Ciudad de México, 6 de septiembre (SinEmbargo).– México está invicto en este hexagonal final. Tras seis jornadas, el equipo de José Manuel de la Torre no ha perdido. El problema es que solo se ha ganado un partido e inexplicablemente fue como visitante. Con cinco empates y un pobre accionar en el rectángulo verde, el Tri enfrenta hoy una llamada a la reivindicación en medio de un ambiente tenso provocado por la falta de triunfos. El Azteca, recinto natural de los mexicanos, ha perdido su toque. “Ya no pesa”, se fueron diciendo sonrientes los costarricenses tras el último empate. El discurso ahora lo repite Honduras, más confiados que nunca desde la prensa que llegó a pedir un árbitro fuera de la región para el partido.
Los catrachos han tenido un paso muy irregular de la mano del colombiano Luis Fernando Suárez. Ubicados en el cuarto lugar, a un punto de México, llegan con la motivación de romper con la historia. Honduras nunca le ha ganado al representativo azteca como visitante, algo que esperan cambiar hoy aprovechando el bache futbolístico demostrado por México durante todas las eliminatorias. La única derrota sufrida como local fue aquel recordado “Aztecazo” de Costa Rica en 2001 con gol de Hernán Medford. Priorizando la falta de resultados, es la forma la que sigue preocupando a los aficionados.
La zona de CONCACAF entrega 3 boletos directos y un pase para un repechaje. Mucho premio para la realidad futbolística que se puede ver. Con 8 puntos, producto de una victoria y cinco empates, el llamado “Gigante” de la región ocupa el tercer puesto. Cinco puntos son los que separan al equipo de Chepo del liderato que tiene Estados Unidos, su rival el próximo miércoles. Dos partidos clave en un momento crítico luego de un cónclave en casa de Justino Compean que terminó para ratificar al estratega mexicano con varios dueños importantes como testigos.
En una conferencia de prensa en el Centro de Alto Rendimiento, el presidente de la Federación Mexicana de Futbol dio la noticia con un discurso que giro en la confianza de los altos mandos para llevar al TRI a la Copa del Mundo de Brasil y cumplir con los compromisos comerciales pactados. Un sinfín de promocionales se han hecho alrededor de un grupo de futbolistas perdidos en el planteamiento rígido de Chepo. Las ventajas de la zona permiten asegurar que la selección será mundialista en 2014 sin importar tanto el rendimiento colectivo.
Un partido amistoso previo ha calmado las críticas severas. La victoria frente a Costa de Marfil en Nueva Jersey, sirvió como último ensayo antes de la cita importante de esta noche. Oribe Peralta, delantero certero que se perdió la Confederaciones debido a una lesión, mostró sus capacidades mientras Ángel Reyna dejó claro que no necesita jugar en Europa para ser titular. Los dos iniciarán esta noche según los rumores desde la concentración del equipo. Javier “Chicharito” Hernández, imagen ofensiva nacional en los últimos partidos, tendrá que esperar en el banco.
Sin Guillermo Ochoa ni Carlos Vela quienes rechazaron la convocatoria, con los naturalizados Christian Gimenez y Damián Alvarez en la plantilla y mientras Justino Compean añora cumplirle a los socios comerciales, el representativo mexicano jugará intentando que lo mostrado frente a los marfileños se repita en este compromiso oficial. Abaratados los precios, el Azteca pretenderá ser el fortín de siempre a pesar que desde Honduras aseguran haber dejado atrás esos tiempos de presión social. Ganar para escalar posiciones, para cumplir con lo comercial y para volver a retomar una confianza perdida entre el ineficaz trato a la pelota.
