La emboscada ocurrida en el territorio de Beni, en Kivu del Norte, fue llevada a cabo presuntamente por elementos de la llamada Alianza de Fuerzas Democráticas, originaria de Uganda.

Los dos efectivos que perdieron la vida pertenecían a un batallón de Tanzania, integrado a las fuerzas de la Misión de Estabilización de la ONU en la República Democrática del Congo (MONUSCO), que tiene como tarea principal proteger a la población civil en esa zona.

El incidente ocurrió un día después de que el helicóptero en que viajaba el responsable militar de MONUSCO, general Carlos Alberto Do Santos, recibió varios impactos de bala mientras sobrevolaba esa zona del país, de acuerdo con la ONU.

Según la ONU, las Fuerzas Democráticas Aliadas de Uganda han atacado en los últimos meses aldeas en el este de Congo y asesinado a sus habitantes.

En un comunicado el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ofreció sus condolencias a las familias y al gobierno de Tanzania.

Mientras tanto el Consejo de Seguridad de la ONU difundió este miércoles un comunicado en el que deploró el ataque y en el que urgió al gobierno del Congo a que investigue de manera expedita la agresión.

Los miembros del organismo ofrecieron además su respaldo total al mandato de la MONUSCO y recordaron que las agresiones a los cascos azules pueden constituir crímenes de guerra.