Analistas explicaron que la crisis en México se desató por los escándalos de corrupción que involucran a protagonistas del Gobierno federal , como los de OHL y el tren México-Querétaro, e incluso por el caso Ayotzinapa. Todos estas irregularidades han afectado la imagen del país a nivel mundial, coincidieron.

Por Daniela Barragán y Xanath Lastiri

Ciudad de México, 6 de noviembre (SinEmbargo).– La corrupción es un tema que está perjudicando no sólo la imagen de México en el extranjero sino también el entorno empresarial, en un momento en el que se espera la inversión empiece a llegar para impulsar las reformas estructurales y que éstas empiecen a dar sus primeros resultados en la economía mexicana.

Irene Mia, directora editorial Global de The Economist, expuso que “hay más de dos Méxicos”: uno, el país que ha progresado por las reformas, macroeconómicamente fuerte, con sectores competitivos… un México que avanza y hace cosas; pero está también el México que no se quiere ver, que el de las fallas institucionales que continúan ahí.

“Ese es uno de los problemas más graves y que puede limitar el alcance de las reformas y que está íntimamente relacionado con el Estado de Derecho; hay partes del país donde no lo hay”, comentó en entrevista para SinEmbargo.

Por su parte, Viridiana Ríos, directora del Observatorio México ¿Cómo Vamos?, dijo a este medio que “la razón por la que México paso a ser el ‘Mexico dream’ al inicio de este sexenio al ‘México de Ayotzinapa’ es precisamente porque descubrimos escándalos de corrupción que no nos esperábamos”.

Explicó que la aprobación presidencial cayó sobre todo cuando se dieron a conocer escándalos de corrupción como el caso OHL  o el del tren México-Querétaro “entonces sin duda hay un impacto en la percepción de México en el extranjero. No tenemos certeza sobre si afecta la inversión o no pero sí afecta la imagen de nuestro país hacia afuera”.

Durante el panel La Ley y el Orden en México: Economía de Corrupción, presentado en la Cumbre 25 de The Economist, analistas económicos estimaron que aunque no hay una cifra clara sobre cuánto está costando la corrupción en el país, podría representar un nueve por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

En medio de un crecimiento económico que avanza a paso lento –Banxico lo prevé en un rango entre 1.9 y 2.4 por ciento– y un entorno global desfavorable, los titulares  de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Enrique Ochoa Reza, y de la Secretaría de Energía (Sener), Pedro Joaquín Coldwell, aseguraron que habrá inversión extranjera para impulsar el sector.

Sin embargo, para especialistas económicos los casos de corrupción pueden ser un freno para que se invierta en el país pues la democracia pierde credibilidad al tolerarse este tipo de actos y al tener un Estado de Derecho débil.

Ary Naim, gerente general de International Finance Corporation México, dijo que el país no ha avanzado en los últimos años en el combate a la corrupción, lo que reduce su nivel de competitividad con otros países.

Aseguraron también que existe una relación entre el entorno de negocios y el nivel de corrupción, por lo que recomendaron proteger el índice de percepción de la corrupción con acciones que van más allá de encuestas y calificaciones.

Para Viridiana Ríos más allá de afectar directamente el capital que se pretende atraer “el problema es qué tipo de inversión que va a venir, porque hay cierta inversión que se atrae  a pesar de la corrupción”.

En ese sentido dijo que  la inversión extractiva “tiende a sobrevivir y vivir bien en ambientes corruptos  porque lo han hecho desde siempre y porque tienen utilidades altísimas, pero la inversión en industrias de manufactura o servicios sí se ahuyentan por la corrupción”.

Pero los analistas también consideraron que existen avances en el combate a la corrupción, por ejemplo con el Sistema Nacional Anticorrupción y el hecho de que poco a poco se vayan dando a conocer más casos.

Irene Mia comentó que después de un año de escándalos relacionados con la corrupción, el hecho de que ahora se expongan es un signo positivo, “salen cosas que antes no, aunque eso no quiere decir que antes no estaban. Se está poniendo atención, la gente está harta y es algo que se convertirá en una bomba de presión para el Gobierno federal”.

“Hay todo un movimiento que hemos visto que comenzó antes de las últimas elecciones, con los escándalos del último año, con la desaparición de los estudiantes, creo que es un tema importante y que hay que resolver. Se están haciendo cosas como impulsar el tema de transparencia en las licitaciones; hay una conciencia por parte de las autoridades y quizá puede mejorarse. Como se dice comúnmente, que nos merecemos los políticos que tenemos, y el hecho de que la gente esté mucho más atenta a las cosas, mucho menos tolerante, ayuda en el corto plazo”, agregó.