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La izquierda en el mundo falló, y dio pie a Trump y otros fascistas: jóvenes socialistas europeas

04/12/2016 - 12:05 am

Los jóvenes de hoy son la primera generación que vivirá peores condiciones que las de sus padres, pese a ser la generación más preparada e informada de la historia. La consolidación del capitalismo salvaje a nivel global y la incapacidad de las izquierdas por hacerle frente, crearon las condiciones para que ganaran terreno en el mundo las opciones de extrema derecha. Donald Trump y otros conservadores en el poder son consecuencia de las fallas de los movimientos progresistas, dicen a SinEmbargo dirigentes socialistas de Europa.

Ciudad de México, 4 de diciembre (SinEmbargo).- “Detrás de cada fascismo hay una revolución fallida”, dijo Walter Benjamin hace décadas. La frase del filósofo alemán, sin embargo, parece no haber sido nunca tan descriptiva y oportuna como hoy.

El avance de opciones políticas de extrema derecha en el mundo, con Donald Trump en Estados Unidos y Jean Marie Le Pen en Francia como quizás sus ejemplos más acabados, sólo pudo ser posible porque los movimientos progresistas de izquierda en el planeta fueron incapaces de presentarse como una alternativa.

Esa es una de las conclusiones que podrían sacarse de un panel que llevó como título “Construcción de ciudadanía, innovación y jóvenes”, y que fue parte del programa de la “Conferencia Internacional, Movimientos Progresistas y Ciudadanos en América Latina y Europa”, realizada en la Ciudad de México entre el 29 de noviembre y el 1 de diciembre pasado.

La charla reunió a tres mujeres que lideran a los organismos juveniles de algunos de los partidos socialistas más importantes de Europa:

– Delara Burkhardt, presidenta nacional adjunta de las juventudes socialistas del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD).
– Idoia Villanueva, Senadora autonómica de Podemos por Navarra (España) y,
– Laura Slimani, presidenta de las juventudes socialistas europeas, ubicada en Francia.

Laura Slimani, presidenta de las juventudes socialistas europeas, ubicada en Francia, en entrevista con SinEmbargo. Foto: Crisanto Rodríguez, SinEmbargo
Laura Slimani, presidenta de las juventudes socialistas europeas, ubicada en Francia, en entrevista con SinEmbargo. Foto: Crisanto Rodríguez, SinEmbargo

Las tres coincidieron en que los partidos de izquierda (socialistas) en Europa, como prácticamente en el resto del mundo, dejaron de combatir en los últimos años sus batallas esenciales: la de la justa distribución de la riqueza y el poder, y la de la justicia social.

Lo que ocurrió, dice Slimani en entrevista con SinEmbargo, es que en el mundo se perdieron los rasgos diferenciadores entres las fuerzas progresistas y las fuerzas conservadoras.

La economía se impuso a la política y los linderos entre derecha e izquierda se difuminaron.

Entonces, los partidos y los gobiernos supuestamente progresistas se marearon con el poder y, de a poco, dejaron de ser la alternativa que la gente necesitaba, dice Burkhardt.

Slimani agrega que, es cierto, en un mundo dominado por las instituciones financieras no es fácil impulsar políticas progresistas, pero la verdad es que las grandes corporaciones, los grandes capitales no tuvieron siempre el poder que hoy ostentan.

“Los políticos les cedieron parte de su soberanía y de su responsabilidad. Liberalizaron los sistemas financieros en sus países, pero no crearon las estructuras internacionales para controlarlos, no han hecho lo necesario para quitarles el poder y devolvérselo a la gente”, dice Slimani.

Delara Burkhardt, presidenta nacional adjunta de las juventudes socialistas del Partido Socialdemócrata Alemán. Foto: Especial
Delara Burkhardt, presidenta nacional adjunta de las juventudes socialistas del Partido Socialdemócrata Alemán. Foto: Especial

Sin resistencias políticas ni sociales, los intereses de los grandes capitales, de las grandes corporaciones, terminaron convertidos en poderes que dominaron a los gobiernos nacionales y dictaron la agenda.

Y esta agenda no procuró, en sentido alguno, beneficios para la gente, para las mayorías.

El resultado es que los jóvenes de hoy serán la primera generación que viva en peores condiciones que las de sus padres, a pesar de ser la generación más preparada e informada de la historia, dice Villanueva.

“Nos robaron el futuro”, agrega la Senadora española, “y los partidos de izquierda no hicieron nada por evitarlo. Dejamos demasiado poder sin vigilancia”.

En este contexto, las opciones de derecha extrema encontraron, como claramente se advierte en Estados Unidos, terreno fértil para impulsar una agenda conservadora en sentido alguno solidaria.

La falla de las izquierda se traduce hoy más o menos así en los países de origen de las tres dirigentes juveniles.

Francia:
Llega al final el mandato de la izquierda en la Presidencia y en la Asamblea Nacional, en medio de una decepción de la gente, especialmente de quienes votaron por la izquierda. El gobierno del Presidente Francois Hollande traicionó sus promesas. De hecho, el mandatario y su partido impulsaron políticas contrarias a lo que habían prometido antes de llegar al poder. La izquierda, profundamente dividida, se olvidó de la solidaridad, la justicia y la igualdad y de combatir el sistema neoliberal y el racismo, de acuerdo con Slimani, la presidenta de las juventudes socialistas europeas.

Alemania:
En 2015 un millón de refugiados ingresaron a Alemania. El éxodo provocó el surgimiento de grupos que se oponen a lo que consideran la “islamización” de la cultura germana más pro-occidental. Los populistas de derecha están aprovechando los temores de la gente para presentarse como la única opción para recuperar la Alemania de antes. Igual que Trump ofrece recuperar un Estados Unidos que ya no existe, que ya no es posible. Mucha gente cree la mentira porque la izquierda ha sido incapaz de responder sus preguntas con la mínima coherencia, porque la izquierda no ha podido ser la alternativa para aliviar y dar solución a sus más íntimos temores, según Delara Burkhardt, la presidenta nacional adjunta de las juventudes socialistas del SPD.

España:
Enfrenta, como todo el mundo, un contexto de recesión, que se combina con la imposición de políticas “austericidas”, de profunda precariedad, impuestas por la Unión Europea. En el ámbito nacional, el Partido Socialista, por la puerta de atrás, aprobó cambios a la Constitución para limitar el gasto social en todo el país. Esa acción fue el detonante. La izquierda no nos representa, no están luchando por lo que está pasando. Esto no es una democracia real, de acuerdo con Idoia Villanueva, la Senadora autonómica de Navarro.

Idoia Villanueva, Senadora autonómica de Podemos por Navarra, en entrevista con SinEmbargo. Foto: Crisanto Rodríguez, SinEmbargo
Idoia Villanueva, Senadora autonómica de Podemos por Navarra, en entrevista con SinEmbargo. Foto: Crisanto Rodríguez, SinEmbargo

El surgimiento de los movimientos políticos ultra conservadores fue posible, paradójicamente, por la falla del sistema económico imperante.

La promesa del crecimiento continúo que hizo hace años el neoliberalismo, se cayó por completo. La teoría de que el enriquecimiento de las élites terminaría derramando el bienestar en los estratos más bajos, nunca se cumplió.

Y es, paradójicamente, en el contexto de este modelo fallido donde surge la oportunidad para que las organizaciones progresistas de izquierda recuperen su esencia y se transformen en la verdadera alternativa, coinciden las dirigentes juveniles.

El partido Podemos en España y el movimiento de izquierdas griego conocido como Syriza, son ejemplos de opciones reales que supieron constituirse en alternativas viables.

Por una sola razón: le devolvieron el poder a la gente.

Las tres dirigentes hacen las siguientes recomendaciones a la gente, para asegurar su participación en política, indispensable, para que las cosas cambien:

CONSEJOS PARA ELEVAR LA PARTICIPACIÓN

Las tres líderes juveniles aceptaron compartir sus recomendaciones para que la gente común, especialmente los jóvenes, retomen el control de la política. Estas son sus propuestas:

– Invadan los partidos políticos. Si quieren que los partidos cambien los deben cambiar desde dentro. Son estructuras muy grandes que son imposibles de transformar desde fuera. Cambien las reglas del juego.

– Movilícense también afuera de los partidos políticos en todas las causas posibles: los derechos de la mujeres, el medio ambiente, la demanda de mayor transparencia, la lucha contra la corrupción.

– Organicen movimientos sociales de resistencia. Si algunas personas no creen que su partido puede representarlos, vayan ustedes a defender lo que creen que debe defenderse.

– Asegúrense de que los partidos cumplan con su obligación de constituirse en espacios de deliberación y de representación, que en verdad transformen la voluntad popular en políticas públicas.

– Si crees que nada podrá cambiar a los partidos existentes, crea tu propio partido.

– Organícense. Quien no lo hace, no tiene voz.

– Utilicen las redes sociales. Los nuevos medios no son en sí mismos instrumentos o herramientas de cambio, hay que hacerlos funcionar en ese sentido. Sin embargo, acepten que es una ilusión pensar que las redes sociales remplazarán a a los partidos políticos o a las organizaciones sociales como medios de cambio social.

La Conferencia internacional “Movimientos Progresistas y Ciudadanos en América Latina y Europa” fue organizada por la Fundación Lázaro Cárdenas y la fundación alemana Friedrich Ebert.

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