México

Morena se saca la rifa del tigre con Chiapas: Velasco lo dejó en la miseria y con grave retraso

06/07/2018 - 12:05 am

Chiapas se sumó a la ola de votos que el país enteró le dio a Andrés Manuel López Obrador y a su partido: Morena. Luego de seis años de ser gobernados por el Partido Verde Ecologista de México, los votos hacia el político tabasqueño se explican por los altos índices de violencia, corrupción y daños ambientales a los que la población de ese estado se ha enfrentó en el sexenio de Manuel Velasco Coello.

Ya con la victoria, Morena tiene grandes retos en la entidad con el mayor rezago del país: uno, el principal, dar resultados en el combate a la pobreza; el otro, de tinte político, es que el nuevo Gobernador logre separarse de esa alianza no pública que guarda con el propio Velasco Coello, y se sacuda los compromisos que el Verde no sólo hizo con el PRI sino con corporaciones, principalmente las de la industria extractiva.

Ciudad de México, 6 de julio (SinEmbargo).- José Antonio Meade, candidato a la Presidencia de la República por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), inició sus actos de pre campaña en San Juan Chamula, Chiapas.

Ahí el también ex titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) prometió que Chiapas estaría “en sintonía con el desarrollo de México” y que abatiría la pobreza extrema.

Ya en el periodo oficial de campaña, cuando iniciaron los eventos de los partidos involucrados en la batalla, llegaban camionetas del PRI a la plaza –frente al emblemático panteón chamula– y entregaba latas de refrescos, ciruelas y playeras con el nombre de sus candidatos impresas con la típica leyenda: “Vota”.

Las personas, en su mayoría descalzas, se amontonaban justo en una de las camionetas que entregaba  kilos de tortillas.

Pero como en el resto del país, el PRI también perdió con los chamulas.

En ese municipio se registraron mil 396 votos para José Pérez Hernández, candidato de la coalición “Por México al Frente”; 2 mil 498 votos para Dagoberto de Jesús Hernández Gómez, candidato del partido en el Gobierno de Chiapas: el Verde Ecologista de México; 10 mil 499 votos para Luis Gómez Gómez, candidato del PRI, y 16 mil 655 votos para Ponciano Gómez Gómez, candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia”, liderada por Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

José Antonio Meade Kuribreña, entonces precandidato del PRI a la Presidencia de la República, arrancó sus actividades proselitistas en el primer minuto del 14 de diciembre de 2017 en San Juan Chamula, Chiapas, y lo hizo ataviado con un traje típico de la región. Foto: Jacob García, Cuartoscuro

En la elección para Presidente de la República, Chiapas dio 29 mil 237 votos a Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, o 1.6 por ciento del total, y sólo 148 mil 435 votos al panista Ricardo Anaya Cortés, lo que representó el 8.2 por ciento de la votación.

En segundo lugar quedó José Antonio Meade Kuribreña, con 411 mil 785 votos, es decir 23 por ciento de los votos totales, y muy lejos de los tres quedó el ganador de la contienda: Andrés Manuel López Obrador, quien sumó 1 millón 096 mil 249, el 61.2 por ciento de los sufragios chiapanecos.

En síntesis, Chiapas le dio 166 por ciento más votos a Morena y a su coalición, que a José Antonio Meade y a la coalición “Todos por México”, encabezada por el priismo.

En lo que respecta al Congreso estatal, también Morena obtuvo mayoría con 13 diputados de Morena, y 11 quedaron en manos de la coalición conformada por el PRI y el Verde.

En cuanto a la gubernatura, esta fue una de las que se definió rápidamente y no hubo contienda: Rutilio Escandón Cadenas, de Morena, obtuvo 39.8 por ciento de los votos, frente a Fernando Castellanos Cal y Mayor del Verde, que sumó 21.8 por ciento de los votos, seguido de Roberto Albores Gleason, del PRI y Partido Nueva Alianza, con 20.1 por ciento, y finalmente José Antonio Aguilar Bodegas de “Por México al Frente”, con 9.7 por ciento.

El 10 de junio pasado, en Tapachula, Chiapas, Andrés Manuel López Obrador, candidato a la Presidencia de la República por la coalición “Juntos Haremos Historia”, sostuvo un encuentro proselitista arropado por miles de sus seguidores a su movimiento. Foto: Saúl López, Cuartoscuro

EL ESTADO MÁS POBRE DEL PAÍS

Así es como votó uno de los estados más pobres del país y que guarda grandes problemáticas en lo que respecta al respeto a los derechos humanos y a la impartición de justicia.

Manuel Velasco Coello, actual Gobernador y que pertenece al Partido Verde Ecologista de México, deja en Chiapas un nivel de deuda pública estatal en rojo, reveló el semáforo de la organización México, ¿Cómo vamos?, con datos al cierre de 2017.

De acuerdo con datos al cierre de 2017, como muestra la gráfica, Chiapas tiene una deuda de 6.70 por ciento de su PIB en comparación con el 6 por ciento de la administración pasada de Juan Sabines y su tasa de interés ronda en 8.3 por ciento.

Chiapas, con más de 5 millones de habitantes, “no sólo continúa siendo uno de los estados más rezagados del país, sino que los indicadores muestran que la situación económica empeoró”, determinó México, ¿Cómo Vamos? en su semáforo estatal electoral.

En la imagen, tomada en Tula, Chiapas, el pasado 29 de abril, Roberto Albores Gleason, candidato a Gobernador por la coalición PRI-Partido Verde y Nueva Alianza en Chiapas, y José Antonio Meade, candidato a la Presidencia por la coalición “Todos por México”, conversan con el Gobernador Manuel Velasco Coello. Foto: Cuartoscuro

La entidad sureña con un alto nivel de pobreza ha sido uno de los tres estados que han decrecido en promedio en los últimos cinco años, a un ritmo de -0.2 por ciento promedio anual y, aunque fue promesa del mandatario Manuel Velasco, entre 2013 y 2017 el estado atrajo flujos de Inversión Extranjera Directa solo por 805.7 millones de dólares, el 0.5 por ciento de la IED que recibió el país en ese periodo.

En ese marco, se convirtió en el cuarto estado con mayor informalidad al haber más de 89 mil trabajadores sin acceso a seguridad social y a finales de 2017, siete de cada 10 chiapanecos no podían adquirir la canasta alimentaria con el ingreso proveniente del trabajo de su hogar, destacó la organización.

Desde 2010, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el porcentaje de pobreza se ha movido apenas unas cuantas décimas a pesar de todo el apoyo, tanto estatal como federal, se le ha dado para poder reducir los números.

En 2010, el 78.5 por ciento era pobre; luego, en 2014, bajó al 74.7; para 2014, fue de 76.2 por ciento y para 2016, que son las últimas cifras disponibles, se calcula que es el 77.1 por ciento de la población total.

En ocho años apenas se pudo reducir la pobreza en 1.4 por ciento. Hay ahí un millón 498.6 mil personas en condiciones de pobreza.

Ese es el paquete que tiene Morena, tanto desde el poder federal como en el estatal.

HUBO CONVICCIÓN POR MORENA

En entrevista con SinEmbargo, la investigadora Araceli Burguete Cal y Mayor, comentó que la sorpresa que hubo con los resultados de la elección del pasado domingo no fue, quizá, la victoria de Morena para la Presidencia de la República, sino que las y los chiapanecos les dieron todos sus votos.

“Lo que sorprendió, con los prejuicios de que se trataba de una voluntad gubernamental de alguna manera intervenida a favor del voto de López Obrador, sin descartar eso, hubo una convicción de votar las seis boletas en favor de Morena y eso ninguna cooptación lo puede hacer. No puede lograrse o es poco probable que se compre el voto para las seis boletas. Ese dato es la evidencia de que la gente votó por Morena”, expuso.

Aunque no descartó que haya habido acarreo a favor de Morena, ejercido desde la gubernatura del Estado, la contundencia de los votos de seis boletas, dieron cuenta de que la gente los eligió a ellos, que votó por López Obrador “y de paso se llevó a todos. Fue una inercia”.

Para la doctora Burguete, una de las razones de ese triunfo es porque el mayor problema en Chiapas, es la violencia y la corrupción, “aunque sonaba muy reiterativo de parte de Andrés Manuel, el decir que muchos de los problemas se resolverían acabando con la corrupción como la única fórmula, efectivamente, el origen de todos los problemas está en la corrupción y en Chiapas es terrible y además, cínica, descarada, desvergonzada y es absolutamente obvia la violación de la Ley”.

Una prueba, dijo, fue la manipulación de las reglas electorales en donde fue evidente la intención desde el Gobierno del estado de doblegar alguna voluntad popular.

“Hubo conatos de robo de casillas y los funcionarios y las personas del barrio defendieron con su cuerpo, literal, las casillas. Aquí hay mafias locales que le sirven al gobierno en turno y querían hacer lo que vimos que sí pudieron hacer en Puebla. Todo eso pasó luego de la 1 de la tarde, ya cuando había dos cortes de encuestas de salida que ya mostraban las tendencias del voto. Sí hubo una intención de invalidar la elección, por lo menos en San Cristóbal. Ahora sigue la violencia, pero aquí hubo una defensa heroica de las casillas”, sostuvo.

Ante esa defensa férrea, agregó que ahora el reto es que Morena no funcione bajo esa alianza no pública, que se manejó entre la población durante la campaña, con el gobierno en turno para poder empezar a hacer cosas.

“Será sumamente difícil porque estas cosas van más allá de voluntades. Tenemos la oportunidad de generar un modelo de gobierno que puede estar centrado en los derechos humanos. Se puede empezar a trabajar desde esa tesitura que ni siquiera tendría que ser la gran proeza. Erradicar la violencia y la corrupción es el gran problema y si se hace sobre la base de derechos, será paradigmático y genera expectativas”, enfatizó la doctora Burguete.

Finalmente, dijo, con el triunfo de Morena no se acaban las disputas en el estado, ya que “es mentira que el dinosaurio se haya muerto”: sigue vivo en muchas presidencias municipales.

“En Chiapas hay una tradición que es paradójica: por un lado hay una tradición de izquierda, aquí hay un levantamiento armado vivo, que ahí está aunque no sea multitudinario. El Estado ha tenido experiencias de gobierno de izquierda que no han dado resultados, pero se han tenido por lo menos dos gobiernos no priistas. Y por otro, hay un voto rojo histórico. Ha sido terreno de disputa, porque cuando se impuso el Verde en el 2012, lo hizo a base de una ingeniería muy sofisticada de corrupción: corrompió a las autoridades, a la sociedad. Ahora esos líderes corruptos ya no tuvieron esa capacidad e influencia para convencer a los electores de que era mejor votar por el PRI, además de que en Chiapas el PRI está muy desangelado por pleitos internos”, concluyó.

Daniela Barragán
Es periodista por la UNAM, con especialidad en política por la Carlos Septién. Los últimos años los ha dedicado al periodismo de datos, con énfasis en temas de pobreza, desigualdad, transparencia y género.
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