Publicidad aprovecha vulnerabilidad en la niñez para ofrecerle chatarra

06/03/2015 - 12:00 am
Foto: Shutterstock
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Ciudad de México, 6 de marzo (SinEmbargo).- Las regulaciones en la publicidad de alimentos y bebidas chatarra deben fortalecerse no sólo en horario infantil, sino también durante la transmisión de programas dirigidos a adultos, pues gran parte de los niños son espectadores de telenovelas y reality shows, alertaron especialistas.

“El poder de las corporaciones es un problema de salud pública”, dijo Enrique Jacoby, ex viceministro de Salud de Perú y representante de la Organización Panamericana de Salud (OPS) durante la conferencia “Publicidad de alimentos y bebidas dirigidos a niños y adolescentes”, realizada durante el 16º Congreso de investigación del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).

La ponencia en la que también participaron la doctora Vivica I. Kraak, del Tecnológico de Virginia, Kelly Brownell, de la Universidad de Yale y Anabel Velasco, investigadora del propio instituto adscrito a la Secretaría de Salud, resaltaron la evidencia encontrada en el vínculo que existe entre la publicidad y el consumo de alimentos no saludables, y por lo tanto la obesidad en infantes.

Mencionaron que la mercadotecnia se ayuda de distintas estrategias eficaces para enganchar a los niños y adolescentes, como el uso de personajes llamativos, regalos o concursos, aprovechando su vulnerabilidad ante los mensajes publicitarios.

Kraak, profesora de políticas en nutrición del Virginia Tech, presentó argumentos con respaldo científico que han comprobado que los menores tienen una predilección biológica por los alimentos con azúcar, grasa y sal, lo cual es aprovechado por la industria para promover sus productos.

Además, los niños tienen dificultad para distinguir entre los mensajes publicitarios y la información objetiva, y se ha visto que aquellos con un Índice de Masa Corporal más alto, suelen reconocer con mayor facilidad los logotipos de cadenas de comida rápida.

Por su parte, Jacoby informó que dentro de los países de la región de las Américas, sólo cuatro tienen implementada una regularización a la publicidad en este tipo de alimentos: Perú, Chile, México y Brasil.

Mostró gráficas que señalan el aumento en la obesidad, así como en el consumo de productos ultra-procesados en toda la región, en lo que él llamó “la curva del fracaso”, y dijo que no sólo es el reflejo de un cambio de hábitos sino también muestra la ineficiencia de las autoridades.

El pánel de expertos alertó que este tema es responsabilidad también de los gobiernos. Fotografía: Daniela Medina, SinEmbargo
El pánel de expertos alertó que este tema es responsabilidad también de los gobiernos. Fotografía: Daniela Medina, SinEmbargo

“Hay un claro control corporativo detrás de las epidemias de obesidad y sobrepeso”, dijo, y llamó a los gobiernos a legislar en esta materia, pues aunque también es tarea de los padres, el Estado es directamente responsable.

En materia nacional, la especialista Anabel Velasco, quien actualmente desarrolla un estudio sobre estos temas en conjunto con Lizbeth Tolentino-Mayo, Florence L. Théodore, Simón Barquera y Juan Rivera del INSP, apuntó que en el país siete de cada 10 personas tiene sobrepeso u obesidad y en el caso de los niños, la proporción es de uno por cada tres.

Entre sus resultados preliminares, luego de grabar 600 horas de televisión en los cuatro principales canales de México (2, 5, 7 y 13), concluyeron que el 23.3 por ciento de los anuncios corresponden a bebidas y alimentos, siendo las botanas dulces las de mayor frecuencia con el 27.3 por ciento de los comerciales.

Dijo que tras encuestar a niños, un 68 por ciento de ellos refirió haber comprado productos que vieron en televisión; sus razones fueron el sabor, ansia, hambre, y por un regalo. Además que un 72 por ciento de los menores afirmó ver televisión en las tardes y un 38 por ciento en las noches cuando no hay restricciones a la publicidad, y sobre todo se observó un gran porcentaje entre quienes ven telenovelas y reality shows.

Mientras que en sus conclusiones destacan un “gran avance” al pasar de la autoregulación de la publicidad a la regulación, existen aún varios canales de comunicación no cubiertos, como el internet, el radio, los supermercados, la vía pública (en el transporte o espectaculares) y parques de diversiones.

Además de que existen programas excluidos de legislación y son altamente consumidos por los jóvenes, como las series, las telenovelas, las noticias, las películas y los eventos deportivos.

 

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