La cifra no es definitiva y las autoridades siguen buscando a personas desaparecidas, mientras se ha lanzado un llamamiento para que los habitantes de la zona afectada no salgan de sus hogares.

Unos 29.000 hogares permanecen sin electricidad por los daños causados por las inundaciones.

En algunas ciudades, como en Cannes, se han llevado a cabo detenciones ya que algunos individuos habían aprovechado el caos para efectuar robos.

El portavoz del Ministerio del Interior, Pierre-Henry Brandet, achacó el duro balance de víctimas a “un fenómeno (meteorológico) repentino, violento” en el que en dos horas cayeron 175 litros por metro cuadrado, el equivalente a dos meses de lluvia en la zona, según los servicios meteorológicos.

Los transportes ferroviarios en la zona se han visto fuertemente afectados por lo que la empresa nacional de ferrocarriles pidió a la ciudadanía que se aplace sus desplazamientos.

Además de la víctima del cámping de Antibes, cinco personas fueron encontradas muertas en un aparcamiento subterráneo de Mandelieu, tres aparecieron en una residencia de la tercera edad de Biot, al norte de Antibes, otras tres fueron encontradas en el interior de un coche en el municipio de Golfe Jean, y otra en Cannes.

El presidente francés, Francois Hollande, expresó en un comunicado la “solidaridad de la nación a los familiares y allegados de las víctimas de las inundaciones en los Alpes Marítimos”.

Por su parte, el primer ministro, Manuel Valls, manifestó, su “profunda emoción ante las terribles consecuencias de las condiciones meteorológicas”, y anunció la “movilización total del Estado” en apoyo a las familias de las víctimas.

El ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, se ha desplazado a la zona para evaluar los daños.