¿QUÉ TAN NUEVO ES EL “NUEVO PRI”, 85 AÑOS DESPUÉS?

05/03/2014 - 12:00 am

En el Congreso, el PRI se presenta como reformador y vanguardista; pero sigue con las mismas que lo ha caracterizado durante 85 años, coinciden analistas. “Es un PRI aparentemente nuevo, pero arcaico”, afirma por su parte Ricardo Monreal. Tan sólo en su primer año, el Presidente Enrique Peña Nieto ‘maquiló’ 62 reformas a la Carta Magna, pero en su ADN, dicen especialistas, su partido sigue siendo “autoritario, antidemocrático y represor”. Peña Nieto y sus secretarios tienen la virtud del rostro amable y la mano extendida para negociar. Sin embargo, pueden utilizar el dorso de la mano si es necesario…

Inicio de sesión del periodo ordinario del Congreso de la Unión. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
Inicio de sesión del periodo ordinario del Congreso de la Unión. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

Ciudad de México, 5 de marzo (SinEmbargo).– El Partido Revolucionario Institucional (PRI) celebra su 85 aniversario tan fuerte como siempre: recuperó la Presidencia de la República en 2012 y posee una imagen modernizadora gracias a las reformas estructurales aprobadas el año pasado. Pero los analistas dicen que, en la realidad, sigue atrapado en las prácticas del pasado: corrupción, autoritarismo, compra de votos y cooptación de la oposición.

“Es un priismo aparentemente nuevo, pero arcaico en sus prácticas”, sintetiza el Diputado Ricardo Monreal Ávila.

La aprobación de las reformas energética, en telecomunicaciones y hacendaria, principalmente, le valieron al más reciente mandatario emanado de las filas del tricolor, Enrique Peña Nieto, diversos reconocimientos a nivel internacional. Unos lo llaman incluso  “salvador” de México.

Sus colaboradores más cercanos también fueron salpicados de las mieles y halagos por la negociación política que permitió la aprobación de las reformas estructurales, atoradas durante décadas en el Congreso de la Unión. Incluso el Secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, fue nombrado por una revista como el “Ministro de Finanzas del año”, en 2013.

“2013 fue el año reformador. 2014, que inicia, debe ser el año transformador: el año para la consolidación de las grandes reformas. Son innumerables los quehaceres que tenemos por delante”, refirió César Camacho Quiroz, líder nacional del PRI en un mensaje a la militancia priista.

No obstante, a pesar de haber impulsado reformas económicas de “hondo calado” para fomentar la apertura de los sectores productivos, el PRI ha ido en sentido inverso en temas como la transparencia en el manejo de los recursos públicos de gobernadores estatales o diputados y senadores, independencia del Poder Legislativo del Ejecutivo, así como en sancionar a servidores públicos o políticos destacados, acusados de incurrir en actos de corrupción.

Académicos expertos en derecho político coincidieron en que el PRI que regresó a Los Pinos en 2012 no ha podido alejarse de las malas prácticas que caracterizaron al otro PRI, el que dejó la Presidencia en el año 2000, “porque están en el mismo ADN del tricolor”.

“El PRI no puede gobernar en un contexto democrático. Desde su fundación en 1929, está acostumbrado a imponer siempre sus proyectos, aunque ahora lo llame Pacto por México. Me parece que esa condición [antidemocrática] no la perdido, tal vez se haya limitado, pero no ha sido por voluntad propia, sino porque la madurez de la ciudadanía y la realidad política así se lo impone”, asegura el doctor Gabriel Corona Armenta, académico de la Facultad de Estudios Superiores de Acatlán (FES-Acatlán).

En esencia el PRI no ha cambiado, dicen los analistas, aunque hay caras jóvenes en el partido que regresó a Los Pinos respecto del viejo dinosaurio priista que gobernó durante siete décadas:  Miguel Ángel Osorio Chong, Secretario de Gobernación; Luis Videgaray, Secretario de Hacienda; Aurelio Nuño Mayer, Jefe de la Oficina de la Presidencia de la República; o Emilio Lozoya Austin, Director general de Petróleos Mexicanos (Pemex).

“Con De la Madrid empieza a tecnocratizarse el PRI, con políticos egresados generalmente con posgrados en el extranjero, en Harvard, Yale, doctorados en Economía, que es el caso de Videgaray, que de alguna manera es el tecnócrata del gobierno y uno de los más cercanos a peña Nieto, desde que éste era Gobernador del Estado de México”, explica el doctor Óscar de los Reyes Heredia, profesor investigador del Tecnológico de Monterrey, Campus Santa Fe.

LA CARA NUEVA DEL PRI, UN ESPEJISMO

Desde otra arena, en la Cámara de Diputados, el coordinador de Movimiento Ciudadano, Ricardo Monreal Ávila, se refirió al supuesto carácter reformador del PRI sólo como “fuegos artificiales, pura pirotecnia”. El legislador criticó la visión tecnócrata de los nuevos líderes del priismo, plasmada, en las reformas estructurales aprobadas gracias al Pacto por México.

“El sector antiguo del PRI que tenía un poco de visión nacionalista ya no existe, está apoderado del PRI una visión cortoplacista, neoliberal, privatizadora de remate de bienes de la nación y de ser achichincles de la oligarquía económica del país”, sostiene Monreal, quien conoce las entrañas del partido tricolor, del cual formó parte en el inicio de su carrera política, antes de romper lazos definitivamente en 1998.

Juan Bueno Torio, Diputado del Partido Acción Nacional, observa una regresión democrática, económica y política en México, a partir de que el PRI recuperó la Presidencia de la República. Lamentó que la economía del país esté estancada, aún con el apoyo del PAN para aprobar las reformas, así como su respaldo para avanzar en temas que parecían imposibles como la apertura del sector energético.

Bueno Torio advierte que el país estaría en grave riesgo de regresar a las crisis económicas recurrentes, si el gobierno del Presidente Peña continúa en su afán de volver a una política asistencialista sostenida en el endeudamiento público, como fue notable en los sexenios de los priistas José López Portillo y Miguel de la Madrid Hurtado.

“Yo pienso que el PRI sí ha tenido una evolución, pero ha sido al pasado, porque están retomando las mismas prácticas de antes, hay que ver cómo sus gobernadores han ido endeudando al país de manera importante; y ahora lo estamos viendo a nivel federal, en dos años hubo un crecimiento de la deuda en 7.7 % del PIB, cuando en todo el sexenio anterior el endeudamiento solamente fue de 7.2 %”.

Juan Bueno resumiría la supuesta imagen reformadora del PRI de la siguiente manera: “Tiene caras nuevas, pero que actúa con las mismas prácticas de antes”.

PRI AUTORITARIO

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Enrique Peña Nieto. Foto: cuartoscuro

Una de las principales quejas que se escuchan incluso al interior del partido tricolor es el nulo acercamiento con las bases, más que épocas electorales. El PRI está completamente alejado de la ciudadanía, no la escucha, no atiende las demandas populares y hace poco para remediar la situación.

Prueba de ello es la crítica que realizan ciudadanos inconformes con la Reforma Energética, quienes acusan que ninguno de los candidatos priistas a un cargo de elección popular en julio del 2012, propuso en su campaña privatizar el petróleo o abrir el sector a capitales privados.

“Yo no creo que el PRI esté muy interesado –ahora que retomó el Poder– en fortalecer el régimen democrático de México. No es algo que les preocupa o les interesa realmente, esta reforma político electoral aprobada en diciembre pasado, más que democratizar el sistema político mexicano, es más un retroceso en el tiempo porque busca centralizar el poder en la Presidencia”, apunta Óscar de los Reyes Heredia, profesor investigador del Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe.

Pero el PRI “no sólo hace oídos sordos a la ciudadanía: la oposición, la verdadera oposición también ha sido borrada del mapa político nacional”.

Las formas han cambiado, la oposición no es perseguida por la policía política ni desaparecida en oscuros sótanos de campos militares. El estilo de hoy es más elegante. Peña Nieto frente a otros presidentes como Gustavo Díaz Ordaz o Luis Echeverría, se distingue por sus buenas maneras, por su estilo educado, cuidadoso, todo muy actuado pero bien preparado, sostiene.

El gobierno federal encabezado por Peña Nieto y por los secretarios de Gobernación y Hacienda, tienen la virtud de tener un rostro amable y la mano extendida para negociar. Sin embargo, también pueden utilizar el dorso de la mano cuando es necesario.

“Están acostumbrados a seducir [políticamente], pero cuando es necesario cooptan a los disidentes o a los opositores. Como sucedió en el Estado de México [cuando gobernó Enrique Peña], en donde la oposición fácilmente entró en la nómina gubernamental, o les dieron muchos favores, y eso hizo que el PRD en el Estado de México fuera muy dócil. No dudo que el PRD a nivel nacional también se haya dejado seducir en ese sentido”, señala el doctor Gabriel Corona Armenta, académico de la Facultad de Estudios Superiores de Acatlán.

En el “nuevo” PRI, las voces opositoras son escuchadas, pero no son atendidas. En las cámaras del Congreso la izquierda más radical, argumenta, propone, busca debatir sin éxito, y al final, es aplastada por la votación mecánica de la mayoría priista, que gana terreno en el Legislativo con el apoyo de la derecha y de buena parte de la izquierda.

Para el líder de los diputados de Movimiento Ciudadano, Ricardo Monreal, ese poder de cooptación es la prueba latente de que el PRI que regresó a Los Pinos es más autoritario que el que dejó la silla presidencial en 2012, porque borra completamente a la oposición.

“El PRI es más autoritario por la toma de decisiones y porque ha borrado a la verdadera oposición. Cuando hablo de autoritarismo es que no dejan ni un ápice de expresión a la oposición. La reducen a su mínimo sentido y persiguen, cooptan, corrompen, a la oposición. En esto forman parte fundamental, medios de comunicación, dinero y el reparto de migajas a los opositores”, dice el político zacatecano.

REFORMAS PARA LAVARSE LA CARA

Mediante una millonaria campaña publicitaria, el Partido Revolucionario Institucional ha difundido indiscriminadamente variados y atractivos mensajes en radio y televisión, para promover los posibles beneficios que generará al país la aprobación de las reformas estructurales.

De forma reiterada, los mexicanos han sido expuestos a la idea de que la reforma energética permitirá la reducción del precio de distintos combustibles y permitirá la creación de miles de nuevos empleos, gracias a la modernización de Petróleos Mexicanos (Pemex).

Asimismo, se ha vendido la idea de que otras enmiendas, como las realizadas a los sectores educativo, banca de desarrollo y de telecomunicaciones, promoverán la “transformación de México”, impulsarán el desarrollo económico y acabarán con los monopolios, en beneficio del bolsillo de todos los consumidores.

Durante los primeros 12 meses del sexenio de Peña Nieto se impulsaron más reformas de hondo calado que en cualquier otra administración, priista o panista.

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Tan sólo en el primer año de gobierno de Enrique Peña Nieto, 62 artículos de la Carta magna han sido modificados.

Impactan además, no sólo el número de reformas, 10 de carácter constitucional, sino los temas que se han modificado, muchos de los cuales habían permanecido inamovibles durante décadas, incluso durante el periodo llamado de la alternancia, gobernado por Acción Nacional.

Sin embargo, para un experimentado político como Ricardo Monreal, estas reformas son sólo fuegos pirotécnicos que duran muy poco en su brillo y su esplendor.

“Las reformas estructurales, que no son otra cosa que reformas neoliberales, todas ellas han sido en detrimento de la población, buscan despojar a los habitantes de México de su patrimonio, todas ellas han tenido una resistencia social importante”, sostuvo.

Para el político de izquierda, las reformas peñistas solamente beneficiarán a una oligarquía económica, concentrarán más poder en el partido en el gobierno y fortalecerán el presidencialismo “asfixiante” de los periodos priistas.

Más preocupante aún, Monreal insistió en que desde la misma construcción de las reformas se han quitado facultades al Congreso de la Unión, para traspasarlas a la Presidencia de la República, con el consentimiento de los propios diputados y senadores.

“El propio Congreso se ha auto castrado y ahora el país está sometido en un cacicazgo, una tiranía, una dictadura, en donde tres partidos son los que dominan el escenario nacional y son los que junto con el Ejecutivo deciden qué leyes aprobar, cómo repartirse el poder -como si fuera un botín– y a quién de sus preferidos acomodan al frente de los órganos colegiados”, aseguró el ex Gobernador de Zacatecas, bajo las siglas del PRD.

CARVANA CON SOMBRERO AJENO

Desde la derecha existe otra percepción sobre las reformas estructurales con las que el priismo peñista celebra el 85 aniversario del tricolor. La crítica no es por los temas reformados, sino por la paternidad de las enmiendas.

El Diputado panista Juan Bueno Torio es duro contra el PRI “se están poniendo las medallas de estas reformas, ellos saben que esas reformas se las negaron a México en los años anteriores”.

“Hoy el PRI está haciendo caravana con sombrero ajeno, se están etiquetando como reformadores y como impulsores de estas reformas que hemos aprobado en el Congreso de la Unión, pero se les olvida que esos planteamientos desde siempre los ha hecho el PAN, y que cuando fuimos gobierno ellos se las negaron al país”, reprochó.

El panista refirió que los temas de educación, telecomunicaciones, competencia, competitividad, la reforma política, la energética, y la modernización de los órganos reguladores del país son luchas añejas del blanquiazul.

Sin embargo, en el fondo, Juan Bueno lamentó que aún con las reformas estructurales el PRI-gobierno haya sido incapaz de detonar el crecimiento económico del país.

“¿Qué clase de administración es esta? No saben gastar, se quedan con subejercicios, reciben ingresos adicionales en más de 200 mil millones de pesos ¿y todavía siguen pidiendo prestado? No entiendo”, recalcó el panista Bueno Torio.

Específicamente se refirió al hecho de que el Gobierno de Peña Nieto fue incapaz de invertir apropiadamente el presupuesto que el Congreso del otorgó, el año pasado. Asimismo, a pesar de que hubo incremento en los ingresos públicos, los priistas se aprobaron un aumento de la deuda hasta por 687 mil millones de pesos.

Por lo que advirtió que Peña Nieto podría ser proclive a emular a viejos priistas e incurrir en prácticas asistencialistas financiadas con endeudamiento. Deuda que aún estamos pagando y consecuencias que aún estamos padeciendo.

“Ahorita empiezan a decir otra vez que el petróleo nos va a traer riqueza, así como José López Portillo dijo, que México tendría que aprender a administrar la abundancia. Espero que este gobierno no regrese a esos andares, porque van a volver a desgraciar al país como lo desgració López Portillo, Miguel de la Madrid y Carlos Salinas, con crecimiento de deuda -llamada instrumentos financieros-, que endeudaron al país de una forma brutal”, apuntó.

Para el panismo, el PRI no ha cambiado en sus formas y modos. En los estados donde el PRI gobierna se sigue comportando igual que antes: utiliza los recursos públicos a su antojo, con propósitos políticos, netamente electorales.

Al mismo tiempo, el Revolucionario Institucional va en sentido contrario a la demanda ciudadana que exige mayor transparencia, rendición de cuentas, crecimiento, desarrollo económico, democracia y libertad.

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