Ciudad de México, 5 de diciembre (SinEmbargo).- La Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño (Canacope) de la Ciudad de México informó que desde el 2 de octubre pasado, fecha a partir de la cual las manifestaciones han aumentado hasta realizarse en promedio dos por semana, se reportan pérdidas económicas por alrededor de 300 millones de pesos.
Las afectaciones se registraron en más de 27 mil 500 negocios ubicados en las principales vialidades utilizadas por los manifestantes y en las que grupos de infiltrados han hecho destrozos: Paseo de la Reforma, Bucareli, Avenida Chapultepec, Balderas, Juárez, las inmediaciones del Monumento a la Revolución y el Zócalo.
El Presidente de la Cámara, Gerardo López Becerra, advirtió que esta situación pone en riesgo las expectativas de venta que los comerciantes de la zona esperan por las fechas decembrinas, ya que el 20 por ciento que se estima de incremento en ventas, puede verse reducido a la mitad, en el caso de que la tendencia de las marchas continúe como hasta ahora.
Las trabajadoras María Dolores Galaviz, encargada de un restaurante cerca del Zócalo, y Norma Hernández Martínez, empleada de una joyería de la misma zona, aseguraron que los daños ocasionados por las marchas afectarán sus prestaciones de fin de año.
En el testimonio de ambas fue evidente la preocupación por las actividades características del fin de año, como los aguinaldos, y mencionaron que en estos dos últimos meses en ocasiones el pago a los empleados se ha atrasado.
El hecho de que los comercios se vean forzados a cerrar desde temprano implica que los ingresos se vean seriamente afectados, al punto que los empleos también estarían en riesgo, destacaron. Sin embargo, la cámara del sector comercio en la capital del país no tiene cifras en este rubro.
A pesar del panorama, Gerardo López aseguró que los comerciantes no están en contra de las manifestaciones, lamentan la situación de los 43 normalistas desaparecidos de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero, y están en contra de “un sistema de corrupción que ha permitido que la violencia, el robo, el narcomenudeo, el secuestro y demás actividades delictivas crezcan en la sociedad”.
Respecto al tema de la participación en las manifestaciones de grupos anarquistas, condenaron que además de que se ve afectada la actividad económica se pone en riesgo la seguridad de las personas que trabajan en los establecimientos. López agregó: “no debe haber impunidad para narcos ni para anarcos”.
Hasta el momento no se ha hecho un estimado del costo de los daños provocados por dichos grupos, “algunos establecimientos no son miembros de la Canacope, pero nos solidarizamos con ellos”. Este problema, dijo, no es sólo por los vidrios rotos, sino por lo que llamó “el umbral de confianza”.
“La gente ve en los medios de comunicación que tal establecimiento que fue vandalizado, porque lo que esperará más tiempo para regresar o buscará otra opción”, explicó.
Por estas razones, solicitarán un diálogo con el Gobierno del Distrito Federal (GDF) y con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para que se busquen soluciones a esta problemática, como la condonación de pagos o la creación de un fondo de apoyo a los establecimientos afectados.
LOS QUE CAUSAN LOS DESTROZOS
El Índice Global de Terrorismo (GTI), editado por el Instituto para la Economía y la Paz (Institute for Economics and Peace), identifica como grupo terrorista que opera en México a Individualidades Tendiendo a lo Salvaje (Individuals Tending Toward Savagery). Informes del gobierno federal mexicano indican que este grupo evolucionó a lo que se llama ahora “anarquistas” o “anarcos”, que han aparecido recientemente en manifestaciones pacíficas por los 43 desaparecidos de Ayotzinapa.
“Este grupo, con sede en México, se ha autodenominado como eco-terrorista/anarquista opuesto a la nanotecnología. Se ha atribuido la explosión en la Torre de Pemex donde murieron 37 personas en enero de 2013. También han reivindicado la autoría del disparo de muerte contra un investigador de biotecnología, Ernesto Méndez Salinas, en 2011. Si el responsable de ambos ataques, son el cuarto grupo terrorista más mortífero en la OCDE en los últimos cinco años. Las muertes por la guerra de las drogas no se clasifican como terrorismo, ya que son agrupaciones criminales sin objetivos políticos o ideológicos”.
El Índice Global de Terrorismo, que utiliza datos hasta 2013, indica que México es el segundo país con más terrorismo entre las naciones de la OCDE, sólo debajo de Turquía. Sobre la lista de los 13 países en riesgo de actividad terrorista, el Instituto dice: “Uno de los hallazgos más importantes de este informe es que no hay una fuerte relación estadística entre la pobreza y el terrorismo, Muchas personas que se unen a los grupos terroristas en países ricos están bien educados y provienen de la clase media. Otras medidas que no se correlacionan es la esperanza de vida, el promedio de años de escolaridad y factores económicos, tales como el crecimiento del PIB [Producto Interno Bruto]”.
México aparece entre los 13 países que hoy están en riesgo latente de actividad terrorista, aunque en la lista general aparece en el lugar 33, abajo de Israel; los cinco países que encabezan el listado general son Irak, Afganistán, Paquistán, Nigeria y Siria. Estados Unidos ocupa la posición 30.
