Por Agustín Ambriz

Ciudad de México, 5 de noviembre (SinEmbargo/Luces del Siglo).– Ahora que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) recuperó Benito Juárez y prácticamente desapareció a la oposición en todo el estado, su adversario natural será su propio aliado, el Partido Verde Ecologista (PVEM), al que habría que disputarle la Gubernatura en julio de 2016 si se cumplen los adelantados rumores de que el Senador Jorge Emilio González, “El Niño Verde”, será candidato por acuerdo con el Presidente Enrique Peña Nieto.

Verdadera o falsa, la versión no es bien vista por la clase política estatal ni por el sector empresarial. Pero eso no ha sido nunca impedimento para que pueda cumplirse, de ser cierta. En las elecciones presidenciales de 2012, “El Niño Verde” desplazó al ex Gobernador Félix González Canto de la candidatura de la primera Senaduría, a pesar de que la versión había corrido primero como un rumor.

La respuesta de González Canto, quien todavía controla los hilos del poder estatal, fue una furibunda campaña mediática de desprestigio contra “El Niño Verde”, desempolvando un viejo expediente que lo involucraba en el presunto asesinato de una búlgara que, después de la fiesta, cayó del noveno piso de las torres Esmerald de la Zona Hotelera de Cancún, precisamente del departamento privado del ahora Senador.

La información sobre este caso que había ocurrido ocho meses atrás, fluyó por días en los medios locales y algunos nacionales, con la intención de bajar a “El Niño Verde” de la primera candidatura que González Canto peleaba para él porque en esa posición, aun perdiendo las elecciones, alcanzaba la senaduría por la vía plurinominal. Como segundo, esa posibilidad se esfumaría.

Las primeras planas y columnas contra el Verde Ecologista cesaron cuando Peña Nieto, entonces candidato Presidencial, le recalcó tanto a González Canto como a Roberto Borge Angulo, que “El Niño Verde” era su candidato a la primera senaduría.

Acostumbrado a mandar en Quintana Roo, González Canto no tuvo otra más que apechugar la decisión presidencial y, según los propios priístas, recurrió al fraude para poder ganar el segundo escaño.

Lo que no midió el ex Gobernador, es que su “triunfo” no alcanzó para hacer ganar también a Peña Nieto sobre Andrés Manuel López Obrador, lo cual resultó más que sospechoso porque el ex Gobernador le ganó en algunos distritos hasta al candidato de las izquierdas.

A dicha falla del grupo priísta que controla el poder en el estado, se atribuye el “enfriamiento” de la relación entre González Canto y Borge Angulo con Peña Nieto.

En altas esferas del poder, se comenta que cuando el ex gobernador acudió al todavía candidato presidencial para aclararle que él tenía mano para la primera senaduría, Peña Nieto le respondió que la candidatura de “El Niño Verde” la había acordado previamente con el gobernador Borge Angulo. González Canto se sintió traicionado y le reprochó a su sustituto que no haya peleado la posición.

La disputa entre PRI y PVEM ha sido cíclica en Cancún. El primer candidato de oposición que sacó al PRI del Ayuntamiento de Benito Juárez provino del Verde Ecologista. En febrero de 2002, Juan Ignacio García Zalvidea, “El Chacho”, obtuvo esa ocasión el triunfo, montado en la esperanza de cambio contagiada dos años atrás por Vicente Fox.

A partir de ahí empezó una relación de odio y amor que llegó hasta la destitución y el posterior encarcelamiento de García Zalvidea.

Con la nueva geografía electoral del estado se disolvió el objetivo de la alianza entre PRI y PVEM, que era ganarle a la oposición –Partido Acción Nacional (PAN) y Partido de la Revolución Democrática (PRD)–.  Los verde ecologistas están convencidos que en las próximas elecciones tanto la alcaldía de Benito Juárez como la gubernatura serán para sus candidatos.

DEL ODIO AL AMOR

En la noche de las elecciones locales de febrero de 2002, la guerra de resultados y las descalificaciones entre los verde-ecologistas y los priístas no tenía cuartel en Benito Juárez. Ambas fuerzas se trenzaron de tal manera que a la postre ya no pueden separarse, y hoy mantienen un matrimonio con luna de miel interminable.  Se reparten posiciones y el PRI cede en cargos que parecían innegociables.

En el hotel Radisson de la avenida Náder se hallaba instalado por aquellas fechas el búnker del PVEM, en donde denotaba la desesperación de Jorge Emilio González, entonces dirigente nacional; de Arturo Escobar y del hoy Gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello, por conseguir el primer triunfo de relevancia para el partido, participando solo, en manos de su candidato, Juan Ignacio García Zalvidea, “El Chacho”.

Consulta Mitofsky daba como ganador a “Chacho” con dos puntos de ventaja sobre el priísta Víctor Viveros, lo cual representaba un “empate técnico” en este municipio, donde el tricolor mantenía total hegemonía y los dirigentes verde ecologistas, aunque con gran preocupación, no cesaban de lanzar improperios contra los priístas.

A unos cuantos pasos de ese hotel, se encuentra la sede del Revolucionario Institucional que, esa noche, “madrugó” al ser el primero en citar a conferencia de prensa para anunciar su triunfo. Viveros Salazar llamó a García Zalvidea para reconocer su derrota.

Enardecido, con el rostro desencajado, el “Niño Verde” dijo ante los representantes de los medios: “De ninguna manera permitiremos que esos rateros, ese partido acostumbrado al fraude, nos arrebate nuestra victoria”.

Ambas fuerzas políticas se trenzaron durante semanas en un pleito que rayó en lo personal. La autoridad electoral dio el triunfo a “El Chacho”, el PRI lo impugnó y le arrebataron la victoria a los verdes, para que finalmente fuera el Trife el que reconociera a García Zalvidea como ganador, apenas dos días antes de iniciar la administración 2002-2005 (en abril de 2002).

Ahí marcaron su raya ambos partidos. Las agresiones y los insultos dejaron cicatrices que parecían imborrables, o al menos así lo mantuvieron incluso durante el gobierno chachista, con el desdén y arrebatos del regidor Viveros hacia el presidente municipal.

Pero en los primeros meses de 2004, Jorge Emilio González es protagonista de un videoescándalo, donde se le observa negociando sus “servicios” de tráfico de influencia por millones de dólares, en el que tranzaría permisos municipales por 2 millones de dólares.

Ese mismo día, García Zalvidea no contuvo su enfado y ante los medios pidió la renuncia a González Martínez de la dirigencia nacional del PVEM, quizá sin recordar que se trata de un partido de familia y no de un partido político, lo que marcó un parteaguas en la vida política municipal, estatal y hasta nacional.

OPERACIÓN COMPLOT

El desplante de “El Chacho” provocó un escondido acercamiento entre González Martínez y el Gobernador priísta Joaquín Hendricks Díaz, con quien García Zalvidea mantenía ya una relación muy friccionada. El líder verde y el mandatario planearon un “golpe de Estado” para arrebatar el gobierno al presidente municipal constitucional.

Y es que de la noche a la mañana, los regidores del PVEM y los del PRI renunciaron a su cargo, en tanto que el Congreso del Estado declaró, por esta causa, un vacío de poder en Benito Juárez, creando así un Concejo Ciudadano presidido por la verde ecologista, Marisol Ávila.

Ese fue el inicio de la relación entre el Verde Ecologista y el PRI, dejando atrás las rencillas y sin importar que el gobierno federal foxista –vigente en ese momento- fue logrado con la unión del PVEM y el PAN. Así empezó, con acciones como ésta, considerada por la Suprema Corte de Justicia como un acto anticonstitucional, por lo cual García Zalvidea fue restituido.

Meses más tarde, anunciaron la coalición en la que el PRI cedió por primera vez algunas candidaturas para las elecciones de 2005, como la de la ex regidora pevemista Ludivina Menchaca, quien perdió en el Distrito XII con la panista, Marybel Villegas.

Los escándalos protagonizados por los verde ecologistas continuaron, y los priistas han tenido que apechugar. Apenas inició el gobierno de Félix González Canto y se dio a conocer otro videoescándalo, en el que la entonces titular de la Seduma, Marisol Ávila, aseguraba que “al gobernador lo tengo agarrado de los huevos”, por lo cual fue cesada fulminantemente.

Meses más tarde,  la muerte de la joven búlgara Galina Chankoya Chaneva,  al caer del piso 19 de la Torre Emerald de Cancún, fue otro episodio que se le colgó a ese partido, pues en su momento se afirmó que la joven de 25 años fue arrojada de uno de los exclusivos departamentos “propiedad de Jorge Emilio González”.

A pesar de las reiteradas negativas del “Niño Verde” de ser el propietario de algún departamento en la Torre Emerald o de haber estado involucrado en la fiesta donde acudió la joven búlgara, el diario Reforma publicó a lo largo de esta semana varios indicios que vinculan a asistentes, familiares y amigos del ex dirigente del Partido Verde con la misma torre.

“El Niño Verde” dijo que la víctima es él y no la joven búlgara. Nadie lo ha acusado de ser artífice o cómplice de la muerte. Lo que resultó sospechoso es el interés de las autoridades quintanarroenses y de él mismo en acallar durante meses el escándalo.

En tanto, la activista Lydia Cacho señaló que “el ‘Niño Verde’ estaba en esa fiesta, había dos jovencitas que son hijas de hoteleros cancunenses que son con las que hablé… estuvieron en la fiesta, me contaron de las fiestas que hacía Jorge Emilio”.

El caso y los señalamientos contra el ex dirigente pevemista se fueron desvaneciendo, mientras crecía la versión de la posible candidatura presidencial de su amigo, Enrique Peña Nieto.

De hecho, el ex Gobernador del Estado de México fue ungido como aspirante a la Presidencia por el PVEM antes que el mismo PRI.

ESTRECHA RELACIÓN 

Meses antes de las elecciones federales de 2012, el Partido Verde Ecologista inició un programa de repartición de despensas denominado “Niños Verdes” en las colonias populares de Cancún.

Este programa realizado de la manera más sigilosa aún continúa a cargo de la hoy regidora Tyara Schleske, íntima amiga del hoy dirigente estatal del partido, Remberto “Relento” Estrada, y quien recientemente declarara a Luces del Siglo que es una política joven, pero transparente, incapaz de hacer nada en lo oscurito.

Esta campaña de entrega de 5 mil despensas a igual número de familias, no fue más que la puerta para que de alguna manera pasara la candidatura de Jorge Emilio González Martínez hacia el Senado de la República en la primera fórmula de la coalición del PVEM-PRI, desplazando a la segunda al ex Gobernador Félix González.

De hecho, a principios de 2012, cuando apenas se rumoraba la candidatura del Niño Verde, los priístas lo negaban e incluso lo tomaban como una ironía, una mala broma. Sin embargo, el acuerdo estaba hecho en el centro del país, y aquellos que se burlaban, ya no pudieron hacer nada.

El desprestigio de González Martínez, aunado a su apatía, hizo que el candidato al Senado prácticamente no realizara campaña de proselitismo, dejando a su compañero de fórmula, Félix González, el recorrido de calles en todos los municipios, justificando siempre al Niño Verde “por ser el líder moral del PVEM, lo que le dará a Quintana Roo el plus de contar con toda la bancada de ese partido, votando siempre a favor de los quintanarroenses”. Lo cual, para muchos, no se vio al aprobar la homologación del IVA en los estados fronterizos.

Hoy, Jorge Emilio es Senador por esta entidad y tras obtener el triunfo, nunca más se le ha visto en actos públicos en Cancún, donde tiene registrada su residencia. Se siguen repartiendo las despensas, pero él ya no viene.

Sin embargo, militantes del PVEM aseguran que la senaduría no es lo único que pretende este político, sino que buscará la gubernatura para el 2016, dada su añeja amistad con el huésped de Los Pinos y que es ya un acuerdo entre ambos.

Aunque para la ex dirigente verde ecologista, Marisol Ávila Lagos, sólo es un rumor –así también se dijo con la candidatura a la senaduría–, incluso asegura que en reuniones con el legislador federal, éste “nos ha dejado bien claro que no buscará el gobierno del estado”.

Fuentes muy cercanas a dirigentes del partido sostienen que el acuerdo está dado, que González Martínez será impulsado desde Los Pinos como el candidato del PRI-PVEM, a pesar de que Avila Lagos acepta una falta de arraigo en Quintana Roo del Senador de la República.

“Jorge Emilio se comprometió a cumplir con los seis años en la Cámara Alta”, apuntó la ex Diputada local, dejando entrever que la bola viene por otro lado, quizá por el Ayuntamiento de Benito Juárez, en donde el síndico electo y también verde ecologista, José de la Peña, renunció a asumir el cargo para convertirse en secretario general, lo que le permitiría buscar la presidencia municipal en tres años.

El mismo De la Peña se ha autodescartado; sin embargo, al ser cuestionada al respecto, Marisol Ávila sólo comenta: “Saca tus conclusiones…”.