Organizaciones No Gubernamentales de México y EU interpondrán hoy una queja administrativa ante las autoridades de Seguridad Nacional de Estados Unidos, donde acusan a agentes de migración estadounidenses por el robo de bienes, objetos de valor y dinero a los mexicanos repatriados, lo que los expone a una enorme inseguridad, debido a que su acceso a servicios y redes de apoyo se deteriora sin sus pertenencias esenciales.

Ciudad de México, 6 de abril (SinEmbargo).– Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) de México y Estados Unidos, interpondrán hoy una queja administrativa en el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (US Department of Homeland Security), para denunciar a las autoridades migratorias de Aduanas y Protección Fronteriza (US Customs and Border Protection CBP) y de Inmigración y Control de Aduanas (Immigration and Customs Enforcement ICE) por la retención y no devolución de pertenencias de personas migrantes mexicanas que son repatriadas por su estatus migratorio.

La queja administrativa ante esas oficinas, que dependen del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, detalla cómo las autoridades migratorias y principalmente la Patrulla Fronteriza, en los sectores de El Paso, Texas, y de Nuevo México, retienen las pertenencias de los mexicanos y mexicanas durante los procesos de repatriación, sin proporcionarles un procedimiento efectivo para su recuperación, siendo deportados sin sus cosas: desde identificaciones oficiales, dinero, celulares, lentes, artículos de valor sentimental, entre otros, lo que a su juicio aumenta su vulnerabilidad al llegar a México.

“Deportar a las personas sin sus pertenencias no solamente es incorrecto, es cruel, imagínese ser botado a mil millas de su casa, sin dinero, identificación o un teléfono celular… Nosotros como estadounidenses necesitamos detener este robo al por mayor a las personas y empezar a tratar a los no ciudadanos con la misma dignidad y la humanidad que nos gustaría para nosotros mismos”, dijo Vicki B. Gaubeca, directora del Centro Regional de Derechos de la Frontera de la ACLU Nuevo México.

“Durante años, hemos documentado las graves consecuencias a las que se enfrentan las personas cuando el Gobierno de EU los deporta a México sin sus pertenencias”, dijo a su vez Blanca Navarrete, coordinadora Ejecutiva del Programa de Defensa e Incidencia Binacional.

“Sin dinero, credencial de elector y otra identificación, teléfonos celulares y ropa de abrigo, las personas tienen dificultades para regresar a sus comunidades de origen. Cuando vuelven a casa, su situación se complica porque no pueden obtener un empleo estable sin identificación. La credencial de elector mexicana es particularmente importante, ya que es el principal medio que la gente en México utiliza para probar su identidad y se requiere de varios documentos para reemplazarla”, añadió.

TESTIMONIOS EN CIUDAD JUÁREZ

La queja se fundamenta en casos y testimonios documentados por el Programa de Defensa e Incidencia Binacional (PDIB) en el punto de repatriación de Ciudad Juárez, Chihuahua, gracias a las facilidades proporcionadas por el Instituto Nacional de Migración.

Las organizaciones civiles esperan que el Departamento de Seguridad Nacional de EU investigue a la brevedad los casos de abuso documentados y genere políticas internas que garanticen a las personas la devolución de sus pertenencias al momento de la repatriación.

Ésta, anunciaron las organizaciones civiles, es una primera fase de acciones legales que los grupos participantes tienen planeadas para evidenciar el problema.

Las ONGs que integran la investigación y denuncia son el Centro Regional de Derechos de la Frontera de la Unión de Libertades Civiles de Nuevo México (Regional Center for Border Rights–ACLU of New Mexico); el Programa de Defensa e Incidencia Binacional; el Centro de Recursos para Migrantes; la Iniciativa Kino para la Frontera; el Albergue Senda de Vida; la organización Derechos Humanos Integrales en Acción, AC, y el Proyecto Nacional de Inmigración de la Asociación Nacional de Abogados (National Immigration Project of the National Lawyers).

TAMBIÉN WOLA LANZA ALERTA

El 23 de febrero pasado, los gobiernos de los Estados Unidos y de México anunciaron la finalización de nuevos arreglos locales de repatriación para regular el retorno de los migrantes mexicanos en nueve puntos de entrada a lo largo de la frontera. Los acuerdos, dijeron entonces, representan importantes esfuerzos de ambos gobiernos para establecer los procedimientos para restringir muchas de las prácticas que afectan negativamente a esta población vulnerable.

Al respecto, la organización internacional WOLA, que en los últimos años ha puesto un enfoque especial en las prácticas de repatriación que ponen a los migrantes mexicanos en grave riesgo, también hizo énfasis en la problemática.

En el retorno de los migrantes, publicó recientemente, se han identificado dos situaciones de alto riesgo: el regreso en medio de la noche a algunas de las ciudades más peligrosas a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, y la falta de devolución por parte de agentes fronterizos estadounidenses de las pertenencias esenciales de los migrantes, incluyendo documentos de identificación, dinero y teléfonos celulares.

Una encuesta realizada por investigadores de la Universidad de Arizona a migrantes mexicanos repatriados reveló que casi uno de cada cinco de ellos fue deportado entre las 10:00 pm. y las 5:00 am.

“Como la mayoría de los albergues para migrantes, los servicios de transporte, financieros o de otro tipo están cerrados durante la noche, buscar un lugar seguro para dormir, comunicarse con la familia y acceder a servicios es difícil y durante la noche es incluso peligroso. Las deportaciones nocturnas también ponen migrantes en mayor riesgo de robo, extorsión y secuestro—riesgos que se agudizan cuando los migrantes son deportados por la noche a ciudades donde operan los grupos criminales”, expuso la organización con sede en Washington, DC.

“A menudo, como los migrantes se desplazan a través de múltiples agencias federales en el proceso de detención y deportación, sus posesiones son tomadas y no devueltas. El estudio de la Universidad de Arizona encontró que el 39 por ciento de los migrantes reportó la pérdida de sus bienes durante estos procesos, incluyendo dinero en efectivo y tarjetas de crédito o débito, documentos de identificación y teléfonos celulares. Sin éstos, los migrantes pueden quedar varados y vulnerables en ciudades fronterizas desconocidas y posiblemente peligrosas, y no pueden viajar en autobús, acceder a sus fondos financieros o comunicarse con sus contactos. También los migrantes han sido detenidos y extorsionados por la policía local por falta de identificación”, planteó WOLA, que promueve los derechos humanos, la democracia y la justicia social, especialmente en Latinoamérica y el Caribe.

En una reunión de julio de 2014 del Grupo Ejecutivo de Políticas de Repatriación, expuso WOLA, ambos gobiernos [México y EU] anunciaron cambios importantes para hacer frente a este problema. Se acordaron realizar repatriaciones “principalmente durante las horas de día” y explorar maneras de mejorar “la gestión de las pertenencias de los mexicanos repatriados”.

Los arreglos locales de repatriación renegociados reflejan un esfuerzo por cumplir con estos compromisos, y aunque los horarios varían en función del sector y la temporada ahora sólo se llevarán a cabo la repatriación de mexicanos entre las 5:00 am y las 10:00 pm. También existen horarios modificados para los grupos más vulnerables, incluidos los niños no acompañados, mujeres embarazadas, ancianos y las personas con problemas médicos u otras necesidades especiales.06