La historia de un pueblerino que después de probar cerezas de café Chilindrón comprobó que el sabor del líquido sabía mucho mejor, hizo que tuviera un “Café Premium”, característico de la zona. Así es como Nayarit viene haciendo frente con un brebaje muy especial, muy alejado de Starburcks y mucho más cercano a las costumbres y a las maneras de la región.
Ciudad de México, 6 de enero (SinEmbargo).-La leyenda del café “Chilindrón” viene de una cereza compartida en todo el Valle de Matatipac, donde se abrió un expendio cafetero y donde consiguió por parte del Coffee Quality Institute, el certificado del Café Premium.
Rodrigo González Barrios es un hombre que conoce el café desde que nació, un brebaje nacido en tierras nayaritas y que ha obtenido el reconocimiento como uno de los mejores cafés del mundo, sin esperar a que Starbucks así lo certifique.
“Mi padre fue productor de café, desde pequeños ya andábamos probando todos los secretos del líquido, en una zona que abarca las 5000 hectáreas y que se presenta muy buena para el cultivo”, cuenta.
Él es el dueño de el Café- Bistro “El Chilindron”, ubicado en el centro de Tepic.
“Esa zona es muy susceptible de tener un café de muy buena calidad, un café alrededor de encima de los 80 puntos. Nayarit no es conocido por ser un productor de café, es un productor pequeño, sin embargo la tarea de nosotros es buscar y encontrar un líquido agradable, tan bueno como los de Veracruz y Chiapas”, admite Rodrigo.
–¿Es exagerado decir que el Chillindrón es uno de los mejores cafés del mundo?
–Yo digo que el Chilindrón es un café de categoría mundial. Los cafés a partir de los 80 puntos es cuando comienza un buen café. No importa que la altura sea menor que a la de Chiapas o Veracruz. Aquí producimos el café a 1400 sobre el nivel del mar y merced a los cuidados que le damos, el resultado es buenísimo. Antes exportábamos café, pero ahora sólo nos quedamos con la cosecha para nosotros.
–¿Para consumo en Nayarit?
–Sí, primero para consumo aquí, porque tenemos que dar a conocer el café a sus cultores, para que la gente se entere que en Nayarit hay tan buen café como el de Oaxaca o el de Córdoba.
–¿En qué consisten esos cuidados?
–El cuidado principal es con el corte que hacemos sobre el café. El café es un rojo encendido, cereza, cuando lo cortas no tienes que mezclarlo con algún café verde y si lo vas a lavar tienes que lavarlo el mismo día. Un café natural, en cambio, se expone al sol, no mas que ocho días y ese es el que mejor resultado nos ha dado. Nuestro café no tiene ningún aditivo químico y sólo con el sol se seca. Aquí tenemos una catadora especializada, es una de las pocas que se encarga en México de dicho trabajo.
–¿Qué es Chilindrón?
–Chilindrón se le llama a una ardilla, que excreta café, pero no es de ese café el que hablamos. Nosotros nos fuimos al café de calidad, a un café que está en 83 el punto y para eso tenemos que cuidarlo mucho. Un café de cascarilla blanca no podemos tirarlo al piso, para que esa cascarilla se contamine con cemento y luego la catadora identifique ese elemento. La verdad es todo un arte, yo estoy seguro que esa empresa nayarita va a ofrecer un café de excelente calidad.
–¿Es negocio?
–Bueno, aquí tengo a 20 empleados, todos tienen su seguro social, su infonavit, ese tipo de cuestiones la tenemos bien manejada. Es un negocio que te da para los trabajadores y para la familia y la posibilidad de ir a hablar con los productores de Nayarit, para decirles que aquí cultivamos café de categoría mundial.
–¿Cuál ha sido la reacción de los demás productores al conocer el café Chilindrón?
–Bueno, lo conoce todavía muy poca gente, pero ya hemos participado en varios concursos y obtenido los primeros puestos. Vas a ver que pronto se va a ver esa ardilla consumirse en todo el país.
–¿Cómo es el café en tu vida?
–Cuando chico no era muy dable consumir café. Teníamos un árbol de canelo y tomábamos té de canela, pero ahora las cosas se han dado vuelta y hoy todo el mundo dice que el café es muy bueno. Yo sólo me tomo dos tazas al día. “El buen café no necesita azúcar y el malo no se la merece”, me dijo Eduardo Sama, un especialista de café y de entonces me tomó el líquido amargo.
–¿Cómo se dictamina el café Chilindrón?
–Bueno, el café que nosotros vendemos aquí es café lavado y natural. Ya la catadora hace algunas mezclas y ofrecemos ese tipo de café a los clientes. El natural es más fuerte y el lavado más suave.
–¿Cómo irse de este café al café que tomamos habitualmente?
–Bueno, eso es un problema. Cuando voy a un Sanborns o a algún sitio de la ciudad, ya no tomas café, lo hueles e inmediatamente te sabe a malo. La gente que se acostumbra ya no toma café malo, es así. Nuestros precios son muy competitivos. Tenemos 250 pesos el kilo de café, ocho puntos arriba del Starbucks y ellos lo venden a 600. Imagínate.
