus guardias civiles y rechazar a las fuerzas federales en las localidades.

El sábado unas dos mil personas, entre habitantes del municipio de San Marcos, integrantes de la UPOEG y policías comunitarios, marcharon por las calles del poblado para conmemorar el Día Internacional de la Paz y la No Violencia.

El mitin, que concluyó en el zócalo, se realizó también para mostrar apoyo a la policía ciudadana y decir a los delincuentes que ya están hartos de ellos.

“Por una seguridad y justicia ciudadana sin hostigamiento que las fuerzas federales permitan el libre tránsito del Ssjc Upoeg”, se leía en una de las pancartas.

Los participantes, la mayoría mujeres, aseguraron que no quieren al Ejército, la Policía Federal ni a la municipal en la zona, por lo que pidieron a los ciudadanos sumarse a la guardia comunitaria.

El viernes Manuel Mondragón y Kalb, Comisionado Nacional de Seguridad, acordó con el Gobernador Ángel Aguirre establecer un “plan emergente” en Guerrero para atender los índices delincuenciales que se centrará en Chilpancingo donde previamente cientos de personas se manifestaron por los frecuentes asaltos, secuestros, extorsiones y asesinatos.

Jesús Martínez, Secretario General del Gobierno de Guerrero, dijo a la prensa local que el plan incluye la presencia de policías federales que llegarán a la capital del estado, además de la instalación de filtros de día y noche por parte del Ejército y Marina.

“Más que venir a alivianar, [las fuerzas federales] vienen a apoyar como parte del esquema estratégico y sobre todo manejar un planteamiento muy en concreto sobre lo que ellos llaman plan emergente”, comentó el funcionario.

Mondragón y Kalb prometió que se tomarán acciones concretas en la capital guerrerense a fin de que se garantice la tranquilidad de los habitantes.

De acuerdo con datos de la Sistema Nacional de Seguridad Pública la entidad fue la más violenta del 2013 al registrar 2 mil 87 homicidios. Además de ser el estado con más plagios, al contabilizar 207 casos, tan sólo después de Tamaulipas. En cuanto a extorsiones se mantuvo en la media con un reporte de 174.

Autodefensas de El Ocotito están listos para tomar Chilpancingo. "El pueblo lo pide", dicen. Foto: Antonio Cruz, SinEmbargo
Autodefensas de El Ocotito están listos para tomar Chilpancingo. “El pueblo lo pide”, dicen. Foto: Antonio Cruz, SinEmbargo

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video