Al menos 20 candidatos secuestrados, amenazados o asesinados en 2013; analistas: la violencia se agudiza

04/07/2013 - 12:05 am

Ciudad de México, 4 de julio (SinEmbargo).– La violencia previa a los procesos electorales no es inédita, pero este año se ha agudizado y el 7 de julio, día de la jornada comicial que se desarrollará en 14 estados del país, es probable que se registren más de estos sucesos violentos, afirmó el experto en seguridad, Gerardo Rodríguez.

El investigador del Instituto Mexicano de Democracia y Derechos Humanos (IMDHD), Edgar Cortez, dijo por su parte que el miedo causado por los hechos de violencia provoca desencanto de la ciudadanía en la democracia.

La violencia contra candidatos se incrementó durante junio y los primeros días de julio. Tan sólo esta semana fue asesinado el candidato del Movimiento Ciudadano a la alcaldía de San Dimas, Durango, José Ricardo Reyes Zamudio; presuntamente secuestrado Carlos Alberto Valenzuela, candidato del PAN a la alcaldía de Boca del Río, y policías al servicio del PRI resguardaban una bodega del PRI y al ser descubiertos por perredistas los balearon.

Un recuento elaborado por SinEmbargo indica que desde 2006 han sido amenazados, heridos por agresiones o asesinados casi 80 candidatos a puestos de elección popular o aspirantes a serlo, así como personas directamente relacionadas.

Al menos 20 políticos fueron atacados en lo que va de 2013, dice el recuento.

¿Es inédito esto?, se cuestiona a Gerardo Rodríguez, experto en seguridad.

“Lamentablemente, no. Ya tuvimos el asesinato de un candidato a la gubernatura (Rodolfo Torre Cantú, en Tamaulipas en 2010). Lamentablemente no es inédito: las campañas están siendo empañadas por la violencia en la mayoría de los comicios”.

En las amenazas y agresiones además de la participación de la delincuencia organizada, está el papel que juegan otros partidos o policías gubernamentales.

Las recientes agresiones y amenazas de las cuales no se ha salvado ni la ex candidata presidencial del Partido Acción Nacional (PAN), Josefina Vázquez Mota, quien recibió amenazas durante su visita a Coahuila, y la falta de resultados en la mayoría de los casos para determinar quién o quiénes están detrás de los sucesos, son los que hacen pronosticar que se registrará violencia en las elecciones del próximo 7 de julio.

Rodríguez, especialista egresado del Instituto Tecnológico Autónomo de México, prevé que las policías municipales sean usadas el 7 de julio por gobiernos o candidatos para intimidar a la ciudadanía como a candidatos rivales. Por ello no considera descabellada la propuesta del Presidente del PAN, Gustavo Madero, de pedir acuartelar a las policías municipales y que el Ejército patrulle durante la jornada electoral.

El experto prevé que haya violencia en Durango, donde en elecciones previas se han registrado intimidatorias ráfagas de balazos al aire. También podría repetirse que grupos de choque se enfrenten en Puebla, como pasó en la elección del 2010, dice.

Tanto Rodríguez como Cortez coinciden en que aunque panistas y perredistas hacen responsables de la violencia e irregularidades a los gobernadores priistas, los mandatarios de los tres partidos ejercen presión ya sea a través de los policías o del uso de recursos públicos para que ganen sus institutos políticos.

LAS RAZONES DE LA VIOLENCIA

Desde abril el Secretario de Elecciones del PAN, Arturo García Portillo, decía en entrevista a SinEmbargo que en Durango su partido no participaría en algunos municipios, debido a que no había las condiciones de seguridad para sus candidatos por distintas amenazas recibidas.

Alertaba también de una nueva situación: antes el crimen organizado amenazaba y agredía a políticos ya elegidos como alcaldes o diputados locales, pero en este proceso se adelantó a la etapa de candidatos.

En otra entrevista, los presidentes del PAN en Durango y Chihuahua, Víctor Hugo Castañeda y Mario Vázquez, respectivamente, reprochaban que en sus estados, donde algunos candidatos se han bajado de la contienda electoral, se carece de protocolos de seguridad.

Las amenazas y agresiones se han extendido a Tamaulipas, Coahuila, Veracruz y Oaxaca.

De acuerdo con Rodríguez, son cinco razones las que abonan para el crecimiento de la violencia contra candidatos.

La primera es la infiltración de la delincuencia organizada en procesos electorales, que ve redituable financiar campañas para que queden políticos y funcionarios afines para controlar plazas.

La segunda causa es la impunidad en la que se desarrollan los actos de violencia contra candidatos. “No hemos sabido quienes son los responsables de las agresiones”.

Una tercera causa es el alto costo de las campañas y la recurrencia de elecciones. “Necesitamos reducir el costo de campañas, tener institutos electorales más eficientes, ya hablar del tema de reelecciones, contar con cuadros profesionales”.

Un motivo más es que los propios partidos han aumentado la violencia en sus propios procesos de elección interna y durante las jornadas electorales, con utilización de grupos de choque para defender y robar urnas.

Una quinta razón es la intervención de las policías locales.

“Es otro tema de violencia, el uso irresponsable para recabar información de la jornada, amedrentar candidatos de otros partidos. El llamado de que el Ejército vigile la jornada no suena descabellado porque en muchas circunstancias (las policías) se usan para causar miedo a otros candidatos, lo que hace asimétrico a los procesos electorales”, explica.

Ayer, en Veracruz se vivió un caso donde un grupo de policías veracruzanos que vigilaban una bodega con despensas, presuntamente para repartir en actos de campaña priistas, balearon a perredistas que los habían descubierto.

Aunque faltan tres días para la elección, Rodríguez pide a las autoridades, sobre todo las locales generar las condiciones para que la jornada electoral se desarrolle en paz. Afirma que sin condiciones de seguridad, la participación ciudadana es menor.

“Ha habido casos en Durango donde se escuchan disparos de armas de alto poder en espacios de votación, asesinatos de candidatos que pensaríamos que están mejor protegidos. En estos momentos la violencia en las elecciones amenaza la democracia”, advierte.

En la capital de Puebla se espera una jornada electoral muy competida. Las encuestas señalan que aunque haya diferencia a favor de Gali Fayad, el candidato del PAN, podría repetirse lo que ocurrió hace tres años en elección a la gubernatura que ganó el panista Rafael Moreno Valle, donde hubo momentos de tensión.

“Hubo grupos de choque denunciados de ambos lados, del PRI y el PAN, llegaron a confrontarse o tratar de inhibir el voto por robo de urnas y en el caso de Puebla capital apareció un grupo de choque que rompió vidrios del cuarto de guerra panista. En algunos estados es conveniente que se acuartele a la policía para que no la usen gobernadores”.

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PROCURADURÍAS DEBEN INVESTIGAR

A Edgar Cortez le sorprende la manera cómo reaccionan las autoridades ante las amenazas o agresiones a candidatos.

Un ejemplo es la actitud que tuvo el procurador de Oaxaca, Manuel de Jesús López, al atentado sufrido por la candidata del PRI a la alcaldía de Teposcolula, Rosalía Palma, el 29 de junio pasado. López informó el lunes pasado que la balacera en la que Palma salió herida y Efraín Cruz, su esposo, muerto, se debió a una venganza contra este último.

“La reacción inmediata fue decir que el asunto no tiene nada que ver con lo electoral y sí con lo personal. ¿Dónde está la investigación? Se ve una intención de minimizar, de anteponer los temas personales. Otros vemos lo político, que es la presencia del crimen organizado”.

Cortez ve que antes el crimen organizado ejercía presión a los candidatos ganadores, a quienes les dictaba a quién debía designar como encargado de seguridad pública. En cambio ahora la violencia se ha profundizado en contra de los candidatos en plena contienda.

Eso ayuda a generar miedo entre la ciudadanía, que inhibe su participación. Aclara que aunque la mayor parte de críticas van contra los gobiernos priistas por permitir esta situación, los gobiernos los tres partidos incurren en lo mismo.

“Es una práctica que se ha mantenido y lo lamentable es que a ella recurren todos los partidos, lo nuevo es en términos de que se extiende. En Baja California, los priistas piden al Gobernador Guillermo Osuna Millán que saque las manos del proceso y en otros estados al PRI le piden lo mismo”, dijo.

“Es una perversión que construyó el PRI y repiten ahora los otros partidos. Puede tener un efecto de miedo y ayuda a profundizar el desencanto en los tres partidos y que los ciudadanos no le vean sentido al voto, entre elegir a uno u otro u otro y que no representa una modificación de las situaciones y las prácticas terminan siendo similares. Por un lado que la ciudadanía no vea que hay una alternativa y sí presencia de la delincuencia organizada, que busca influir y tener gobiernos a modo”, concluye.

en Sinembargo al Aire

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