Bruselas, 4 ago (EFE).- La Comisión Europea (CE) mantendrá esta tarde conversaciones telefónicas con Francia y el Reino Unido para ver cómo puede ayudarles a gestionar la crisis migratoria en Calais, después de que otras 600 personas intentaran esta noche cruzar a territorio británico por el canal de la Macha.
“Habrá una llamada telefónica esta tarde (…) para ver cómo podría ayudar la Comisión Europea técnicamente, prácticamente y también económicamente”, señaló en rueda de prensa la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, quien está al frente de la institución esta semana con motivo del periodo estival.
Malmström explicó que su colega Dimitris Avramopoulos, el comisario europeo de Inmigración, llamará a la ministra británica del Interior, Theresa May, y a su homólogo francés, Bernard Cazeneuve para tratar esta cuestión.
La comisaria no quiso adelantarse a los hechos, pero señaló que lo que la UE puede ofrecer a Francia y el Reino Unido es ayuda económica y técnica para procesar las aplicaciones de asilo puesto que de las personas que llegan a Calais algunas proceden de países en los que corren el riesgo de ser perseguidos y “deberían tener derecho y darles la oportunidad de pedir asilo”.
Para las personas que no tienen ese derecho por ser inmigrantes irregulares por otros motivos, Malmström dijo que la UE y Frontex están dispuestas a discutir cómo pueden ayudar a estos dos países con el proceso de devolución a sus países de origen.
Reconoció asimismo que la devolución es “complicada” porque la UE no tiene acuerdos de readmisión con todos los países, pero recalcó que con aquellos con los que sí los tienen “Frontex puede ayudar a coordinar”.
En materia de tratamiento de las demandas de asilo, la comisaria Malmström recordó que la regulación de la UE establece que las demandas de asilo sean tratadas en el país por el que primero entren los solicitantes a territorio comunitario.
“Esto no es siempre fácil de hacer porque necesita cooperación de ambas partes”, admitió en referencia a Francia y el Reino Unido.
El Reino Unido se negó el pasado 20 de julio a participar en el sistema de reparto de refugiados propuesto por la Comisión para ayudar a Italia y Grecia, pese a que Irlanda, el otro país que goza de una cláusula de exclusión en materia de Justicia e Interior, sí aceptó de forma voluntaria sumarse al mecanismo.
