Cada año mueren 2 mil tortugas en BCS; proyecto de Cabo Pulmo podría empeorarlo

06/11/2014 - 12:00 am
Las tortugas marinas enfrentan diferentes amenazas en el mar y las playas. El proyecto de Cabo Cortés podría suponer un gran peligro para la especie. Foto: Shutterstock.
Las tortugas marinas enfrentan diferentes amenazas en el mar y las playas. El proyecto de Cabo Cortés podría suponer un gran peligro para la especie. Foto: Shutterstock.

Ciudad de México, 6 de noviembre (SinEmbargo).–La última vez que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) rescató una tortuga marina en Baja California Sur, fue hace menos de 20 días por quedar atrapada en un costal de rafia de polipropileno, que le lastimó la aleta interior derecha con pérdida de cinco centímetros de tejido muscular.

Es una tortuga que corrió con suerte, pues la Sociedad Internacional de la Tortuga Marina de Estados Unidos (ISTS por sus siglas en inglés), reportó que cada año los pescadores del Golfo Ulloa en Baja California matan más de 2 mil caguamas al querer capturar especies más grandes.

El Golfo de Ulloa es clave en la vida de esta especie marina durante su crecimiento por las características oceanográficas de las que goza, pues alberga cangrejos rojos pelágicos y otras presas que sirven como alimento de las caguamas.

Cientos de expertos del mundo se mostraron alarmados por el hecho de que a una distancia de 40 kilómetros mar adentro, durante un periodo de dos meses del 2013 correspondientes a la temporada alta de pesca, al menos 705 caguamas fueron encontradas muertas.

La tasa de mortalidad de las caguamas el año pasado no tuvo precedentes, pero desde 1996 las tasas han sido extremadamente altas e insostenibles en el área de Golfo de Ulloa.

Al menos el 21 por ciento de las aves y todas las especies de tortugas marinas mostraron afectaciones por enredarse en las redes de pesca o desechos marinos, de acuerdo al reporte “Especies migratorias, desechos marinos y su manejo” presentado el día de ayer en el marco de la 11va. Conferencia de las Partes de la Convención para la Conservación de Especies Migratorias (CMS) en Quito, Ecuador.

El 86 por ciento de todas las especies de tortugas marinas mueren después de ingerir desechos marinos, pues los animales podrían ahogarse o sufrir una hemorragia interna tras la ingestión de objetos afilados.

CABO PULMO, NUEVA AMENAZA

Por otro lado, las anidaciones de las tortugas en Baja California Sur podrían enfrentar nuevos peligros con la construcción de Cabo Pulmo, según un estudio publicado por Elsevier.

“El nuevo desarrollo en la costa podrá ofrecer beneficios económicos para los encargados de resorts e incluso para las comunidades locales, pero estos proyectos podrían también tener impacto en ecosistemas locales y en la vida silvestre.”, explica la publicación.

El estudio se basa en investigaciones recientes que explican que los efectos son producidos por el incremento en el desarrollo de zonas urbanas, donde existe la introducción de iluminación artificial en lugares cercanos a los nidos de tortugas donde normalmente no había presencia del hombre.

Los estudios previos probaron que las consecuencias ecológicas ligadas a la polución de luz cerca de los nidos de las tortugas son dos: que las hembras dejan de acercarse a la playa, lo cual provoca que dejen sus huevos en lugares no ideales o que puedan abandonar los esfuerzos de anidar, una vez que empiezan a construir estos espacios.

El efecto más estudiado y mejor comprendido es que la luz artificial originada por asentamientos humanos puede trastornar el comportamiento de las tortugas al encontrar a sus crías en el océano.

Además que las crías de tortugas son extremadamente sensibles a la luz ya que dependen de señales visuales para su andar en el mar. La introducción de luz artificial representa una amenaza seria para ellas ya que suelen salir de sus nidos y no podrían ver a sus depredadores, ya que son sensibles a un rango diferente de colores para su orientación.

Los investigadores Gregory M. Verutes de la Universidad de Stanford, Charles Huang del Programa de Ciencia de Conservación del Fondo Mundial por la Naturaleza (WWF), Ricardo Rodríguez Estrella del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste y Kara Lloyd de la Universidad de Maryland concluyeron que el potencial del efecto reside en la distancia entre la iluminación y el lugar de anidar de las tortugas.

El estudio propone que las comunidades y las empresas encargadas del desarrollo de Cabo Pulmo tomen en cuenta las consideraciones para la protección de los ecosistemas, incluyendo el de las tortugas. Por lo que una sugerencia es la construcción del proyecto a una distancia lo suficiente lejos de donde las tortugas anidan.

El proyecto turístico Cabo Cortés en Baja California Sur fue cancelado por el ex Presidente Felipe Calderón en el 2012, sin embargo un Tribunal Colegiado resolvió un amparo a favor de la empresa Hansa Urbana, el cual obliga a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a dar una nueva resolución sobre la autorización del proyecto.

Varias organizaciones civiles y activistas se han pronunciado en contra de la construcción de este proyecto por estar cercano al Parque Nacional Cabo Pulmo y la Reserva Marina, que es patrimonio mundial de la humanidad y conserva una gran variedad de biodiversidad marina.

México se ha dedicado a trabajos de conservación de esta especie desde la década de los 60. Entre 1970 y 1980, el gobierno creó 17 reservas marinas de tortugas y en 1990, se decretó la prohibición de captura y uso de tortugas marinas y sus huevos. En el año 2000, México se unió a la Convención Inter Americana para la Protección y Conservación de las Tortugas Marinas y enlistó a las caguamas en la categoría de “peligro de extinción”.

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