EPN recibe a 12 nuevos embajadores con discurso optimista sobre México; hay nueva narrativa de Estado: analista

04/07/2013 - 12:03 am

Ciudad de México, 4 de julio (SinEmbargo).– El Presidente Enrique Peña Nieto recibió ayer en Palacio Nacional las cartas credenciales de 12 nuevos embajadores y tras un encuentro individual con el mandatario, cada uno brindó una conferencia de prensa.

La coincidencia fue que en México hay un clima nuevo para las buenas relaciones internacionales que puede generar o mejorar el intercambio comercial.

El acto público de ayer, a decir de Javier Urbano Reyes, investigador del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana (UIA), refleja el estilo en Diplomacia del gobierno peñista. “Hay una nueva narrativa que promociona la imagen de México, una vez que las reformas estructurales han sido aprobadas. El mensaje de lo que México es hoy, es el mismo para todos, incluso con países con los que el vínculo jamás ha sido fuerte”.

Respecto al pasado, los doce años de mandatos panistas, el especialista resume: las batallas que no reportaban nada, han concluido.

NUEVOS EMBAJADORES

En palabras del nuevo Embajador de Venezuela, José García Hernández, su país inicia una nueva era bilateral en la que “hay un cambio”. El foro, el diplomático latinoamericano lo utilizó también para condenar la decisión de Francia, Portugal, Italia y España de negar el tránsito al avión del Presidente de Bolivia, Evo Morales, bajo la sospecha de que transportaba al ex técnico de la CIA, Edward Snowden.

En su oportunidad, la representante de Grecia, Polyxeni Stefanidou, reveló que Peña Nieto fue “muy amable” cuando sobre la mesa, surgió el tema de la crisis por la que atraviesa aquel país, miembro de la Unión Europea. “Él ha sido muy amable al decir que es una transición por la cual, muchos países pasan en el mundo. Porque en muchísimos países, hoy en día, en otros países, en otra época, hubo crisis económicas que se pudieron resolver de una manera u otra”. Pese a ello, la embajadora aclaró que en ningún momento de la conversación se analizaron las crisis mexicanas como “paralelismo” a la que ocurre ahora mismo en su país.

Cuando el nuevo Embajador de Libia, Muftah R. M. Altayar habló ante los reporteros, el Ejército avanzaba en El Cairo, Egipto, pero el presidente Mohamed Morsi aún no era destituido. “No queda duda que lo que acontece en Egipto es de suma importancia para nosotros. Siempre les hemos deseado el mejor de los éxitos y que logren su estabilidad”, exclamó.

Cuestionado por si en su nación, las revueltas de Egipto habrían generado preocupación por la probabilidad de que encontraran réplica, abundó: “No estamos preocupados. Consideramos que el gran pueblo que decidió, el 23 de enero, tomó las calles y logró una revolución; logrará una solución pacífica. Y esperamos que a través del diálogo y los medios pacíficos logren solucionar la cuestión”.

Dijo también que en Libia están listos para vivir una nueva era basada en Derechos Humanos y libertades fundamentales en las que se combata la corrupción. “México está en ese camino”, expresó.

Por su parte, el embajador del Líbano, Hichman Hamdam, habló de relaciones comerciales. Su discurso lo abrió con la invitación a que México se transforme en país socio. “Líbano tiene muchos valores agregados que pueden ser muy útiles a México en su expansión de afuera, en otros mercados”.

El embajador respondió sobre cuál es la relación económica entre ambas naciones. “Realmente quiero ser muy sincero. La relación comercial entre Líbano y México es muy baja. Realmente es muy baja. Necesitamos pensar en una manera para mejorar”.

Además, ante el gobierno mexicano, presentaron cartas credenciales, los representantes de Bangladesh, Trinidad y Tobago, Nepal, San Cristóbal y Nevis, Islandia, Camboya, Bosnia Herzegovina y Letonia.

PROMOCIÓN DE MÉXICO

¿Por qué 12 embajadores presentan en la misma oportunidad sus cartas credenciales? Investigador del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana (UIA), Javier Urbano Reyes responde que esa recepción masiva es una figura normada por el Derecho Internacional y bajo esa óptica no debe dar pie a la suspicacia.

No obstante, hace una acotación. En México, la organización de un evento con tales características corresponde a una nueva narrativa en las relaciones internacionales basada en la promoción que el gobierno de Peña Nieto hace de México ante el exterior.

Es decir, el gobierno emanado del Partido Revolucionario Institucional –en palabras del experto en Relaciones Internacionales– brinda un mensaje homogéneo tanto para países con los que ha mantenido vínculos sólidos como para aquellos con los cuales, la distancia ha sido el tópico. Y tal mensaje está basado en los cambios estructurales logrados a partir del Pacto por México, que unió al partido en el gobierno con las fuerzas opositoras. Peña Nieto se presenta como un reformista.

El investigador usa una metáfora para describir una ruptura con el estilo de la Diplomacia durante los 12 años de gobiernos panistas: “Las batallas que no reportaban nada, se han acabado”. Pone como ejemplos algunos eventos durante la gestión foxista: el conflicto trabado con Cuba en materia de derechos humanos y el retiro del embajador en  Venezuela, debido a los ataques verbales de Hugo Chávez hacia Vicente Fox. Después, durante el calderonismo, el letargo en el acercamiento con los dos países.

Hoy, a seis meses del gobierno peñista, con Venezuela –cuyo embajador presentó cartas credenciales ayer– hay otro camino. Según el investigador, la nueva relación está alentada por la negativa del gobierno de Peña Nieto para recibir en México a Henrique Capriles, dirigente opositor al chavismo y la presencia de Peña Nieto en los funerales de Hugo Chávez.

“Ello podría abrir una ventana de ampliación del diálogo con el que podría superarse la política tan lamentable que tuvo el fallecido Chávez con Fox. Con este discurso de, partamos de cero, se puede crear un espacio para intercambios futuros”.

Con Venezuela, la relación comercial es más factible. “Se trata de países petroleros que han financiado la cooperación para el desarrollo en apoyos como el pacto de San José. México y Venezuela podrían constituirse en socios, particularmente en la zona del Caribe”.

Otro ejemplo del estilo de las relaciones internacionales del gobierno peñista es la posición ante las revueltas en los países árabes. “La de México es una actitud inteligente en términos de no involucrarse, de no tomar posiciones y sí remitirse a la tradicional política exterior de esperar que los conflictos sean resueltos al nivel interno”.

Pero hay vínculos que México no fortalecerá no obstante la nueva narrativa en la política exterior. Pasar de los discursos diplomáticos y de buenas intenciones no genera impulso a las exportaciones; hacen falta condiciones para operar.

Hay un ejemplo: Grecia. El catedrático de la UIA, quien coordina el Programa de Asuntos Migratorios, expone que respecto a la Unión Europea (UE), el vínculo se centra en Inglaterra, España, Francia, Alemania e Italia. “Esos países acaparan el 80 por ciento del intercambio comercial. Con Grecia no tenemos intercambio comercial importante. Por ahora, el mensaje es solamente de respeto, pero aún no se conoce cómo se instrumentará la cooperación”.

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