En 2012, la Unión Europea (UE) inmovilizó los capitales de las personas a los que se consideró responsables de las violaciones de derechos humanos y de la represión contra la sociedad civil y la oposición democrática en Bielorrusia.

Dichas sanciones, impuestas por el Consejo de la UE se extendieron a los individuos y entidades que apoyaban al presidente Lukashenko.

Como parte de esta medida, se inmovilizaron los capitales de Yury Aleksandrovich Chyzh, a quien el Consejo consideró colaborador financiero del régimen a través de la sociedad Triple, a la que el Gobierno bielorruso habría presuntamente adjudicado numerosos contratos públicos.

La UE estimó, asimismo, que los cargos que Chyzh ocupaba en el sector deportivo (Presidente del club de fútbol Dynamo Minsk y de la federación bielorrusa de lucha libre), confirmaban su vinculación a la dictadura.

Por este motivo, los capitales del Dynamo Minsk fueron inmovilizados.

Sin embargo, tras la impugnación al Tribunal General de la UE, esta corte considera que el Consejo no ha aportado ningún elemento de prueba que demuestre que Chyzh apoye financieramente al régimen de Lukashenko, de manera que no está justificada su inclusión en las listas de sancionados.

Por otra parte, la sentencia establece que el Consejo no podía incluir en el listado a la sociedad Triple porque estaba en manos de una persona (Chyzh), que ya figuraba en él.

Esto se debe a que, hasta finales de 2012, el derecho de la UE no permitía extender la inmovilización de capitales impuesta a una persona física a las entidades que poseyese.

Además, el Tribunal entiende que el Consejo no ha conseguido probar que Triple apoye financieramente la dictadura de Lukashenko.

El Dynamo Minsk, como filial de Triple, queda por tanto exonerado de las sanciones en la resolución del Tribunal.