Roma, 6 Mar (Notimex).- El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi asistió hoy por última vez al asilo para ancianos a las afueras de Milán, donde hizo trabajos sociales por 10 meses tras ser conmutada la pena carcelaria a la que fue condenado por fraude fiscal.
El ex Cavaliere concluyó anticipadamente su obligación de asistir a ancianos enfermos de Alzheimer en el asilo de Cesano Boscone, a las afueras de la norteña ciudad de Milán.
La juez del Tribunal de Supervisión, Beatrice Costrigli, le concedió un descuento de pena de 45 días debido a su buena conducta.
“El encuentro con la Sagrada Familia de Cesano Boscone (como se llama el asilo) y el tiempo pasado con los enfermos, con los voluntarios, con los operadores sanitarios y sociales ha sido una experiencia conmovedora y ha representado una pausa de serenidad”, dijo en un comunicado.
“Por esto pretendo continuar con esta experiencia y con este compromiso. Creo que la política, toda la política, tendría mucho que aprender de la humanidad que he encontrado en aquellos que voluntaria y generosamente se dedican a quienes sufren”, añadió.
El último día de Berlusconi en el asilo inició. Según el programa oficial, a las 09:00 horas locales el ex primer ministro, escoltado por sus guardaespaldas, entró en automóvil al inmueble para descontar cuatro horas de servicio social.
Al Berlusconi le fueron conmutados con esos trabajos los cuatro años de cárcel a los que fue condenado en agosto de 2013, cuando la Corte Suprema lo declaró culpable en vía definitiva de fraude fiscal en la compraventa de derechos televisivos de su empresa, Mediaset.
A las 13:20 horas locales, Berlusconi salió del asilo y a los periodistas que le demandaron si su aventura judicial había terminado respondió: “no termina nunca”.
Igualmente seca fue su respuesta a quienes le preguntaron si tras los 10 meses de servicio social en el asilo para ancianos se sentía rehabilitado. “No”, contestó.
El auto con el ex primer ministro se alejó rápidamente y tres fotógrafos que lo seguían en motocicletas fueron detenidos por la policía a pedido de sus escoltas.
La aventura judicial de Berlusconi, sin embargo, está lejos de haber concluido. Para el martes próximo se espera que la Corte Suprema emita el veredicto definitivo en el llamado caso Ruby.
En un juicio de primera instancia el ex jefe de gobierno fue condenado a siete años de cárcel y a la inhabilitación perpetua, aunque en el proceso en segundo grado ante la Corte de Apelaciones fue absuelto de las acusaciones de concusión y prostitución de menor.
Ahora se espera que el máximo tribunal diga la última palabra sobre esa cuestión.
Asimismo la fiscalía de Milán se apresta a finalizar la indagación preliminar antes de abrir un nuevo juicio en el que Berlusconi sería acusado de haber corrompido a los testigos del proceso Ruby.
Sin embargo, el diario La Stampa resaltó que a diferencia de hace pocos años, cuando la suerte judicial del ex Cavaliere hacía temblar al Estado y a los mercados, ahora sus desventuras en los tribunales no apasionan a nadie, porque en el imaginario colectivo se trata de un hombre acabado y su época ya pertenece al pasado.
