ENTREVISTA | Buscamos nuevos escritores mexicanos: Nudelman, de Anagrama

05/08/2015 - 12:04 am
73 años de vida y más de 40 al servicio de la industria editorial. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
73 años de vida y más de 40 al servicio de la industria editorial. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

Ciudad de México, 4 de agosto (SinEmbargo).- La designación del intelectual argentino Ricardo Nudelman al frente de la editorial Anagrama en México, es testimonio de lo fuerte y claro que quiere dejar su mensaje en nuestro país la legendaria casa editora fundada por el catalán Jorge Herralde hace ya más de 40 años.

Se trata entre otras cosas de reforzar el vínculo entre España y el mundo literario local, hacer frente a la competencia de fuste que le hacen editoriales como Malpaso, los Libros del Zorro Rojo, Sexto Piso y otras independientes que tienen entre su oferta libros alternativos que, ilustrados o no, producen profundo interés entre los amantes de la lectura y, de paso, descubrir y publicar a las nuevas plumas mexicanas.

Herralde, de 80 años de edad, y el grupo Feltrinelli –dueño de Anagrama- no eligieron a un editor joven para acrecentar su presencia en México y descubrir talentos que amalgamen el proyecto editorial caracterizado por sus altos niveles de calidad literaria.

Lejos de ello, Nudelman, de 73 años, es todo un veterano en las lides librescas y “para promover su expansión y crecimiento en México y en el resto de América Latina”, Anagrama se ha valido de la experiencia más que de la novedad.

Así es, Nudelman, el ahora impulsor del sello editorial con más prestigio en lengua española, tiene una trayectoria de cuatro  décadas, en la que ha estado al frente primero de librerías Gandhi y luego en el Fondo de Cultura Económica.

Su nombramiento, según el comunicado de Anagrama, “pretende dar continuidad a una política editorial atenta a la literatura mexicana, con nombres clave en el catálogo como Sergio Pitol, Carlos Monsiváis, Daniel Sada, Juan Villoro, Sergio González Rodríguez, Álvaro Enrigue, Guadalupe Nettel, Juan Pablo Villalobos y Luigi Amara”, entre otros.

Anagrama y Feltrinelli desean “potenciar la incorporación de nuevas voces, fomentar innovaciones en la estructura comercial que permitirán consolidar la presencia del catálogo en el mercado local, así como estudiar la posibilidad de establecer acuerdos comerciales con pequeñas y medianas editoriales del país”, afirma el anuncio oficial.

–¿El mundo de los libros es complicado para ti?

–Sí, es un mundo complicado. Para mí en particular, después de 40 años de trabajo en el mundo del libro, lo complicado viene a ser lo nuevo, nada más. Los conceptos sobre el significado de la cultura en general y de la cultura del libro en particular, son los mismos.

–¿Cuál es la ideología a propósito del libro?

–Me refiero desde las viejas discusiones sobre si leer hace mejor a la gente, si leer de determinada manera o cierto tipo de cosas te hacen mejor persona, hasta los nuevos debates en torno a leer en papel o digital.

–¿Los libros te han hecho mejor persona?

–Creo que en general sí. Tiene que haber primero una decisión de ser una buena persona y luego está el interés de cultivarse, de leer, no tener actitudes absolutas frente a ningún tema, descartar confrontaciones en el mal sentido de la palabra.

"Hay que atreverse a publicar a los nuevos", dice Ricardo Nudelman. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
“Hay que atreverse a publicar a los nuevos”, dice Ricardo Nudelman. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

–¿Dónde naciste?

–En Buenos Aires. Soy porteño, hijo de porteños. Me crié allí. Llegué a México cuando tenía 35 años. No soy muy nostálgico y no tengo nada que ver con los nacionalismos, me parecen absurdos. Trato de no pensar de esa manera. Claro que uno tiene sus pasiones, como ver anoche el partido de River con Tigres. He sido de River toda mi vida y quería que ganara mi equipo, claro, pero eso no es ser nacionalista.

–¿Con qué espíritu aceptaste la dirección de Anagrama?

–Por la experiencia. En realidad trabajé en pocas empresas. En México trabajé sólo en librería Gandhi y luego en el Fondo de Cultura, casi 13 años allí. No es una vida de saltos de empresa a empresa. Traté de mantener cierto tipo de coherencia. Mi espíritu al aceptar el cargo en Anagrama es de total entusiasmo. Cuando salí del Fondo no di por terminada mi carrera profesional, creía que todavía tenía posibilidades de hacer cosas. Y así también lo entendió Jorge Herralde, un gran amigo mío de toda la vida, me ofreció la oportunidad y al mismo tiempo me dio la razón. Sentí que me decía: – Tienes razón, puedes seguir, acá vas a poder seguir haciendo cosas.

­–¿Cómo describirías a la Anagrama de hoy?

–Bueno, hay una diferencia sustancial entre la Anagrama de hace 40 años, cuando empezó, con la actual. Las realidades es obvio que han cambiado, pero me parece que el mundo lector mexicano reconoce los libros de la editorial, sabe que son libros que vale la pena mirar, porque seguramente son buenos. Existe esa atracción porque hay un prestigio y un contenido que lo sustentan.

–¿Cuáles son los desafíos que enfrentas en esta función?

–Hoy hay más competencia, sin duda.  Tendría que decir si fuera políticamente correcto que Anagrama no tiene competencia puesto que la calidad de sus libros es muy diferente a muchas otras editoriales, pero no es así. Hay competencia en calidad y cantidad, en poder de distribución y de comunicación. Eso hace que esos desafíos que van surgiendo tengan que ser asumidos, es necesario tomar una actitud frente a ellos y pelear el lugar que espero Anagrama siga teniendo en el mundo editorial mexicano y latinoamericano.

–¿Cuáles son los planes?

–En las conversaciones que mantuve en Barcelona con Jorge Herralde y sus colaboradores, las indicaciones estuvieron encaradas sobre todo a reforzar el catálogo mexicano. Tal como lo está haciendo en la Argentina. Ya tenemos a gente como Guadalupe Nettel, Álvaro Enrigue, Juan Villoro, Sergio Pitol, etc. Pero lo que queremos es buscar a nuevos, buenos y jóvenes autores mexicanos. Buenos, de calidad, porque eso es lo esencial en la tarea del editor. Publicar un nuevo libro de Juan Villoro es maravilloso, pero se trata de un autor consagrado. Hay que atreverse a publicar a los nuevos. Cada libro es una apuesta. Se puede creer que encontró a un autor realmente bueno, profundo, etc. y resulta que es un fracaso de ventas. Eso no significa nada en relación con la calidad del autor y del libro. Así que queremos escritores nuevos, no se trata de que venda 40 mil ejemplares al año, pero que sientan que publicar en Anagrama les va a provocar un plus para su carrera profesional.

 

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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