Sao Paulo, 6 jul (EFE).- Los productores brasileños de etanol defendieron hoy en un congreso el fortalecimiento de este combustible vegetal, que en los últimos años había perdido espacio frente a los derivados del petróleo, para favorecer un equilibrio en la matriz energética.
El presidente de la petrolera estatal Petrobras, Aldemir Bendine, afirmó que el etanol es “fundamental” para reducir la importación de gasolina, durante la inauguración del congreso internacional Ethanol Summit 2015, que reúne durante dos días unos 1.300 participantes.
La directora de la reguladora Agencia Nacional de Petróleo, Gas y Biocombustibles (ANP), Magda Chambriard, recordó que el etanol representa un 16 por ciento de la matriz energética del país y que existen mecanismos legales y de “previsibilidad” del mercado que permiten al Gobierno adoptar una política de apoyo al sector.
Brasil produce etanol a partir de caña de azúcar desde hace tres décadas, pero en los últimos años el sector perdió competitividad por la sequía que afectó a la producción y por la decisión del Gobierno de congelar los precios de la gasolina durante 2014 como medida para contener la inflación.
La participación del etanol en el mercado de combustibles bajó del 54 por ciento al 36 por ciento y, según un estudio de la Universidad de Sao Paulo (USP), en los últimos seis años la industria de la caña de azúcar cerró 300.000 puestos de trabajo y varias plantas de producción están al borde de la quiebra.
Para impulsar el sector, en marzo pasado el Gobierno brasileño ordenó aumentar en dos puntos porcentuales la mezcla obligatoria de etanol en la gasolina, que pasó del 25 por ciento al 27 por ciento.
El 90 por ciento de los automóviles brasileños tiene un motor que permite la combustión con cualquier mezcla de gasolina y etanol.
El secretario de Agricultura de Sao Paulo, el mayor estado productor de caña de azúcar, Arnaldo Jardim, comentó que el sector demostró que puede aumentar su productividad “sin poner en riesgo la seguridad alimentaria” y sin “extenderse” hasta las zonas protegidas de la Amazonía.
La presidenta de la Unión de la Industria de la Caña de Azúcar (Unica) de Brasil, que representa el 92 por ciento de los productores, Elizabeth Farina, defendió al etanol como una “solución” para la crisis energética del país a consecuencia de la sequía que afectó en los últimos meses a las hidroeléctricas.
Según Farina, ya hay en funcionamiento plantas de biomasa, que usan como materia prima la caña de azúcar y que pueden servir como alternativa a la generación de electricidad.
Farina también defendió una mayor inversión en la tecnología para el desarrollo de biocombustibles de “segunda generación”, que se producen a partir de celulosa de productos como los residuos de la caña de azúcar, la paja del trigo, los tallos de maíz y desechos domésticos.
Estudios recientes prevén que Brasil puede llegar a producir en 2030 170.000 millones de litros de biocombustibles “avanzados” al año, lo que permitiría la sustitución del 83 por ciento del consumo de gasolina.
