Ciudad de México, 6 de agosto (SinEmbargo).- Mientras que gran parte de los usuarios de Internet en el mundo condenan las prácticas de espionaje encabezadas por agencias gubernamentales de Estados Unidos, un estudio revela que son sus mismos ciudadanos los que aprueban estas prácticas de espionaje argumentando que estas medidas “combaten al terrorismo”.
El descubrimiento de PRISM cambió la percepción que muchos tenían de la red y puso en alerta a los internautas en el orbe. Sin embargo, no todos los usuarios de la red están tan preocupados sobre la seguridad y privacidad de sus datos.
De acuerdo con un estudio realizado por Pew Research Center for the People and the Press, la mayoría de las personas en Estados Unidos están de acuerdo con el espionaje de la NSA (Agencia Nacional de Seguridad), argumentando que así se sienten protegidos contra el terrorismo.
Las prácticas de la agencia de seguridad involucran violaciones a la privacidad de millones de personas, al tener acceso a sus registros de llamadas, correos electrónicos, datos personales y mucha más información que cada usuario facilita en la red, incluyendo las actualizaciones de ubicación constante y otros datos que muchos desconocen proporcionar de manera voluntaria.
No obstante, aún después de conocerse todas las prácticas de espionaje de la NSA, el estudio realizado muestra que la mayoría de los encuestados no le da importancia a la confidencialidad de sus datos.
De esta manera, se sabe que en el 54% de los encuestados está de acuerdo con que el gobierno recolecte datos de las personas con el fin de “investigar el terrorismo”, afirmando que se sienten más seguros así.
Sin embargo, para algunos lo más alarmante de esta aceptación es que viene acompañada con un incremento ligero de estas prácticas de vigilancia por parte de Estados Unidos, a partir de julio en el pasado mes.
Por otra parte, la complacencia y la falsa sensación de bienestar vienen acompañadas por una apatía generalizada. Aunque, cuando muchos pensarían que este fenómeno se suscita entre la población joven, irónicamente estos son quienes menos manifiestan desinterés hacia lo que ocurre en Internet.
Esto de acuerdo con otro estudio realizado por Pew Research Center en el que asegura que los adolescentes tienen mucho más cuidado con su privacidad en internet que los adultos. De esta manera, casi el 70% de los jóvenes encuestados asegura no aceptar a desconocidos como contactos en las diferentes redes sociales que manejan e incluso sólo un 14% de ellos tiene su perfil de Facebook totalmente público.
La investigación llevada a cabo indica también que la mayoría de los usuarios jóvenes asegura que, aunque no tengan sus cuentas bloqueadas en otras redes sociales como Twitter, no suelen compartir información detallada de sus vidas y en el caso de otras plataformas sociales –cuya tónica implica hacerlo– como Foursquare, suelen ser más cautos que los internautas de mayor edad.
No obstante, el estudio afirma que los adolescentes están compartiendo más contenido en las redes sociales en comparación con el año pasado, lo que va de la mano con la creciente preocupación por parte de los usuarios que quieren mantener su información en un terreno privado.
De igual manera, otro estudio revela que un 47% de los que estadounidenses dicen que su mayor preocupación por las políticas de Estados Unidos contra el terrorismo es que estas van demasiado lejos en la restricción de las libertades civiles.
Contradictoriamente los estudios revelan una mayor preocupación de los norteamericanos respecto a las estrategias de vigilancia. Sin embargo, ceden ante estas pensando que traerán un beneficio a su seguridad, ya que un 35% de los encuestados les preocupa que las maniobras de seguridad no sean suficientes para protegerlos, publicó Los Angeles Times.
Las medidas de espionaje de la Unión Americana justificadas como un asunto de seguridad no son más un secreto a voces. No obstante, más allá de una estrategia de protección, sólo queda en evidencia un alto grado de paranoia e imposición. Por otra parte, cuando el escándalo revelado de la NASA y PRISM hicieron pensar que el gobierno de EU iba a ser duramente condenado, sus mismos ciudadanos resultaron ser los que precisamente solapan estas acciones.
